Exigencias de EE. UU. ponen en entredicho la soberanía de Panamá
- 04/02/2025 00:00
- 03/02/2025 19:06
Ante la presión de Estados Unidos, el país del Canal accedió a ser el centro de las deportaciones de migrantes desde la provincia de Darién y dar por terminada la Ruta de la Seda, un programa de cooperación con el gigante asiático Panamá cedió su soberanía. Esta es la opinión de varios analistas ante la visita a Panamá del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Marco Rubio. Desde el medio internacional Bloomberg se informó que el país prometió tránsito gratuito a las naves de guerra de EE.UU., lo que no fue negado ni profundizado por la Autoridad del Canal de Panamá, medida a la cual se le suma el hecho de que Panamá no renovará el acuerdo de la “Ruta de la Seda”, lo que fue calificado por China como “lamentable”.
A pesar de que el presidente, José Raúl Mulino, dijo previo a la reunión con Rubio que no podía darle un trato preferencial a las embarcaciones de EE.UU. que atraviesan por el Canal, porque violaría el tratado de neutralidad firmado en 1977, Bloomberg informó lo contrario y desde la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) el Departamento de Comunicación indicó que la directiva de esa entidad “estaba reunida” y no se podían precisar detalles.
La visita de Rubio culminó este lunes con la advertencia de que su país “tomaría las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el tratado de neutralidad”, toda vez que la “posición de influencia y control del Partido Comunista chino sobre el área del Canal de Panamá es una amenaza para el Canal y representa una violación del Tratado de Neutralidad del Canal”.
Desde la Embajada de China en Panamá la reacción no se hizo esperar: “Estados Unidos, por favor, aprende a respetar”, fue la solicitud hecha por su embajadora, Xu Xueyuan, en un escrito para La Estrella de Panamá, en el cual también indica que Panamá es tan importante para Estados Unidos que no puede tolerar que coopere con China.
“Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con China en 1979, y ¿por qué, cuando Panamá hizo lo mismo 38 años después, Estados Unidos reaccionó con tanta furia?”, se preguntó la diplomática, que ante las supuestas amenazas de que empresas chinas operen los puertos y que si no toman medidas inmediatas actuará, recordó que “en la historia, la única vez que el Canal fue cerrado no fue por ningún otro país, ¡sino por la invasión del propio Estados Unidos! El canal es una vía acuática crucial que garantiza el flujo del comercio mundial”.
Para la exmagistrada Graciela Dixon el pronunciamiento fue “directo” y pidió respeto hasta para Panamá. “Cosa que no hizo el presidente Mulino y eso a mí realmente me abochornó”.
A su juicio, el informe de Mulino al país fue lamentable, porque el Gobierno “se puso de rodillas” ante EE.UU. al acceder ser los receptáculos de los migrantes con la concesión que se dio al ofrecer la pista de Metetí, en la provincia de Darién, para que se dé la repatriación de personas de distintas nacionalidades.
De igual manera, el hecho de que EE.UU. imponga cancelar los contratos de concesión de los puertos de Cristóbal y Balboa a cargo de Panama Ports Company, “es una violación a nuestra soberanía, es una reacción, es una sumisión del primer ciudadano de la República que debería representarnos; se está sometiendo a las pretensiones y a las imposiciones de una nación extranjera, y lo más “horroroso” es que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha dicho que no se siente satisfecho”.
En esta misma línea de opinión coincidió el profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Panamá, Euclides Tapia, al igual que el analista y diplomático Julio Yao.
“Las exigencias de EE.UU. ponen en entredicho la soberanía”, consideró Tapia, quien se preguntó quién pagará la demanda que vendrá por cancelar esta concesión que data de 1997 y que fue renovada en 2021 por el gobierno de Laurentino Cortizo.
Lo más peligroso del discurso de EE.UU., explicó el docente, es que al calificar de “amenaza” la situación del Canal de Panamá, pudieran darse las condiciones para intervenir, de acuerdo al Tratado de Neutralidad. Además, agregó que ofrecer la pista en Metetí fue inoportuno, porque es “el avance de un mayor chantaje”.
Panamá no llevó una agenda propia a la reunión que sostuvo con Rubio desde el sábado hasta este lunes, y las posiciones contrastantes entre el informe dado por Mulino, que aseguró que la visita abría un camino para construir una nueva etapa de relaciones y que la soberanía de Panamá no está en juego, y lo dado a conocer por Rubio “reflejan que Mulino claudicó”, señaló Yao.
El mandatario “cedió soberanía al no rechazar las falsas acusaciones sobre China y poner el aeropuerto Nicanor en Metetí al servicio de EE.UU. Mulino cedió a las presiones de Rubio, y las declaraciones de la embajadora de China son correctas, respetuosas y se apegan a la verdad”, concluyó Yao.
