Amor en la oficina: más de la mitad de los panameños consiguen pareja en su lugar de trabajo
- 11/02/2025 00:00
- 10/02/2025 19:18
Un estudio detalló sobre las relaciones amorosas que se pueden formar en los puestos de empleo, sus efectos en la productividad y los resultados que ha tenido en la pareja. Psicólogo comparte a qué se debe este escenario y cómo abordarlo de la mejor manera. Un estudio compartido el 7 de febrero por Konzerta llamado “Match en el trabajo”, reveló que el 51 % de las personas en Panamá se enamoró en su lugar de empleo. El 80% de quienes vivieron dicha experiencia, aseguró que sus sentimientos fueron reciprocados, en comparación al 20% que afirmó que no fue así.
En cuanto a lo que se desarrolló con base en esos sentimientos, el estudio compartió que el 37 % de los encuestados mantuvo una relación amorosa con el/la colaborador(a), el 20 % tuvo citas en algunas ocasiones y el 19 % reveló que formó una familia.
El psicólogo Tomás Rincón le explicó a La Estrella de Panamá que “durante la vida adulta, el entorno laboral es en el que más tiempo pasamos y compartimos con otras personas con más frecuencia. Hay muchas horas en común, pasas tiempo con compañeros y de ahí se empieza a generar cierta atracción y se construyen lazos distintos”, dijo.
Para el estudio se entrevistó a 3.373 personas trabajadoras y especialistas en recursos humanos de Panamá, Chile, Ecuador, Argentina y Perú.
Dichas relaciones amorosas surgieron de distintas formas: el 51 % la mantuvo en secreto, el 35 % de las personas dijo que era conocida por pocas personas del trabajo y el 14 % expresó que fue totalmente pública.
“Es posible, pero en muchas ocasiones, separar lo personal de lo profesional es muy difícil”, aseguró Rincón. “Esto también depende en el nivel de tolerancia, madurez y equilibrio emocional que tengan las dos personas”, agregó.
Efectos Por otro lado, se estudiaron los efectos positivos y negativos que resultaron de dichas relaciones. Konzerta mostró que el 40 % de las personas trabajadoras tuvo un desenlace favorable mientras que el 60 % expresó lo contrario.
En cuanto a lo positivo, el 26 % de los encuestados experimentó un aumento en su productividad, el 22% notó una reducción en el estrés laboral, el 18% mejoró su motivación, el 13% recibió apoyo emocional y el último 13% fomentó la colaboración.
Del otro lado de la moneda se encuentran las partes oscuras: el 37 % de los colaboradores de un trabajo consideró que una relación dentro de su lugar de empleo afectó su reputación, el 25 % sufrió distracciones frecuentemente, un 13 % enfrentó conflictos emocionales, otro 13 % percibió una reducción en su productividad y 12 % experimentó tensiones con su equipo de trabajo.
“Hay muchas reglas que se deben establecer en caso tal se inicie una relación amorosa entre dos colaboradores y el lugar de trabajo lo permita”, afirmó el psicólogo. “La vida de pareja lleva altibajos y es importante que ambos conversen y marquen los límites desde el comienzo y, por sobre todo, mantengan el profesionalismo dentro de la empresa”.
El estudio profundizó además que el 23 % de las personas que experimentaron una relación amorosa con alguien de su mismo trabajo descubrió inconvenientes relacionados como que los directivos no avalan las relaciones amorosas en el trabajo (42 %), rumores o comentarios entre las demás personas (25 %), dificultad para separar lo personal de lo profesional (9 %), discriminación o trato desigual (8 %), problemas de comunicación (8 %) y falta de concentración (8 %).
Manejo De acuerdo con los resultados, el 68 % de las personas trabajadoras afirmó no recibir ningún tipo de información por parte de la compañía sobre cómo manejar las relaciones amorosas dentro del lugar de empleo. Panamá y Ecuador presentan el porcentaje más bajo de la región, mientras que le superan Argentina con 84%, Chile con 80 % y Perú con 73 %.
En cuanto a la posición de las empresas sobre las relaciones amorosas entre sus colaboradores, el 38 % la definió como prohibida, el 31 % señaló que no existe una política formal al respecto, el 13 % mencionó la existencia de un protocolo específico, el 10 % indicó que las relaciones amorosas en el área laboral, un 6 % dijo que de presentarse la situación, debían notificar a recursos humanos y 2 % expresó que las relaciones entre supervisores y subalternos están prohibidas.
En el escenario nacional, Konzerta detalló que el 53 % de las empresas del país cuentan con políticas específicas sobre las relaciones amorosas dentro del entorno laboral. Por otro lado, el 47% carece de ellas.
“Hay muchas empresas que han tenido que aceptar la formación de parejas, pero siempre y cuando no trabajen en la misma área ni haya conflicto de interés”, explicó la gerente de recursos humanos de una empresa nacional que prefirió permanecer en el anonimato.
Aun así, el país sigue oponiéndose a las relaciones entre líderes y subordinados. La fuente dijo que esto se debe a que en algunos casos “la gestión que realice el jefe o las decisiones que tome, pueden estar influenciadas por si tiene alguna pareja o no”.
“Hay otra realidad y es que pasamos más tiempo en el trabajo que en nuestros hogares. Muchas empresas en lugar de prohibirlo, regulan el escenario con ciertas reglas. En otros casos, por lo general en compañías más tradicionales, se escoge cuál de las dos personas debe abandonar las instalaciones ya que se desea mantener el orden”, dijo la fuente.
Profundizando sobre este escenario, el 61 % prohíbe cualquier vínculo romántico entre sus integrantes; el 26 % las permite bajo ciertas condiciones o restricciones específicas, como informar a recursos humanos o contar con el consentimiento claro de ambas partes; el 9% no interviene en las relaciones, aunque se mantiene alerta ante posibles casos de acoso, abuso o vínculos entre líderes y sus subalternos, y un 4 % permite estas relaciones amorosas sin imponer restricciones o condiciones específicas.
