Vida y cultura

Divulgar el rol de las mujeres en la oceanografía

La exposición se verá en el cuarto piso de la Biblioteca Nacional. Larish Julio | La Estrella de Panamá
La inauguración se celebró el 18 de abril. Larish Julio | La Estrella de Panamá
Actualizado
  • 21/04/2024 00:00
Creado
  • 20/04/2024 11:54

El cuarto piso de la Biblioteca Nacional alberga una exhibición que muestra el pasado, el presente y el futuro del papel de la mujer en las ciencias marinas

A lo largo de la historia, las mujeres han tenido que batallar para romper el techo de cristal en distintos campos de la vida pública, entre ellos, la ciencia. Con el objetivo de resaltar la contribución de la mujer en el campo de la oceanografía, la Biblioteca Nacional con el apoyo de la Embajada de España en Panamá muestra la exhibición Oceánicas: la mujer y la oceanografía.

La exposición está basada en un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y el Instituto Español de Oceanografía que además contó con la colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de ese país y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.

El principal objetivo de Oceánicas: la mujer y la oceanografía es divulgar la vida y obra de las científicas tanto actuales como del pasado, que están dedicadas al estudio de los océanos además de incentivar las vocaciones científicas en niñas y niños así como el fomento de la creatividad y la capacidad de decisión, y el trato igualitario con el que se puedan combatir las desigualdades de género.

Es así que diferentes láminas de historias de personajes como la botánica francesa Jeanne Baret, la primera mujer en circunnavegar los océanos, la primera comandante que dirigió la primera unidad de oceanografía de la Marina de los Estados Unidos Mary Sears y la geoquímica japonesa Katsuko Saruhashi-pionera en el estudio de los efectos de la radiación en el océano- se ven en el cuarto piso de la Biblioteca Nacional.

Fomentar la ciencia en las niñas

La coordinadora del proyecto de investigación Pioneras de la Ciencia –llevado a cabo por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales y financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología– Eugenia Rodríguez Blanco manifestó que cuando se empezaban a buscar referencias internacionales para emprender la iniciativa se fijaron en la de Oceánicos: la mujer y la oceanografía debido a su combinación de arte con la promoción del medio ambiente y la igualdad de género.

“Nosotras queremos resaltar la participación de las mujeres en la ciencia además de visibilizar, reconocer y posicionar a las mujeres en la historia de la ciencia. Pero al mismo tiempo queremos señalar cómo estas mujeres se han convertido en referentes de la biología marina para otras mujeres que busquen emprender un camino hacia las ciencias. Hay estudios que demuestran que todavía a edades muy tempranas las niñas consideran que los niños tienen más capacidades o tienen mejores condiciones para ser científicos que ellas mismas como el estudio reciente que publicó la revista Science que habla de ello. Por esto es bastante importante que combatamos los estereotipos que se forman desde la infancia a las niñas y que limitan sus expectativas en relación a la ciencia”, aseguró la antropóloga social.

En este sentido, Rodríguez Blanco consideró en conversación con La Estrella de Panamá que si las niñas se ven reflejadas en aquellas mujeres referentes en el campo de la ciencia, es más probable que se vean a ellas mismas como científicas. Por ello, el proyecto de Pioneras de la ciencia publicó en el año 2022 el libro de cuentos infantiles Pelaítas de ciencias, con el que se pone el foco particular en la infancia de pioneras científicas del país como la primera agrónoma en graduarse de la Universidad de Panamá Carmen Damaris Chea y la primera ginecóloga del país Lidia Sogandares, entre otras. Las historias fueron investigadas por Eugenia Rodríguez, Vannie Arrocha, Yolanda Marco y Patricia Rogers, y fueron escritas por Vannie Arrocha, Lucy Chau y Roxana Muñoz.

“Buscábamos reunir en una publicación a referentes panameñas para que el impacto fuese mayor más allá de Marie Curie. Para una niña que vive en Chiriquí le sería más difícil identificarse con Marie Curie que con Ligia Herrera, que fue una científica chiricana o bien con otras científicas panameñas”, explicó.

Además de garantizar un financiamiento suficiente para la ciencia, otro reto para los científicos es no solo romper con la desigualdad de género que afecta a las mujeres dentro del sector sino que la ciencia sea un lugar diverso en el que se incorporen especialistas de todos los orígenes étnico raciales.

“La inequidad hacia la mujer es la que llama más la atención porque las mujeres somos más de la mitad de la población mundial pero en Panamá ¿donde están las mujeres indígenas y las mujeres afrodescendientes así como los hombres afrodescendientes e indígenas haciendo ciencia? Ese es otro reto: incorporar a gente diversa con miradas, problemáticas y nacionalidades diversas dentro del ámbito de la ciencia para que generen conocimiento desde sus realidades e investiguen lo que les preocupa”, cuestionó la investigadora.

