Ecoetiquetado, ¿qué hay detrás y cómo beneficia al consumidor?
- 24/08/2024 00:00
- 23/08/2024 19:13
La iniciativa, llevada a cabo por el Pnuma y GIZ, tiene gran impacto en los patrones de producción y el consumo en la región. Descubra cómo funciona y qué impulsa este proyecto Hace un mes dio inicio el proyecto de ecoetiquetado en América Latina desde la Alianza Ambiental de América, una iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) también respaldado por reguladores y otras organizaciones acreditadoras en la región.
EcoAdvance actualmente impacta a 450 millones de personas a lo largo de la región cumpliendo con la función de impulsar el comercio sostenible y brindar a la población opciones de consumo mejor informadas.
“Esta iniciativa es crucial para conectar con los productores y consumidores sobre el impacto ambiental de los productos que compran a través de información clara y confiable. Nuestro esfuerzo colectivo para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación depende en gran medida de cambiar las prácticas de producción y los comportamientos de los consumidores,” dijo en su momento, Sheila Aggarwal-Khan, Directora de la División de Industria y Economía del PNUMA.
Y es que esta alianza, se encarga de abordar una problemática crucial para los consumidores en cuanto al empoderamiento y la toma de decisiones en categorías de productos de alto impacto, que van desde los alimentos hasta aires acondicionados y productos plásticos, de acuerdo a Aggarwal-Khan.
De esta manera las empresas y otros actores del campo de las compras públicas también pueden operar de forma más ética y concientizar a su público sobre el tiempo de vida de sus productos. Todo esto también conlleva a que haya un cambio en las prácticas de producción y los estándares de calidad, lo que repercute en la reducción de costos operativos, los riesgos comerciales a largo plazo, el fortalecimiento de las economías locales e incluso la creación de empleos verdes.
“Al proporcionar un enfoque armonizado para el ecoetiquetado, los países de la región están creando una herramienta poderosa para alinear acciones a través de las fronteras, facilitando el comercio de productos sostenibles y promoviendo la integración económica de la región”, explicó Juan Bello, director Regional y representante para América Latina y el Caribe del Pnuma.
¿Qué empresa está liderando esta iniciativa? La Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), es la que se ha encargado de apoyar y financiar esta iniciativa en América Latina. La agencia se especializa en técnicas para el desarrollo sostenible alrededor del mundo y trabaja principalmente con organizaciones públicas.
Esta ha identificado que los patrones de consumo en América Latina y el Caribe así como la producción global no son lo suficientemente sostenibles y contribuyen a agravar la crisis planetaria conformada por el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad; esta última siendo uno de los mayores puntos críticos de la región.
Esto se debe al aumento de los ingresos y la urbanización, lo que ha provocado un incremento en la demanda de bienes y servicios. También, está relacionado al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el agotamiento de los recursos y la generación de residuos.
De acuerdo a la GIZ, lo que necesita Latinoamérica y el Caribe urgentemente son patrones de producción y consumo más sensibles al cambio climático. La región es fundamental para lograr la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, en particular, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 sobre consumo y producción responsables.
La adquisición pública representa en promedio el equivalente del 15% al 20% de los presupuestos nacionales. Lo que recomienda esta agencia es que si esto se combina con sólidos sistemas de etiquetado ecológico de productos y servicios, los cuales cumplen rigurosos criterios ambientales, puede crear un fuerte incentivo para que se produzca un cambio hacia patrones de producción y consumo sostenibles.
¿Cómo funciona este programa? El proyecto promueve las etiquetas ecológicas de tipo I y la adquisición pública sostenible con un enfoque en la adaptación al cambio climático, para impulsar un consumo y producción más sostenibles en sectores clave como los sistemas alimentarios, la construcción, la movilidad, la electrónica, los textiles, las infraestructuras y la minería.
Además, aborda la complejidad de comunicar eficazmente el impacto ambiental de productos y servicios, una barrera crucial para modificar el comportamiento de los consumidores para lograr el objetivo de que la región avance hacia patrones de consumo y producción más sostenibles que contribuyen a mitigar el cambio climático, proteger la biodiversidad y conservar los recursos.
EcoAdvance es un proyecto regional que se concentra en las actividades de la región de América Latina y el Caribe. Los socios implementadores incluyen al Pnuma, que lidera las actividades de etiquetado ecológico, y el Öko-Institut, que ofrece asesoramiento estratégico, técnico y metodológico a las contrapartes del proyecto y a los actores relevantes.