Un estudio compartido el 7 de febrero por Konzerta llamado “Match en el trabajo”, reveló que el 51 % de las personas en Panamá se enamoró en su lugar de empleo. El 80% de quienes vivieron dicha experiencia, aseguró que sus sentimientos fueron reciprocados, en comparación al 20% que afirmó que no fue así.
En cuanto a lo que se desarrolló con base en esos sentimientos, el estudio compartió que el 37 % de los encuestados mantuvo una relación amorosa con el/la colaborador(a), el 20 % tuvo citas en algunas ocasiones y el 19 % reveló que formó una familia.
El psicólogo Tomás Rincón le explicó a La Estrella de Panamá que “durante la vida adulta, el entorno laboral es en el que más tiempo pasamos y compartimos con otras personas con más frecuencia. Hay muchas horas en común, pasas tiempo con compañeros y de ahí se empieza a generar cierta atracción y se construyen lazos distintos”, dijo.
Para el estudio se entrevistó a 3.373 personas trabajadoras y especialistas en recursos humanos de Panamá, Chile, Ecuador, Argentina y Perú.
Dichas relaciones amorosas surgieron de distintas formas: el 51 % la mantuvo en secreto, el 35 % de las personas dijo que era conocida por pocas personas del trabajo y el 14 % expresó que fue totalmente pública.
“Es posible, pero en muchas ocasiones, separar lo personal de lo profesional es muy difícil”, aseguró Rincón. “Esto también depende en el nivel de tolerancia, madurez y equilibrio emocional que tengan las dos personas”, agregó.
Por otro lado, se estudiaron los efectos positivos y negativos que resultaron de dichas relaciones. Konzerta mostró que el 40 % de las personas trabajadoras tuvo un desenlace favorable mientras que el 60 % expresó lo contrario.
En cuanto a lo positivo, el 26 % de los encuestados experimentó un aumento en su productividad, el 22% notó una reducción en el estrés laboral, el 18% mejoró su motivación, el 13% recibió apoyo emocional y el último 13% fomentó la colaboración.
Del otro lado de la moneda se encuentran las partes oscuras: el 37 % de los colaboradores de un trabajo consideró que una relación dentro de su lugar de empleo afectó su reputación, el 25 % sufrió distracciones frecuentemente, un 13 % enfrentó conflictos emocionales, otro 13 % percibió una reducción en su productividad y 12 % experimentó tensiones con su equipo de trabajo.
“Hay muchas reglas que se deben establecer en caso tal se inicie una relación amorosa entre dos colaboradores y el lugar de trabajo lo permita”, afirmó el psicólogo. “La vida de pareja lleva altibajos y es importante que ambos conversen y marquen los límites desde el comienzo y, por sobre todo, mantengan el profesionalismo dentro de la empresa”.
El estudio profundizó además que el 23 % de las personas que experimentaron una relación amorosa con alguien de su mismo trabajo descubrió inconvenientes relacionados como que los directivos no avalan las relaciones amorosas en el trabajo (42 %), rumores o comentarios entre las demás personas (25 %), dificultad para separar lo personal de lo profesional (9 %), discriminación o trato desigual (8 %), problemas de comunicación (8 %) y falta de concentración (8 %).
De acuerdo con los resultados, el 68 % de las personas trabajadoras afirmó no recibir ningún tipo de información por parte de la compañía sobre cómo manejar las relaciones amorosas dentro del lugar de empleo. Panamá y Ecuador presentan el porcentaje más bajo de la región, mientras que le superan Argentina con 84%, Chile con 80 % y Perú con 73 %.
En cuanto a la posición de las empresas sobre las relaciones amorosas entre sus colaboradores, el 38 % la definió como prohibida, el 31 % señaló que no existe una política formal al respecto, el 13 % mencionó la existencia de un protocolo específico, el 10 % indicó que las relaciones amorosas en el área laboral, un 6 % dijo que de presentarse la situación, debían notificar a recursos humanos y 2 % expresó que las relaciones entre supervisores y subalternos están prohibidas.
En el escenario nacional, Konzerta detalló que el 53 % de las empresas del país cuentan con políticas específicas sobre las relaciones amorosas dentro del entorno laboral. Por otro lado, el 47% carece de ellas.
“Hay muchas empresas que han tenido que aceptar la formación de parejas, pero siempre y cuando no trabajen en la misma área ni haya conflicto de interés”, explicó la gerente de recursos humanos de una empresa nacional que prefirió permanecer en el anonimato.
Aun así, el país sigue oponiéndose a las relaciones entre líderes y subordinados. La fuente dijo que esto se debe a que en algunos casos “la gestión que realice el jefe o las decisiones que tome, pueden estar influenciadas por si tiene alguna pareja o no”.
“Hay otra realidad y es que pasamos más tiempo en el trabajo que en nuestros hogares. Muchas empresas en lugar de prohibirlo, regulan el escenario con ciertas reglas. En otros casos, por lo general en compañías más tradicionales, se escoge cuál de las dos personas debe abandonar las instalaciones ya que se desea mantener el orden”, dijo la fuente.
Profundizando sobre este escenario, el 61 % prohíbe cualquier vínculo romántico entre sus integrantes; el 26 % las permite bajo ciertas condiciones o restricciones específicas, como informar a recursos humanos o contar con el consentimiento claro de ambas partes; el 9% no interviene en las relaciones, aunque se mantiene alerta ante posibles casos de acoso, abuso o vínculos entre líderes y sus subalternos, y un 4 % permite estas relaciones amorosas sin imponer restricciones o condiciones específicas.