Por otro lado, Rodríguez Blanco adelantó a este diario que se está realizando una investigación en el marco del proyecto de Pioneras de la ciencia – de la que ya se realizó el trabajo de campo - para identificar estereotipos de género sobre la ciencia en la infancia, en el que evaluaron a niños y niñas de entre 9 y 10 años que cursaban el cuarto grado en diez escuelas públicas de diferentes provincias del país como Los Santos, Veraguas, Coclé, Chiriquí y Panamá así como la comarca Ngöbe Buglé.

Soñar en grande

La bióloga marina Catalina Gómez –quien es representante de Coiba – AIP - siempre sintió curiosidad por el mar desde muy pequeña. Esa sed por saber más por lo que se sitúa por debajo del océano la llevó a perseguir su sueño que la llevó a estudiar un doctorado en Biología Marina en la Universidad McGill de Canadá así como laborar en posiciones como las de asistente de investigación por quince años en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés), profesora asociada del Centro de Ciencias del Mar de la Universidad de Panamá y en la Fundación Islas Secas como consultora de proyectos de conservación, investigación y educación ambiental en el Golfo de Chiriquí.

“Yo nací en Bogotá, muy lejos del mar, en las montañas de Colombia y una vez al año mi familia y yo íbamos al mar. La primera vez que me puse una careta cuando era chica y vi lo que había debajo de la superficie, dije que esto es lo que quería hacer el resto de mi vida: estudiar el mar para protegerlo”, expresó Gómez.

Así mismo, la también integrante del Sistema Nacional de Investigación tiene como su principal cometido aunar las ciencias y la conservación con las políticas para que haya una sinergia entre las comunidades y las autoridades en miras a un uso sostenible de los recursos marino costeros como el manejo sostenible de la pesca artesanal. “El objetivo es usar las ciencias para saber lo que tenemos que hacer y las ciencias sociales para llegar a las comunidades para que puedan hacerlo de la mejor manera y así tener el recurso pesquero para el futuro”, agregó.

Gómez añadió que, en la actualidad, hay mucho desconocimiento sobre el océano ya que solamente se estudió el cinco del 75% que cubre el planeta, al tiempo que añadió que las herramientas que da la tecnología tales como el programa Copernicus de la Unión Europea permiten examinar diferentes variables de los océanos.

La bióloga marina destacó, por otra parte, la importancia de crear vínculos en las niñas con la naturaleza para mantener esa curiosidad a flote para que eventualmente quiera aprender más. “Hay que dar a los niños experiencias para que sientan curiosidad y quieran saber más”, expresó.

Por su parte, la bióloga marina Alexandra Guzmán Bloise en un principio se decantó por ser veterinaria pero finalmente optó por una carrera que fusionara su pasión por los animales con la curiosidad por el mar que siempre sintió desde que era una niña. “Siempre busqué ese propósito de vida que era cuidar el medio ambiente, lo que también me motivó a estudiar la biología marina desde los 16 años”, expresó la también técnica en investigación del STRI.

A lo largo de su trayectoria en la biología marina vio a diversas especies como ballenas, delfines, tortugas, peces y mantarrayas. También pudo presenciar de primera mano la contaminación marina que se evidencia en la basura flotante que se encuentra en el Océano Pacífico.

“Ver esto me da ese impulso de educar acerca de los peligros que enfrenta la vida marina no solo por la contaminación sino por los gases de efecto invernadero así como los fenómenos naturales que afectan nuestros ecosistemas como el Fenómeno del Niño y el calentamiento global que también influye, pero a pesar de todos estos problemas que los océanos enfrentan hay cosas maravillosas que todavía existen pero tenemos que salvar”, añadió Guzmán Bloise.

Guzmán Bloise le aconseja a las niñas que sueñan con ser científicas a que pierdan el miedo a escoger lo que quieran y de ir por sus sueños ya que lo que hayan escogido las va a enriquecer. “Disfrutar lo que uno hace diariamente es una fortuna y una bendición y es algo que no tiene precio”, dijo.

Diplomacia cultural

El embajador de España en Panamá Guzmán Palacios comentó en la inauguración de la exposición que la muestra exhibida en la Biblioteca Nacional supone un instrumento de diplomacia científica y cultural que busca poner en valor la lucha por la igualdad de género y la conservación del medio ambiente.

Por su parte, la directora de la Biblioteca Nacional María Magela Brenes informó que esta no será la única iniciativa que unirá el arte con la ciencia en la institución ya que el próximo 23 de abril la Embajada de España en Panamá hará una donación a la Biblioteca Nacional de réplicas de 25 volúmenes de láminas de ilustraciones del botánico José Celestino Mutis, que podrán ser consultadas por el público.