Rubio habla de amistad mientras Panamá acepta recibir más migrantes
- 04/02/2025 00:00
- 03/02/2025 19:05
El secretario de Estado de EE.UU. fue testigo de la partida de un vuelo de repatriación de migrantes colombianos. Habló sobre cooperación y amistad, pero se fue sin responder una sola pregunta Esposas, cintillos verdes, discursos de cartón y hermetismo mediático. Este lunes 3 de febrero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fue llevado al aeropuerto Marcos A. Gelabert para que fuera testigo, por cinco minutos, de cómo un grupito de migrantes colombianos era subido a un avión con destino a Medellín en el vuelo número 44 de repatriación.
La caravana de diplomáticos, asesores, equipo de comunicación y medios nacionales e internacionales cruzó de la pista a una salita desde donde darían declaraciones las figuras principales.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, también estuvo allí. Soltó dos oraciones con la rigidez de un oficial en guardia, detallando información del vuelo antes de pasar el micrófono a Rubio.
En el discurso de Rubio no había nada del discurso incendiario de su presidente Donald Trump, quien ha dicho que Estados Unidos se ha convertido en un “tinaco para la basura del mundo”, recibiendo “asesinos a sangre fría”, muchos de los cuales “ni son personas” y que “están destruyendo la sangre de nuestro país”.
En lugar de eso, Rubio adoptó para la calurosa tarde de lunes un tono empático y humanitario.
“Lo que ha pasado en este hemisferio con la inmigración masiva es muy lamentable, es una tragedia. Tenemos que personas parte de este proceso en muchos casos son víctimas o han sido victimizadas a través de esa vía irregular que ha creado problemas para muchos países en la región”, declaró Rubio. “Entendemos también de parte de Estados Unidos que la mayoría de las personas que entran por acá realmente tienen destino de eventualmente llegar a Estados Unidos. Así que hasta cierto punto nuestra frontera no empieza con Texas y México, empieza mucho antes”, añadió.
El secretario de Estado destacó que entre las personas que se estaban repatriando había varios criminales, y que la cooperación en el traslado de migrantes evitaría que estos sujetos generen problemas en Panamá, Estados Unidos u otros países.
“Hemos trabajado muy duro, muy fuerte y muy juntos y vamos a seguir haciendo eso como parte de muchísimas cosas con la cual cooperamos muy fuertemente con nuestros amigos y aliados acá en este Gobierno de Panamá”, concluyó, y salió casi corriendo, haciendo caso omiso a los periodistas que, contra las indicaciones del equipo de protocolo, le gritaban preguntas en inglés y en español. La única comunicación sería el discurso preparado.
Los repatriados En total, 43 extranjeros abordaron el avión con destino a Colombia. De ellos, 36 fueron deportados (26 hombres y 10 mujeres) y 7 expulsados (6 hombres y 1 mujer). Llegaron en un autobús del Servicio Nacional de Migración, que brillaba de un blanco reluciente para la ocasión. Bajaron en grupos, algunos en chancleta y camiseta, mujeres en jeans o pantalones de ejercicio. A la distancia se podían ver marcas que los diferenciaban. Algunos portaban pulseras verdes como si vinieran de un hotel todo incluido o de una discoteca; otros caminaban con las manos atadas y la cabeza baja.
De acuerdo con las autoridades de seguridad, se encontraban allí por cometer delitos y faltas como trata de personas, agresión sexual, delitos relacionados con drogas y evasión de puestos de control.
Panamá ha aceptado recibir más migrantes provenientes de Estados Unidos. El presidente de la República, José Raúl Mulino, declaró el fin de semana que se acordó coordinar vuelos de migrantes a Metetí, en la provincia de Darién. Estados Unidos ayudaría con los fondos necesarios para habilitar la pista de aterrizaje y apoyaría con la logística del transporte.
Quedan preguntas pendientes, cómo ¿qué tanta presencia tendrá Estados Unidos en el sitio? ¿Se trata de una base militar? ¿Adónde irían y que pasaría con los migrantes si Nicolás Maduro decide no aceptar los vuelos? Lo que se sabe es que esta es una más de las muchas concesiones hechas por Panamá ante las exigencias de Estados Unidos. A pesar de que Mulino repite que la soberanía de Panamá no está en discusión, tras la visita de Rubio se acordó recibir migrantes, no renovar el memorando de entendimiento con China, dar visitas guiadas y explicaciones de las operaciones del Canal a miembros del Gobierno estadounidense y otorgar paso prioritario a las embarcaciones militares estadounidenses.
Mientras Rubio habla de amistad y cooperación, en el aire sigue la espada damocliana de Trump: o hacemos caso o viene el castigo, incluso la toma a la fuerza del Canal. “El secretario Rubio dejó en claro que este statu quo es inaceptable y que, a falta de cambios inmediatos, Estados Unidos tendría que tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el Tratado”, sentenció el comunicado oficial compartido del ahora amigo Rubio.
