Coaching Sistémico aplicado a la relación de pareja
- 23/02/2025 00:00
- 22/02/2025 17:31
El Coaching Sistémico no es terapia, es un buen recurso para ser aplicado a las relaciones de pareja ya que sus herramientas están enfocadas en comprender la dinámica de la relación desde una perspectiva integral, observando cómo son las contribuciones de los individuos dentro del sistema Te has preguntado alguna vez ¿para qué formamos pareja? No el por qué, que implica mirar hacia el pasado, sino el para qué, que es el propósito, que representa una mirada hacia el futuro: una nueva realidad.
El para qué formamos pareja es un tema que casi no se habla, si se pueden tener ideas al respecto: “para formar una familia, un hogar, hijos, prosperar, viajar,” por mencionar algunas citas, con estas ideas o creencias, nos lanzamos a la aventura de construir una relación de pareja, sin darnos cuenta de que todo esto es por lo que creemos que lo hacemos, y no para lo que realmente lo hacemos.
Si formamos pareja para crear una familia, tener hijos, viajar y lo logramos, entonces ¿porque algunas parejas terminan separándose? o ¿han conocido alguna pareja que siendo felices y decidan separarse? Nadie que tenga la intención o sea feliz, se separa. El propósito final de construir una relación de pareja es ser feliz, así lo declaran clientes que he acompañado en sus procesos de coaching para pareja.
El Coaching Sistémico no es terapia, es un buen recurso para ser aplicado a las relaciones de pareja ya que sus herramientas están enfocadas en comprender la dinámica de la relación desde una perspectiva integral, observando cómo son las contribuciones de los individuos dentro del sistema (pareja), que ve como un espacio relacional entre dos personas, que cada uno trae de manera independiente, individual y única sus sistema de creencia, cultura, experiencia, aprendizaje, formación, educación, etc.
A través de la implementación de las herramientas de la metodología sistémica , se puede observar que, si “algo” no funciona en la relación, ese algo/resultado es cocreado con corresponsabilidad, se acompaña al cliente (la pareja) a darse cuenta de sus contribuciones y convertir ese algo en una oportunidad de mejorar disolviendo los problemas sin tener que disolver el proyecto que un día eligieron ser y hacer.
Una primera pregunta que invita a las personas a reflexionar sobre su relación desde una perspectiva sistémica es: “¿Qué contribución necesita esta relación de cada de ustedes para que siga viva?
Algunos resultados observados son:
Cambio de enfoque: del “yo” al “nosotros” reduciendo la tendencia de culparse el uno al otro.
Conciencia sobre el rol: invita a identificar de qué forma se están relacionando y cuáles son los comportamientos alineados a su rol para reconectar con el propósito de ser pareja.
Reflexión sobre el sentido de pertenencia: acordar como ambos se sienten parte de la relación.
Exploración de necesidades del vínculo: identificar las necesidades de cada uno y de la relación.
Invitación a la acción y compromiso: hacerse cargo de cómo sus contribuciones son los pilares para construir y fortalecer su relación,
¿Para qué coaching sistémico puede ser un buen recurso en la relación de pareja?
Para identificar patrones y dinámicas repetitivas, conflictos recurrentes y malentendidos persistentes y encuentren como disolverlos
Puedan reconocer las experiencias pasadas, expectativas y comportamientos dentro de la relación que no contribuyen a construir su propósito como pareja.
Identificar y establecer límites claros que cuiden la relación de pareja.
Fomentar conversaciones que nutran la relación de pareja: alineadas a un propósito claro.
Identificar el conflicto como un síntoma que está provocando malestar en la relación.
Recuperar y fortalecer un propósito común que refuerce el sentido de unión.
Tener presente que para construir esta historia juntos no solo se trata de hacer sino de ser pareja y es posible aprender nuevas herramientas para construir un futuro juntos.
El Capítulo de Panamá de la International Coaching Federation –ICF es una asociación sin fines de lucro, comprometida con el fomento y la difusión de la práctica profesional y ética del coaching. Está afiliada a la International Coaching Federation-ICF, la organización global más grande y reconocida de Coaching.
Te has preguntado alguna vez ¿para qué formamos pareja? No el por qué, que implica mirar hacia el pasado, sino el para qué, que es el propósito, que representa una mirada hacia el futuro: una nueva realidad.
El para qué formamos pareja es un tema que casi no se habla, si se pueden tener ideas al respecto: “para formar una familia, un hogar, hijos, prosperar, viajar,” por mencionar algunas citas, con estas ideas o creencias, nos lanzamos a la aventura de construir una relación de pareja, sin darnos cuenta de que todo esto es por lo que creemos que lo hacemos, y no para lo que realmente lo hacemos.
Si formamos pareja para crear una familia, tener hijos, viajar y lo logramos, entonces ¿porque algunas parejas terminan separándose? o ¿han conocido alguna pareja que siendo felices y decidan separarse? Nadie que tenga la intención o sea feliz, se separa. El propósito final de construir una relación de pareja es ser feliz, así lo declaran clientes que he acompañado en sus procesos de coaching para pareja.
El Coaching Sistémico no es terapia, es un buen recurso para ser aplicado a las relaciones de pareja ya que sus herramientas están enfocadas en comprender la dinámica de la relación desde una perspectiva integral, observando cómo son las contribuciones de los individuos dentro del sistema (pareja), que ve como un espacio relacional entre dos personas, que cada uno trae de manera independiente, individual y única sus sistema de creencia, cultura, experiencia, aprendizaje, formación, educación, etc.
A través de la implementación de las herramientas de la metodología sistémica , se puede observar que, si “algo” no funciona en la relación, ese algo/resultado es cocreado con corresponsabilidad, se acompaña al cliente (la pareja) a darse cuenta de sus contribuciones y convertir ese algo en una oportunidad de mejorar disolviendo los problemas sin tener que disolver el proyecto que un día eligieron ser y hacer.
Una primera pregunta que invita a las personas a reflexionar sobre su relación desde una perspectiva sistémica es: “¿Qué contribución necesita esta relación de cada de ustedes para que siga viva?
Algunos resultados observados son:
Cambio de enfoque: del “yo” al “nosotros” reduciendo la tendencia de culparse el uno al otro.
Conciencia sobre el rol: invita a identificar de qué forma se están relacionando y cuáles son los comportamientos alineados a su rol para reconectar con el propósito de ser pareja.
Reflexión sobre el sentido de pertenencia: acordar como ambos se sienten parte de la relación.
Exploración de necesidades del vínculo: identificar las necesidades de cada uno y de la relación.
Invitación a la acción y compromiso: hacerse cargo de cómo sus contribuciones son los pilares para construir y fortalecer su relación,
¿Para qué coaching sistémico puede ser un buen recurso en la relación de pareja?
Para identificar patrones y dinámicas repetitivas, conflictos recurrentes y malentendidos persistentes y encuentren como disolverlos
Puedan reconocer las experiencias pasadas, expectativas y comportamientos dentro de la relación que no contribuyen a construir su propósito como pareja.
Identificar y establecer límites claros que cuiden la relación de pareja.
Fomentar conversaciones que nutran la relación de pareja: alineadas a un propósito claro.
Identificar el conflicto como un síntoma que está provocando malestar en la relación.
Recuperar y fortalecer un propósito común que refuerce el sentido de unión.
Tener presente que para construir esta historia juntos no solo se trata de hacer sino de ser pareja y es posible aprender nuevas herramientas para construir un futuro juntos.