‘Coaching’ en el retiro laboral: preparación para una vida longeva y plena
- 03/11/2024 00:00
- 02/11/2024 17:09
Estudios muestran que los programas de ‘coaching’ mejoran la satisfacción de los empleados y reducen la ansiedad en un 40 %, además de disminuir la depresión en un 34 % entre quienes participan en actividades posretiro El aumento en la esperanza de vida está transformando nuestra manera de pensar sobre el retiro laboral. Para 2050, se espera que más de 1.500 millones de personas en todo el mundo tengan más de 65 años (Organización Mundial de la Salud), y muchas de ellas vivirán más allá de los 80 o incluso 90 años. Con este cambio, el retiro ya no es solo el final de una carrera, sino el comienzo de una nueva etapa, cargada de posibilidades. El coaching se ha convertido en una herramienta clave para ayudar a las personas a navegar esta transición y rediseñar su futuro de manera consciente, aprovechando al máximo su longevidad.
Históricamente, el retiro se veía como una fase de declive, pero hoy, con los avances en salud y el aumento de la longevidad, esto ha cambiado. Según un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), la esperanza de vida ha aumentado en más de 10 años en los últimos cinco décadas, y en muchos países, la edad de jubilación ha tenido que ajustarse.
A medida que las personas viven más tiempo, el desafío no solo es mantener su salud física, sino también garantizar que sigan siendo activos y productivos. Aquí es donde el coaching entra en juego, ayudando a las personas a rediseñar sus vidas tras la jubilación.
El coaching permite a las personas redefinir sus expectativas sobre el retiro y la longevidad. Un informe de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos (SHRM) revela que los programas de transición laboral, incluidos los de coaching, mejoran la satisfacción del empleado en 40 %, al tiempo que reducen la ansiedad asociada a la jubilación. Además, investigaciones indican que los jubilados que participan en actividades de desarrollo personal o proyectos como el voluntariado tienen 34 % menos de probabilidades de padecer depresión (Harvard Health Publishing).
Las organizaciones que invierten en programas de coaching para el retiro no solo demuestran un compromiso con el bienestar de sus empleados, sino que también obtienen beneficios tangibles. Según un estudio de la consultora McKinsey, las empresas que implementan programas de retiro estructurados, incluidos planes de coaching experimentan un 25 % menos de rotación de personal y una disminución significativa en la pérdida de conocimiento crítico. Esto permite una transición más fluida y reduce los costos asociados a la contratación y formación de nuevos empleados.
Por otra parte, un informe de la Asociación Americana de Psicología indica que el 52 % de las personas que se jubilan sin una preparación adecuada, incluida la planificación emocional y financiera, experimentan niveles elevados de estrés durante los primeros años de su retiro. Aquí es donde el coaching resulta crucial, ayudando a las personas a prepararse no solo financieramente, sino también mental y emocionalmente para lo que será el resto de sus vidas. Al desarrollar nuevas aspiraciones y redefinir el propósito en esta etapa, el coaching permite un enfoque más equilibrado y positivo hacia la longevidad.
En definitiva, el coaching para el retiro y la longevidad no solo ayuda a las personas a vivir más, sino a vivir mejor. Las estadísticas son claras: quienes reciben apoyo profesional en esta etapa tienen más probabilidades de mantenerse activos, saludables y comprometidos con sus comunidades. En un mundo donde la vida laboral ya no se limita a las primeras seis décadas, la preparación mental y emocional para esta nueva fase es crucial. Tanto individuos como empresas pueden encontrar en el coaching profesional una inversión clave para un futuro más consciente, productivo y lleno de significado.
El Capítulo de Panamá de la International Coaching Federation –ICF es una asociación sin fines de lucro, comprometida con el fomento y la difusión de la práctica profesional y ética del ‘coaching’. Está afiliada a la International Coaching Federation-ICF, la organización global más grande y reconocida de ‘coaching’.
El aumento en la esperanza de vida está transformando nuestra manera de pensar sobre el retiro laboral. Para 2050, se espera que más de 1.500 millones de personas en todo el mundo tengan más de 65 años (Organización Mundial de la Salud), y muchas de ellas vivirán más allá de los 80 o incluso 90 años. Con este cambio, el retiro ya no es solo el final de una carrera, sino el comienzo de una nueva etapa, cargada de posibilidades. El coaching se ha convertido en una herramienta clave para ayudar a las personas a navegar esta transición y rediseñar su futuro de manera consciente, aprovechando al máximo su longevidad.
Históricamente, el retiro se veía como una fase de declive, pero hoy, con los avances en salud y el aumento de la longevidad, esto ha cambiado. Según un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), la esperanza de vida ha aumentado en más de 10 años en los últimos cinco décadas, y en muchos países, la edad de jubilación ha tenido que ajustarse.
A medida que las personas viven más tiempo, el desafío no solo es mantener su salud física, sino también garantizar que sigan siendo activos y productivos. Aquí es donde el coaching entra en juego, ayudando a las personas a rediseñar sus vidas tras la jubilación.
El coaching permite a las personas redefinir sus expectativas sobre el retiro y la longevidad. Un informe de la Sociedad para la Gestión de Recursos Humanos (SHRM) revela que los programas de transición laboral, incluidos los de coaching, mejoran la satisfacción del empleado en 40 %, al tiempo que reducen la ansiedad asociada a la jubilación. Además, investigaciones indican que los jubilados que participan en actividades de desarrollo personal o proyectos como el voluntariado tienen 34 % menos de probabilidades de padecer depresión (Harvard Health Publishing).
Las organizaciones que invierten en programas de coaching para el retiro no solo demuestran un compromiso con el bienestar de sus empleados, sino que también obtienen beneficios tangibles. Según un estudio de la consultora McKinsey, las empresas que implementan programas de retiro estructurados, incluidos planes de coaching experimentan un 25 % menos de rotación de personal y una disminución significativa en la pérdida de conocimiento crítico. Esto permite una transición más fluida y reduce los costos asociados a la contratación y formación de nuevos empleados.
Por otra parte, un informe de la Asociación Americana de Psicología indica que el 52 % de las personas que se jubilan sin una preparación adecuada, incluida la planificación emocional y financiera, experimentan niveles elevados de estrés durante los primeros años de su retiro. Aquí es donde el coaching resulta crucial, ayudando a las personas a prepararse no solo financieramente, sino también mental y emocionalmente para lo que será el resto de sus vidas. Al desarrollar nuevas aspiraciones y redefinir el propósito en esta etapa, el coaching permite un enfoque más equilibrado y positivo hacia la longevidad.
En definitiva, el coaching para el retiro y la longevidad no solo ayuda a las personas a vivir más, sino a vivir mejor. Las estadísticas son claras: quienes reciben apoyo profesional en esta etapa tienen más probabilidades de mantenerse activos, saludables y comprometidos con sus comunidades. En un mundo donde la vida laboral ya no se limita a las primeras seis décadas, la preparación mental y emocional para esta nueva fase es crucial. Tanto individuos como empresas pueden encontrar en el coaching profesional una inversión clave para un futuro más consciente, productivo y lleno de significado.