‘Ctenomys uco’, el roedor subterráneo descubierto en el Valle de Uco
- 20/10/2024 23:00
- 20/10/2024 18:41
Un equipo de investigadores descubrió una nueva especie de roedor en los viñedos del Valle de Uco, Mendoza, Argentina. El hallazgo fue parte del programa MatrizViva, que busca promover una viticultura orgánica y sostenible Una nueva especie de roedor, el Tuco-tuco, conocido científicamente como Cytenomys uco, fue encontrada recientemente por un equipo de investigadores compuesto por expertos del sector privado e instituciones públicas en Mendoza, Argentina.
El descubrimiento se realizó mientras se estudiaban insectos en los viñedos del Valle del Uco. El proyecto comenzó investigando cómo interactúan las hormigas con la cobertura vegetal en los viñedos. Sin embargo, actualmente se han sumado 15 iniciativas adicionales en la investigación. Cecilia Acosta, quien lidera el área de Investigación y Desarrollo en el Grupo Avinea, explica que el objetivo del trabajo es desarrollar soluciones que promuevan una viticultura orgánica y sostenible en Argentina.
El descubrimiento fue parte de un programa de investigación y desarrollo llamado MatrizViva, impulsado por Bodega Argento en colaboración con diversas instituciones como el Grupo Avinea, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Este programa se enfoca en áreas clave como la biodiversidad, el suelo, la vid y los recursos hídricos.
El propósito principal es aumentar la biodiversidad y mejorar la salud del suelo. Para lograrlo, el programa ha unido fuerzas con instituciones como el INTA, la UNCuyo y el Conicet, que han investigado insectos, microorganismos y la absorción de CO2, logrando avances significativos en el control de malezas y la mejora de la calidad del suelo.
Según Raquel Alvarado-Larios, becaria doctoral del Conicet en el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas, el Valle de Uco alberga una gran biodiversidad, incluyendo varias especies de mamíferos, entre ellas los tuco-tucos, que son roedores de hábitos subterráneos y cuya distribución está restringida al cono sur de Sudamérica. Este género es uno de los más diversos entre los roedores, con 69 especies descritas hasta la fecha.
El nombre científico de este roedor, Ctenomys uco, fue asignado por especialistas del Conicet y la Universidad Austral de Chile (UACh), quienes lo encontraron en la región del Valle de Uco. Se confirmó que este animal tiene al menos dos poblaciones, una en Tupungato y otra en Tunuyán.
Durante 2023, los científicos realizaron campañas de campo para estudiar los cráneos y realizar análisis genéticos de estos roedores, lo que confirmó que se trata de una nueva especie. Este hallazgo se suma al descubrimiento anterior de dos especies del mismo género en la región centro-oeste de Argentina, lo que aporta valiosa información sobre la fauna local y su diversidad.
Uno de los objetivos clave del programa MatrizViva es compartir estos conocimientos con el público general. Acosta señala que la intención es involucrar a la sociedad en este cambio y ayudarles a comprender los beneficios de la iniciativa.
Actualmente, se están llevando a cabo estudios adicionales sobre la fauna local, con especial atención a los insectos en las bandas florales. Para estos estudios, que comenzaron en octubre de 2023 en colaboración con investigadores del Conicet, se emplean técnicas de monitoreo como cámaras trampa y cajas Sherman, con el objetivo de mapear la presencia de mamíferos y micromamíferos en los viñedos orgánicos.
Más sobre este tipo de roedor El año pasado, un grupo de científicos del Conicet, en colaboración con un especialista de la UACh, logró identificar dos nuevas especies del género Ctenomys: el Ctenomys eileenae y el Ctenomys verzi, ambas nativas de la región centro-oeste de Argentina. El Ctenomys eileenae habita en las laderas andinas de La Rioja y San Juan, mientras que el Ctenomys verzi se encuentra en el suroeste de Mendoza.
El género Ctenomys, conocidos comúnmente como tuco-tucos, es un grupo de roedores histricomorfos, que incluye más de 60 especies. Se destacan por su gran cabeza en proporción al cuerpo, incisivos grandes y biselados, y un hocico aplanado. Estos animales pueden alcanzar hasta 25 cm de longitud total.
Los tuco-tucos son animales de hábitos subterráneos, excavando madrigueras donde pasan la mayor parte del tiempo. Salen al exterior solo por cortos períodos para cortar plantas y llevarlas a su madriguera, donde se alimentan. El nombre “tuco-tuco” deriva del sonido que producen en sus túneles, cuyo eco confunde su ubicación. Estas madrigueras suelen tener una entrada principal y varios agujeros de ventilación. En ocasiones, se alimentan de las raíces subterráneas de las plantas.
La mayoría de las especies de tuco-tucos son solitarias, con machos y hembras habitando madrigueras separadas.