El medio internacional Bloomberg comunicó, citando fuentes estadounidenses, que Panamá cedería el paso gratuito de buques militares de Estados Unidos. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) oficialmente ha reconocido que darán paso prioritario, pero no han confirmado ni desmentido las afirmaciones sobre el paso gratuito por la vía interoceánica.
marco rubiosec. de estado de ee.uu.Hemos trabajado muy duro, muy fuerte, muy juntos y vamos a seguir haciendo eso, cooperando muy fuertemente como parte de muchísimas cosas con nuestros amigos y aliados en este gobierno de Panamá”.
Esposas, cintillos verdes, discursos de cartón y hermetismo mediático. Este lunes 3 de febrero, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fue llevado al aeropuerto Marcos A. Gelabert para que fuera testigo, por cinco minutos, de cómo un grupito de migrantes colombianos era subido a un avión con destino a Medellín en el vuelo número 44 de repatriación.
La caravana de diplomáticos, asesores, equipo de comunicación y medios nacionales e internacionales cruzó de la pista a una salita desde donde darían declaraciones las figuras principales.
El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, también estuvo allí. Soltó dos oraciones con la rigidez de un oficial en guardia, detallando información del vuelo antes de pasar el micrófono a Rubio.
En el discurso de Rubio no había nada del discurso incendiario de su presidente Donald Trump, quien ha dicho que Estados Unidos se ha convertido en un “tinaco para la basura del mundo”, recibiendo “asesinos a sangre fría”, muchos de los cuales “ni son personas” y que “están destruyendo la sangre de nuestro país”.
En lugar de eso, Rubio adoptó para la calurosa tarde de lunes un tono empático y humanitario.
“Lo que ha pasado en este hemisferio con la inmigración masiva es muy lamentable, es una tragedia. Tenemos que personas parte de este proceso en muchos casos son víctimas o han sido victimizadas a través de esa vía irregular que ha creado problemas para muchos países en la región”, declaró Rubio. “Entendemos también de parte de Estados Unidos que la mayoría de las personas que entran por acá realmente tienen destino de eventualmente llegar a Estados Unidos. Así que hasta cierto punto nuestra frontera no empieza con Texas y México, empieza mucho antes”, añadió.
El secretario de Estado destacó que entre las personas que se estaban repatriando había varios criminales, y que la cooperación en el traslado de migrantes evitaría que estos sujetos generen problemas en Panamá, Estados Unidos u otros países.
“Hemos trabajado muy duro, muy fuerte y muy juntos y vamos a seguir haciendo eso como parte de muchísimas cosas con la cual cooperamos muy fuertemente con nuestros amigos y aliados acá en este Gobierno de Panamá”, concluyó, y salió casi corriendo, haciendo caso omiso a los periodistas que, contra las indicaciones del equipo de protocolo, le gritaban preguntas en inglés y en español. La única comunicación sería el discurso preparado.
En total, 43 extranjeros abordaron el avión con destino a Colombia. De ellos, 36 fueron deportados (26 hombres y 10 mujeres) y 7 expulsados (6 hombres y 1 mujer). Llegaron en un autobús del Servicio Nacional de Migración, que brillaba de un blanco reluciente para la ocasión. Bajaron en grupos, algunos en chancleta y camiseta, mujeres en jeans o pantalones de ejercicio. A la distancia se podían ver marcas que los diferenciaban. Algunos portaban pulseras verdes como si vinieran de un hotel todo incluido o de una discoteca; otros caminaban con las manos atadas y la cabeza baja.
De acuerdo con las autoridades de seguridad, se encontraban allí por cometer delitos y faltas como trata de personas, agresión sexual, delitos relacionados con drogas y evasión de puestos de control.
Panamá ha aceptado recibir más migrantes provenientes de Estados Unidos. El presidente de la República, José Raúl Mulino, declaró el fin de semana que se acordó coordinar vuelos de migrantes a Metetí, en la provincia de Darién. Estados Unidos ayudaría con los fondos necesarios para habilitar la pista de aterrizaje y apoyaría con la logística del transporte.
Quedan preguntas pendientes, cómo ¿qué tanta presencia tendrá Estados Unidos en el sitio? ¿Se trata de una base militar? ¿Adónde irían y que pasaría con los migrantes si Nicolás Maduro decide no aceptar los vuelos? Lo que se sabe es que esta es una más de las muchas concesiones hechas por Panamá ante las exigencias de Estados Unidos. A pesar de que Mulino repite que la soberanía de Panamá no está en discusión, tras la visita de Rubio se acordó recibir migrantes, no renovar el memorando de entendimiento con China, dar visitas guiadas y explicaciones de las operaciones del Canal a miembros del Gobierno estadounidense y otorgar paso prioritario a las embarcaciones militares estadounidenses.
Mientras Rubio habla de amistad y cooperación, en el aire sigue la espada damocliana de Trump: o hacemos caso o viene el castigo, incluso la toma a la fuerza del Canal. “El secretario Rubio dejó en claro que este statu quo es inaceptable y que, a falta de cambios inmediatos, Estados Unidos tendría que tomar las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el Tratado”, sentenció el comunicado oficial compartido del ahora amigo Rubio.
El medio internacional Bloomberg comunicó, citando fuentes estadounidenses, que Panamá cedería el paso gratuito de buques militares de Estados Unidos. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) oficialmente ha reconocido que darán paso prioritario, pero no han confirmado ni desmentido las afirmaciones sobre el paso gratuito por la vía interoceánica.