Especies migratorias, entre los peligros ambientales y la amenaza de extinción
- 20/02/2024 00:00
- 19/02/2024 21:19
Una de cada cinco especies de la Convención de Especies Migratorias (CMS, por sus siglas en inglés) está experimentando disminuciones de población, es lo que determina el primer reporte sobre el ‘Estado de las especies migratorias en el mundo’.
El 82% de estas especies que se hallan en el apéndice I del listado de fauna migratoria, incluyendo mamíferos como el manatí antillano que tiene presencia en Panamá, se encuentra amenazado de extinción; mientras que un 76% tienen tendencia a la disminución de su población.
Por su parte, los animales que forman parte del apéndice II están amenazados a nivel mundial en un 18%, y muestran tendencias decrecientes de su población en el 42% de sus especies.
Actualmente la fauna migratoria amenazada representa un 50% de mamíferos tanto terrestres como acuáticos, alrededor del 20% de aves, un poco más del 60% de reptiles y un 97% de peces incluidos en el listado de la CMS.
Además, el informe encontró 399 especies migratorias globalmente amenazadas y casi amenazadas que aún no forman parte de los apéndices de la CMS y podrían beneficiarse de la protección internacional que brinda este convenio.
“El deterioro del estado de las especies migratorias está siendo impulsado por intensos niveles de presión antropogénica. Debido a su movilidad, su dependencia de múltiples hábitats y su dependencia de la conectividad entre diferentes sitios, las especies migratorias están expuestas a una amplia gama de amenazas causadas por la actividad humana”, es lo que especifica el reporte.
Gran parte de este tipo de fauna se ve afectado por una combinación de amenazas que interactúan para exacerbarse entre sí: la pérdida, degradación y fragmentación del hábitat, impulsadas principalmente por la agricultura y la sobreexplotación representada en actividades como la caza o la pesca, son algunos ejemplos generales de las amenazas que enfrentan las especies migratorias, según la Lista Roja de Especies Amenazadas.
Otro peligro que afecta a las especies migratorias es los obstáculos creados debido a infraestructuras físicas como carreteras, ferrocarriles, cercas o barreras no físicas, como el desarrollo industrial o el tráfico marítimo, que restringen el movimiento natural de este tipo de animales.
Al no permitir el movimiento de animales migratorios, los crecientes impactos antropogénicos en corredores migratorios vitales y sitios de escala representan una amenaza significativa para el fenómeno de la migración en sí.
En el informe también se hizo hincapié en el papel que tiene el cambio climático como amenaza directa de las especies migratorias y “amplificador” de otras amenazas a esta fauna como la contaminación o las especies invasoras.
Los expertos esperan que el impacto que tiene este fenómeno en la biodiversidad aumente en las próximas décadas, lo que podría provocar cambios en el proceso de migración de estos animales y por consiguiente afectar su estilo de vida incluso llegando a sesgar la proporción de los sexos debido a las altas temperaturas.
También se podría reducir el tiempo disponible para la búsqueda de alimento, debido a que hay especies que suelen alimentarse en condiciones de calor extremo y tienen a sus crías en temporadas más cálidas.
El lado positivo
A pesar de las condiciones actuales de muchas de las especies, este informe también destaca que es posible la recuperación de la población de la fauna migratoria que se halla en peligro de extinción siempre y cuando exista una fuerte acción coordinada multinivel.
Algunas de las historias de éxito incluyen la recuperación de las aves en Chipre, gracias a acciones locales concentradas en prohibir las redes ilegales contra aves y el trabajo de conservación y restauración en Kazajstán, que sacó a especies como el antílope de Saiga de la extinción.
Además, se establecieron recomendaciones prioritarias que incluyen fortalecer y ampliar los esfuerzos para abordar la captura ilegal e insostenible de especies migratorias, aumentar las acciones para identificar, proteger y gestionar mejor sitios importantes para las especies migratorias y abordar la contaminación lumínica, acústica, química y plástica.
Todo esto significa que se necesita más trabajo para identificar los hábitats y sitios críticos para las especies migratorias, además de realizar procesos de identificación de sitios prioritarios relevantes para grupos taxonómicos específicos, lo que también puede apoyar los esfuerzos de CMS para identificar y proteger sitios clave.
Esto es esencial para identificar las amenazas que tienen lugar y sus impactos en las especies y los ecosistemas. Estos esfuerzos son necesarios para priorizar las acciones de conservación, evaluar la efectividad de las intervenciones de manejo y ayudar a identificar cualquier impulsor del cambio poblacional en las especies incluidas en los apéndices de la CMS.