Sin embargo, se ha descrito que algunas especies, como el Ctenomys sociabilis, son más sociales, con varias hembras compartiendo una madriguera y asociándose con machos en ciertos momentos.
Las colonias de estos roedores pueden ser pequeñas o expandirse a lo largo de varias hectáreas.
Una nueva especie de roedor, el Tuco-tuco, conocido científicamente como Cytenomys uco, fue encontrada recientemente por un equipo de investigadores compuesto por expertos del sector privado e instituciones públicas en Mendoza, Argentina.
El descubrimiento se realizó mientras se estudiaban insectos en los viñedos del Valle del Uco. El proyecto comenzó investigando cómo interactúan las hormigas con la cobertura vegetal en los viñedos. Sin embargo, actualmente se han sumado 15 iniciativas adicionales en la investigación. Cecilia Acosta, quien lidera el área de Investigación y Desarrollo en el Grupo Avinea, explica que el objetivo del trabajo es desarrollar soluciones que promuevan una viticultura orgánica y sostenible en Argentina.
El descubrimiento fue parte de un programa de investigación y desarrollo llamado MatrizViva, impulsado por Bodega Argento en colaboración con diversas instituciones como el Grupo Avinea, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA), la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Este programa se enfoca en áreas clave como la biodiversidad, el suelo, la vid y los recursos hídricos.
El propósito principal es aumentar la biodiversidad y mejorar la salud del suelo. Para lograrlo, el programa ha unido fuerzas con instituciones como el INTA, la UNCuyo y el Conicet, que han investigado insectos, microorganismos y la absorción de CO2, logrando avances significativos en el control de malezas y la mejora de la calidad del suelo.
Según Raquel Alvarado-Larios, becaria doctoral del Conicet en el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas, el Valle de Uco alberga una gran biodiversidad, incluyendo varias especies de mamíferos, entre ellas los tuco-tucos, que son roedores de hábitos subterráneos y cuya distribución está restringida al cono sur de Sudamérica. Este género es uno de los más diversos entre los roedores, con 69 especies descritas hasta la fecha.
El nombre científico de este roedor, Ctenomys uco, fue asignado por especialistas del Conicet y la Universidad Austral de Chile (UACh), quienes lo encontraron en la región del Valle de Uco. Se confirmó que este animal tiene al menos dos poblaciones, una en Tupungato y otra en Tunuyán.
Durante 2023, los científicos realizaron campañas de campo para estudiar los cráneos y realizar análisis genéticos de estos roedores, lo que confirmó que se trata de una nueva especie. Este hallazgo se suma al descubrimiento anterior de dos especies del mismo género en la región centro-oeste de Argentina, lo que aporta valiosa información sobre la fauna local y su diversidad.
Uno de los objetivos clave del programa MatrizViva es compartir estos conocimientos con el público general. Acosta señala que la intención es involucrar a la sociedad en este cambio y ayudarles a comprender los beneficios de la iniciativa.
Actualmente, se están llevando a cabo estudios adicionales sobre la fauna local, con especial atención a los insectos en las bandas florales. Para estos estudios, que comenzaron en octubre de 2023 en colaboración con investigadores del Conicet, se emplean técnicas de monitoreo como cámaras trampa y cajas Sherman, con el objetivo de mapear la presencia de mamíferos y micromamíferos en los viñedos orgánicos.
El año pasado, un grupo de científicos del Conicet, en colaboración con un especialista de la UACh, logró identificar dos nuevas especies del género Ctenomys: el Ctenomys eileenae y el Ctenomys verzi, ambas nativas de la región centro-oeste de Argentina. El Ctenomys eileenae habita en las laderas andinas de La Rioja y San Juan, mientras que el Ctenomys verzi se encuentra en el suroeste de Mendoza.
El género Ctenomys, conocidos comúnmente como tuco-tucos, es un grupo de roedores histricomorfos, que incluye más de 60 especies. Se destacan por su gran cabeza en proporción al cuerpo, incisivos grandes y biselados, y un hocico aplanado. Estos animales pueden alcanzar hasta 25 cm de longitud total.
Los tuco-tucos son animales de hábitos subterráneos, excavando madrigueras donde pasan la mayor parte del tiempo. Salen al exterior solo por cortos períodos para cortar plantas y llevarlas a su madriguera, donde se alimentan. El nombre “tuco-tuco” deriva del sonido que producen en sus túneles, cuyo eco confunde su ubicación. Estas madrigueras suelen tener una entrada principal y varios agujeros de ventilación. En ocasiones, se alimentan de las raíces subterráneas de las plantas.
La mayoría de las especies de tuco-tucos son solitarias, con machos y hembras habitando madrigueras separadas.
Sin embargo, se ha descrito que algunas especies, como el Ctenomys sociabilis, son más sociales, con varias hembras compartiendo una madriguera y asociándose con machos en ciertos momentos.
Las colonias de estos roedores pueden ser pequeñas o expandirse a lo largo de varias hectáreas.