Juan Bello, Director Regional y representante para América Latina y el Caribe del Pnuma. Al proporcionar un enfoque armonizado para el ecoetiquetado, los países de la región están creando una herramienta poderosa para alinear acciones a través de las fronteras, facilitando el comercio de productos sostenibles y promoviendo la integración económica de la región”,
Hace un mes dio inicio el proyecto de ecoetiquetado en América Latina desde la Alianza Ambiental de América, una iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) también respaldado por reguladores y otras organizaciones acreditadoras en la región.
EcoAdvance actualmente impacta a 450 millones de personas a lo largo de la región cumpliendo con la función de impulsar el comercio sostenible y brindar a la población opciones de consumo mejor informadas.
“Esta iniciativa es crucial para conectar con los productores y consumidores sobre el impacto ambiental de los productos que compran a través de información clara y confiable. Nuestro esfuerzo colectivo para abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación depende en gran medida de cambiar las prácticas de producción y los comportamientos de los consumidores,” dijo en su momento, Sheila Aggarwal-Khan, Directora de la División de Industria y Economía del PNUMA.
Y es que esta alianza, se encarga de abordar una problemática crucial para los consumidores en cuanto al empoderamiento y la toma de decisiones en categorías de productos de alto impacto, que van desde los alimentos hasta aires acondicionados y productos plásticos, de acuerdo a Aggarwal-Khan.
De esta manera las empresas y otros actores del campo de las compras públicas también pueden operar de forma más ética y concientizar a su público sobre el tiempo de vida de sus productos. Todo esto también conlleva a que haya un cambio en las prácticas de producción y los estándares de calidad, lo que repercute en la reducción de costos operativos, los riesgos comerciales a largo plazo, el fortalecimiento de las economías locales e incluso la creación de empleos verdes.
“Al proporcionar un enfoque armonizado para el ecoetiquetado, los países de la región están creando una herramienta poderosa para alinear acciones a través de las fronteras, facilitando el comercio de productos sostenibles y promoviendo la integración económica de la región”, explicó Juan Bello, director Regional y representante para América Latina y el Caribe del Pnuma.
La Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), es la que se ha encargado de apoyar y financiar esta iniciativa en América Latina. La agencia se especializa en técnicas para el desarrollo sostenible alrededor del mundo y trabaja principalmente con organizaciones públicas.
Esta ha identificado que los patrones de consumo en América Latina y el Caribe así como la producción global no son lo suficientemente sostenibles y contribuyen a agravar la crisis planetaria conformada por el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad; esta última siendo uno de los mayores puntos críticos de la región.
Esto se debe al aumento de los ingresos y la urbanización, lo que ha provocado un incremento en la demanda de bienes y servicios. También, está relacionado al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), el agotamiento de los recursos y la generación de residuos.
De acuerdo a la GIZ, lo que necesita Latinoamérica y el Caribe urgentemente son patrones de producción y consumo más sensibles al cambio climático. La región es fundamental para lograr la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, en particular, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12 sobre consumo y producción responsables.
La adquisición pública representa en promedio el equivalente del 15% al 20% de los presupuestos nacionales. Lo que recomienda esta agencia es que si esto se combina con sólidos sistemas de etiquetado ecológico de productos y servicios, los cuales cumplen rigurosos criterios ambientales, puede crear un fuerte incentivo para que se produzca un cambio hacia patrones de producción y consumo sostenibles.
El proyecto promueve las etiquetas ecológicas de tipo I y la adquisición pública sostenible con un enfoque en la adaptación al cambio climático, para impulsar un consumo y producción más sostenibles en sectores clave como los sistemas alimentarios, la construcción, la movilidad, la electrónica, los textiles, las infraestructuras y la minería.
Además, aborda la complejidad de comunicar eficazmente el impacto ambiental de productos y servicios, una barrera crucial para modificar el comportamiento de los consumidores para lograr el objetivo de que la región avance hacia patrones de consumo y producción más sostenibles que contribuyen a mitigar el cambio climático, proteger la biodiversidad y conservar los recursos.
EcoAdvance es un proyecto regional que se concentra en las actividades de la región de América Latina y el Caribe. Los socios implementadores incluyen al Pnuma, que lidera las actividades de etiquetado ecológico, y el Öko-Institut, que ofrece asesoramiento estratégico, técnico y metodológico a las contrapartes del proyecto y a los actores relevantes.