Narciso Arellano: ‘En el Tribunal Electoral es importante evitar las presiones políticas’
- 20/01/2025 00:21
- 19/01/2025 17:11
El nuevo magistrado y presidente del Tribunal Electoral (TE), Narciso J. Arellano Moreno, asumió el cargo con el compromiso de restaurar la confianza de los ciudadanos en la institución. En su primera entrevista, concedida en exclusiva a La Estrella de Panamá, reconoció que la percepción pública sobre el Tribunal enfrenta desafíos en los últimos años.
Además, Arellano Moreno presidirá la Comisión de Reformas Electorales, encargada de analizar temas clave para las elecciones generales de 2029. En la entrevista se aborda el tema de las reformas a la Constitución, la opinión del magistrado sobre la segunda vuelta electoral, el voto plancha, la paridad de género y la reducción de la Asamblea Nacional.
También, el nuevo inquilino del Tribunal Electoral habla de la importancia de la transparencia y de la participación ciudadana en el proceso de reforma al Código Electoral, que se deberá empezar a debatir en los próximos meses.
Sobre todo, soy académico. Me he dedicado mucho a la docencia, tanto en el ámbito privado como en el público, no como en una institución como el Tribunal Electoral (TE). He tenido participación en el Órgano Judicial y en aproximadamente dos o tres juntas nacionales de escrutinio.
Mi independencia de partidos fue clave para ser designado como magistrado.
El principal desafío es la falta de confianza y credibilidad. Tengo dentro de mis metas fortalecer esa credibilidad.
Han sido muy buenos. Los resultados finales de la Junta Nacional de Escrutinios coincidieron casi al 100 % con los del Tribunal Electoral.
Es un tema constitucional, no del Tribunal Electoral, y requeriría reformas para introducir esa figura de reelección.
He escuchado opiniones a favor y en contra. Al margen de qué puede significar el presupuesto y el costo de una segunda vuelta, también existe el temor de que en esa segunda vuelta se puedan formar alianzas poco democráticas que no reflejen lo que la ciudadanía realmente quiere. Claro, si se elige como presidente con un porcentaje de menos del 50 % de los votos, también indica que no refleja la mayoría del pueblo. Sin embargo, una segunda vuelta podría generar alianzas que vayan en perjuicio de la mayoría.
Dividirlas implicaría un gasto significativo. En algunos países se elige a la mitad de la Asamblea durante el período presidencial, lo que permite evaluar la gestión del presidente, pero también podría generar alianzas que influyan en los resultados.
El Tribunal Electoral determina cómo reglamentar las elecciones de los constituyentes, pero no tiene competencia en decidir el mecanismo para modificar la Constitución.
Actualmente, la Constitución no contempla un mecanismo para una reforma originaria. Si se establece uno, el Tribunal organizaría la elección de constituyentes.
La reforma a la Constitución a través de una reforma originaria, como bien se mencionó, no está contemplada. Hay quienes dicen que, como el poder emana del pueblo según el artículo 2 de la Constitución, habría que determinar de qué manera se elegirían esos constituyentes. Sin embargo, actualmente no existe un mecanismo legal en la Constitución ni en ninguna ley que establezca cómo se haría una reforma constitucional originaria..
Ahora mismo, no. Pienso que no. Habría que realizar un trabajo educativo previo. Creo que ya se está avanzando en una reforma constitucional paralela, pero no sé si existe la intención de hacerla originaria.
Esa es una decisión que correspondería tomar a los constituyentes. Una vez decidido, tendría que ir a referéndum, a menos que se opte por la otra reforma constitucional, que es a través de dos asambleas. Veo difícil que los diputados aprueben una reforma que reduzca su número. Hubo un proyecto amplio en la comisión de notables, pero no prosperó.
Es un tema que debe ser evaluado por el pleno tras la reunión de la Comisión Nacional de Reformas Electorales. Muchas personas lo consideran injusto, pero su revisión dependerá de la Comisión de Reformas Electorales, y la Asamblea aprobará o desaprobará. Hace falta más educación para comprender estas figuras.
El voto plancha existía, pero fue eliminado por la Corte Suprema por inconstitucionalidad, pero luego se restableció al considerarse que fomenta participación y equidad. Sin embargo, en las últimas elecciones benefició más a los candidatos de libre postulación que a los partidos tradicionales.
Es cierto. Será la Comisión de Reformas Electorales la que evalúe si se mejora o elimina. Algunos argumentan que, al existir un fallo de la Corte declarando la constitucionalidad del voto plancha, cualquier intento de eliminarlo mediante ley sería inconstitucional. Si bien los fallos judiciales son definitivos, la jurisprudencia puede evolucionar con el tiempo. En última instancia, será la Comisión de Reformas Electorales la encargada de evaluar si se mantiene o modifica esta práctica. La Asamblea Nacional, por su parte, tendrá la potestad final de aprobar o rechazar cualquier reforma electoral.
Es correcto, los libre postulados se beneficiaron de esa coyuntura.
La convocatoria suele realizarse a inicios de año. Espero que pueda hacerse entre mediados y finales de febrero.
El principal desafío es lograr equidad y consenso entre los participantes de las reformas electorales. Aunque es difícil, ese es el objetivo: que exista un acuerdo en las materias que se presenten.
Si entiendo, lo que se quiere es evitar que haya presiones políticas y tratar de que todo lo que se presente o nos llegue al Tribunal Electoral para las reformas, se maneje de manera cristalina y transparente.
Se debe buscar, y este es el momento adecuado, en el marco de las reformas electorales, la forma de evitar que, a escasos días o meses de una elección, se tengan que realizar interpretaciones o resolver problemas. Una manera de garantizar la credibilidad y la confianza es, precisamente, previniendo estas situaciones.
Aquí hay un tema interesante que merece atención: existe un hilo muy delgado entre lo que corresponde a la Corte en materia constitucional y lo que es competencia del Tribunal Electoral en las leyes electorales. Esa diferencia entre las competencias del Órgano Judicial y el Tribunal Electoral deberá definirse a través de la jurisprudencia. Es importante que el Tribunal Electoral no intervenga en asuntos estrictamente constitucionales, respetando las decisiones del Órgano Judicial en estas materias. Al mismo tiempo, es fundamental que el Tribunal Electoral asuma lo que corresponde a la interpretación de las leyes electorales, impidiendo que, bajo el pretexto de inconstitucionalidad, se traslade indebidamente la competencia al Órgano Judicial.
La paridad de género es esencial y está establecida en la ley. Sin embargo, hay excepciones que permiten evitar esta obligación, como la certificación de la falta de mujeres interesadas en participar. Esto debe revisarse para garantizar una verdadera paridad. Estoy convencido de que es necesario.
Seremos transparentes. De mi parte, espero que mis colegas magistrados me apoyen en esta tarea, ya que lo importante es recuperar la confianza y credibilidad que el Tribunal Electoral tuvo en el pasado.
La revisión periódica de las normas electorales, como ocurre cada cuatro o cinco años, demuestra el interés en mejorar el sistema. Estas reformas, obligatorias por mandato legal, son clave para fortalecer la democracia a largo plazo.