Dixon, por su parte, se preguntó si la misma empresa portuaria administra dos puertos en territorio continental de Estados Unidos. ¿“Para qué lo tienen en su país si es un peligro?, es un contrasentido”.
Panamá cedió su soberanía. Esta es la opinión de varios analistas ante la visita a Panamá del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Marco Rubio. Desde el medio internacional Bloomberg se informó que el país prometió tránsito gratuito a las naves de guerra de EE.UU., lo que no fue negado ni profundizado por la Autoridad del Canal de Panamá, medida a la cual se le suma el hecho de que Panamá no renovará el acuerdo de la “Ruta de la Seda”, lo que fue calificado por China como “lamentable”.
A pesar de que el presidente, José Raúl Mulino, dijo previo a la reunión con Rubio que no podía darle un trato preferencial a las embarcaciones de EE.UU. que atraviesan por el Canal, porque violaría el tratado de neutralidad firmado en 1977, Bloomberg informó lo contrario y desde la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) el Departamento de Comunicación indicó que la directiva de esa entidad “estaba reunida” y no se podían precisar detalles.
La visita de Rubio culminó este lunes con la advertencia de que su país “tomaría las medidas necesarias para proteger sus derechos bajo el tratado de neutralidad”, toda vez que la “posición de influencia y control del Partido Comunista chino sobre el área del Canal de Panamá es una amenaza para el Canal y representa una violación del Tratado de Neutralidad del Canal”.
Desde la Embajada de China en Panamá la reacción no se hizo esperar: “Estados Unidos, por favor, aprende a respetar”, fue la solicitud hecha por su embajadora, Xu Xueyuan, en un escrito para La Estrella de Panamá, en el cual también indica que Panamá es tan importante para Estados Unidos que no puede tolerar que coopere con China.
“Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con China en 1979, y ¿por qué, cuando Panamá hizo lo mismo 38 años después, Estados Unidos reaccionó con tanta furia?”, se preguntó la diplomática, que ante las supuestas amenazas de que empresas chinas operen los puertos y que si no toman medidas inmediatas actuará, recordó que “en la historia, la única vez que el Canal fue cerrado no fue por ningún otro país, ¡sino por la invasión del propio Estados Unidos! El canal es una vía acuática crucial que garantiza el flujo del comercio mundial”.
Para la exmagistrada Graciela Dixon el pronunciamiento fue “directo” y pidió respeto hasta para Panamá. “Cosa que no hizo el presidente Mulino y eso a mí realmente me abochornó”.
A su juicio, el informe de Mulino al país fue lamentable, porque el Gobierno “se puso de rodillas” ante EE.UU. al acceder ser los receptáculos de los migrantes con la concesión que se dio al ofrecer la pista de Metetí, en la provincia de Darién, para que se dé la repatriación de personas de distintas nacionalidades.
De igual manera, el hecho de que EE.UU. imponga cancelar los contratos de concesión de los puertos de Cristóbal y Balboa a cargo de Panama Ports Company, “es una violación a nuestra soberanía, es una reacción, es una sumisión del primer ciudadano de la República que debería representarnos; se está sometiendo a las pretensiones y a las imposiciones de una nación extranjera, y lo más “horroroso” es que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha dicho que no se siente satisfecho”.
En esta misma línea de opinión coincidió el profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Panamá, Euclides Tapia, al igual que el analista y diplomático Julio Yao.
“Las exigencias de EE.UU. ponen en entredicho la soberanía”, consideró Tapia, quien se preguntó quién pagará la demanda que vendrá por cancelar esta concesión que data de 1997 y que fue renovada en 2021 por el gobierno de Laurentino Cortizo.
Lo más peligroso del discurso de EE.UU., explicó el docente, es que al calificar de “amenaza” la situación del Canal de Panamá, pudieran darse las condiciones para intervenir, de acuerdo al Tratado de Neutralidad. Además, agregó que ofrecer la pista en Metetí fue inoportuno, porque es “el avance de un mayor chantaje”.
Panamá no llevó una agenda propia a la reunión que sostuvo con Rubio desde el sábado hasta este lunes, y las posiciones contrastantes entre el informe dado por Mulino, que aseguró que la visita abría un camino para construir una nueva etapa de relaciones y que la soberanía de Panamá no está en juego, y lo dado a conocer por Rubio “reflejan que Mulino claudicó”, señaló Yao.
El mandatario “cedió soberanía al no rechazar las falsas acusaciones sobre China y poner el aeropuerto Nicanor en Metetí al servicio de EE.UU. Mulino cedió a las presiones de Rubio, y las declaraciones de la embajadora de China son correctas, respetuosas y se apegan a la verdad”, concluyó Yao.
Dixon, por su parte, se preguntó si la misma empresa portuaria administra dos puertos en territorio continental de Estados Unidos. ¿“Para qué lo tienen en su país si es un peligro?, es un contrasentido”.