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Mujeres afrocaribeñas, el motor de la Zona del Canal

University of Florida Smathers Library
ACP
Actualizado
  • 28/07/2024 00:00
Creado
  • 27/07/2024 18:09

Las mujeres negras fueron una parte importante de la construcción del Canal de Panamá, aunque parte de su historia se mantiene invisible, más voces de expertos esclarecen la realidad de lo que vivían en la Zona del Canal

La mujer afrodescendiente ha tenido un rol importante en diferentes áreas de la sociedad panameña y el Canal de Panamá así como su construcción no queda exento de esto. De hecho, las mujeres negras, específicamente las afroantillanas fueron fundamentales para la realización de esta obra a pesar de la discriminación y el sexismo del que fueron víctimas.

Aunque en un principio, la Comisión del Canal Ístimico (ICC, por sus siglas en inglés) consideraba que no era apropiado que mujeres formaran parte de la Zona del Canal, fueron las protestas de hombres del gold y silver roll, que en las condiciones deplorables de trabajo en la zona amenazaron con renunciar, las que convencieron a las autoridades estadounidenses.

Estos decían que si no podían traer a sus mujeres o si no había mujeres dentro del espacio de la Zona del Canal y la construcción del Canal renunciarían. Hasta ese momento las únicas mujeres que formaban parte de la Zona del Canal eran mujeres blancas dedicadas a la enfermería pero con el tiempo llegaron mujeres solteras afrocaribeñas a la construcción y se unieron en matrimonios con otros obreros.

Sin embargo, ese no fue su único aporte a la sociedad zoneíta. “Limitarse a creer que esta fue la única contribución de las mujeres afrocaribeñas es sexista y reduccionista. Lo traigo a colación porque siempre cuando se habla de la historia afroantillana se habla de que las mujeres solo vinieron aquí para casarse, pero fue mucho más que esto, sin las mujeres afrocaribeñas la construcción del Canal de Panamá no hubiese sido posible”, destaca Nina Marie Ottey, activista social y gestora cultural afropanameña experta en el tema.

Ottey ofreció una charla centrada en la historia de mujeres afrocaribeñas y su llegada a Panamá para el trabajo en el Canal Interoceánico, en la última edición de ‘Diálogos en el Museo’ del Museo del Canal.

Su rol dentro de la Zona del Canal

Las primeras mujeres que llegaron a la Zona del Canal estaban encargadas del cuidado de los hogares del gold y silver roll. Eran lavanderas, cocineras y modistas, muchas de ellas trabajaban para las familias estadounidenses, mientras que algunas se dedicaron a la venta de productos alimenticios y productos agrícolas.

De acuerdo al libro Dying to better themselves: West Indians and the Building of the Panama Canal de Olive Senior, también llegó otro grupo de afrocaribeñas importantes para la Zona del Canal y la construcción del Canal Interoceánico.

Estas constituyeron una clase élite entre el silver roll y se desempeñaban como maestras, empresarias, secretarias, hoteleras, matronsa y oficinistas. Jane Hubb y Hannah Webser fueron son agunos ejemplos de estas.

Seniortambién explicaba dentro del libro que muchas de ellas provenían de la isla de Jamaica con altos niveles de alfabetización y formación, de hecho, las mujeres eran las más alfabetizadas en la isla en ese momento. Por esto en Jamaica se desempeñaban como operadoras, telefonistas y mecanógrafas y trajeron todo ese conocimiento a Panamá cuando llegaron a la Zona del Canal.

Las mujeres emprendedoras y dueñas de tierras también formaban parte de esta población. La autora Joan Flores Villalobos lo menciona en su libro The Silver Women: How Black Women’s Labor Made the Panama Canal. Estas eran las mujeres que trabajaban la tierra y practicaban los trabajos agrícolas, que ya realizaban ellas en las islas de donde provenían, como la isla de Barbados.

Entre ellas se encuentran Mariam Collinson y Caroline Low, quienes crearon grandes redes comerciales dentro de la Zona del Canal utilizando sus granjas y proporcionando este servicio.

Sin embargo, las empresarias no eran contadas dentro del censo de la población de la Zona ya que mantenían un estado de informalidad en su trabajo, lo que Ottey relaciona a la actualidad en la que muchas microempresarias afropanameñas siguen en el mismo estado laboral.

Los desafíos

La hipersexualización y discriminación fueron parte de la narrativa que se les atibuyó a las mujeres afrocaribeñas y su llegada a Panamá por parte de los estadounidenses. Unas de las primeras delegaciones afrocaribeñas en llegar fue la de alrededor de 250 mujeres martiniquesas que habían sido reclutadas como lavanderas, pero según los estadounidenses estas eran inmorales y solo habían llegado en calidad de trabajadoras sexuales.

“Las empezaron a sexualizar ya que a diferencia de otras mujeres afrocaribeñas ellas llegaban con sus trajes tradicionales. Esto también logró que fueran mal vistas por las mujeres blancas”, dijo Ottey.

Y aunque algunas sí llegaron con este fin, no fue a lo único a lo que llegaron a Panamá, pero las personas que venían desde los Estados Unidos para trabajar en el Canal venían con las ideas de las políticas de Jim Crow, que buscaban sexualizar y avergonzar a este tipo de mujeres.

Muchas de estas mujeres fueron detenidas injustamente por haber sido considerada inmorales y estuvieron en campos de extrema vigilancia de la policía para su investigación.

Otro tipo de desafíos que tuvieron que enfrentar las mujeres afrocaribeñas en la Zona del Canal fueron las mala condiciones laborales, como los salarios precarios. Por ejemplo, las cuidadoras podían ganar entre 12 a 15 dólares americanos al mes, a diferencia de su contraparte masculina que recibían el doble.

El don de la resiliencia

Sin embargo, fueron mujeres resilientes y crearon su propio sistema económico dentro de la Zona del Canal como mecanismo de supervivencia. La mayoría no se dedicaba a un solo trabajo sino que tenían múltiples empleos para poder subsistir.

El trato discriminatorio por mujeres del gold roll y las acusaciones de ser muy sexuales o poco aseadas así como las tratos barbáricos fue parte del día a día de las afrocaribeñas que trabajaban en la Zona, pero según Ottey estas nunca fueron complacientes ni se dejaron denigrar de las mujeres blancas, quienes “trataban de ponerlas en su lugar”.

Esto se debía a que ya venían con una mentalidad de empoderamiento de sus territorios natales. Estas siempre trataron de ser mediadoras y con una mentalidad de empresarias llegar a acuerdos con sus jefes para mejores tratos y salarios así como afirmar su autonomía.

Nina Marie Ottey,
Activista social y gestora cultural afropanameña.
Limitarse a creer que esta fue la única contribución de las mujeres afrocaribeñas es sexista y reduccionista. Lo traigo a colación porque siempre cuando se habla de la historia afroantillana se habla de que las mujeres solo vinieron aquí para casarse, pero fue mucho más que esto, sin las mujeres afrocaribeñas la construcción del Canal de Panamá no hubiese sido posible”,