La encuesta ‘Vea Panamá’ de La Decana revela cómo el desempleo, el alto costo de la vida y la corrupción son las principales preocupaciones de los panameños. El presidente cuenta con un alto capital político, pero cada vez hay menos optimismo
José Raúl Mulino ganó la presidencia de la República prometiendo más chenchén en el bolsillo, más seguridad y respuestas concretas a la crisis en la seguridad social. Cien días después, a pesar de tener una percepción favorable de más del 78 %, el optimismo disminuye y crece la preocupación por el desempleo, la inseguridad y la corrupción.
La Estrella de Panamá revela la segunda encuesta “Vea Panamá”, realizada por Prodigious Consulting a 1.547 panameños entre el 1 y 3 de octubre, con un margen de error de 2,5 %. Uno de los temas que más preocupa a los encuestados es el empleo, muy ligado a la situación económica. En este sentido, el 10 % es pesimista y considera que su situación económica empeorará en los próximos tres meses. Esto es un aumento de 6,6 % en comparación con la última medición publicada en julio de este año. La realidad dentro de los hogares no es fácil: más de la mitad de los entrevistados dejaron de comprar artículos y alimentos no esenciales y 4 de cada 10 personas adquirieron nuevas deudas para pagar gastos corrientes en octubre.
Esto se refleja en las inquietudes de la población encuestada. Al preguntarles cuál es el principal problema del país, el alto costo de la vida, el desempleo y la falta de oportunidades estuvieron entre las cinco principales preocupaciones de los encuestados.
Las preocupaciones de los panameños se repiten a lo largo del país, pero cada provincia tiene prioridades un poco distintas. En las más pobladas, la falta de empleo es la preocupación número uno. Por ejemplo, en la provincia de Panamá el 20,2 % de las personas lo consideran el principal problema del país, mientras que en Panamá Oeste 23,4 % y en Colón 22,9 %.
El alto costo de la vida es uno de los principales desasosiegos de los panameños. En la provincia de Panamá el 20,2 % lo considera el principal problema del diario vivir. En Panamá Oeste toma el segundo puesto con 14,3 %, así como en Chiriquí (26,3 %), en Veraguas (19,2 %) y Herrera (17,3 %). En Colón, provincia donde se han registrado más de 90 homicidios en lo que va del año, la inseguridad es considerada el segundo problema más importante del país por el 26,3 % de los encuestados.
En gran parte de nuestro territorio hay una preocupación aún mayor que el empleo y el costo de la vida: la corrupción. Tres de cada diez chiricanos (30 %) opinan que la corrupción es el principal problema del país, seguido de cerca por el alto costo de la vida (26,3 %). Las provincias centrales se hicieron eco de este sentimiento. La corrupción fue calificada como el principal problema nacional en Los Santos (23,7 %), Herrera (26,7 %), Coclé (20,8 %) y de igual forma Veraguas (26,4 %).
Estos problemas no son nuevos; han estado en la mente de los panameños desde antes de que Mulino asumiera el poder. El anterior gobierno de Laurentino Cortizo estuvo marcado por una economía golpeada por la pandemia de Covid-19, una supuesta política de austeridad estatal que infló la planilla del Estado históricamente alta, y un sentimiento acumulado que generó una explosión social que culminó con el rechazo al contrato minero luego de semanas de protestas masivas que paralizaron los comercios de todo el país.
En el poder, Mulino apostó a distintas acciones para cumplir con la promesa de más chenchén en el bolsillo. Uno de los primeros pasos fue el lanzamiento del programa Mi Primer Empleo y el impulso a las ferias de trabajo en alianza con la empresa privada para incentivar la generación de empleos formales. Por otro lado, anunció proyectos de infraestructura como la construcción de un tren Panamá-David que aún está en el tintero como una de las fórmulas para reactivar la economía. Mulino saldó deudas con proveedores y llevó adelante una fuerte campaña diplomática para limpiar la imagen del país en el extranjero, siendo una insignia sacar a Panamá de las listas de paraísos fiscales de la Unión Europea.
Futuro incierto
Mulino ha logrado la aprobación mayoritaria de la sociedad con un capital político interesante, en momentos en que se dispone a someter la reforma de la ley orgánica de la Caja de Seguro Social, un elemento importantísimo para sacar adelante este reto.
La encuesta revela que aunque hay más preocupación por el futuro en comparación con julio, cuando el presidente tomó posesión, la población sigue confiando en Mulino y aprueba sus decisiones. El 78 % de los encuestados evaluó favorablemente la gestión del mandatario durante sus primeros cien días, aunque la mayoría con el calificativo “regular bueno”. El 57,7 % tiene confianza “moderada”, mientras que 26,4% mantiene un nivel de confianza “alto” o “muy alto”.
Las expectativas en el nuevo gobierno han bajado un poco, pero siguen siendo favorables. El 55,7 % de los panameños tiene expectativas altas o muy altas del Gobierno, un 16,5 % menos que en julio de 2024. No obstante, la confianza en Mulino no se traduce en confianza en las instituciones. El principal problema de Panamá, de acuerdo con la encuesta, es la corrupción.
Partidos políticos y AN
Otro de los puntos analizados en la encuesta es la percepción ciudadana de la Asamblea Nacional. La composición actual del Legislativo es un reflejo del apoyo a figuras distintas a los partidos políticos tradicionales. La bancada con más diputados es la coalición Vamos, un grupo de independientes que obtuvo su curul agrupándose bajo la bandera de este colectivo.
De acuerdo con la encuesta de Prodigious Consulting, el 63,2 % de los panameños no simpatiza con ningún partido político. Esto contrasta con los 1.6 millones de personas que están inscritas en uno, según cifras del Tribunal Electoral. Por conveniencia, tradición u otra razón, muchos panameños se mantienen afiliados a colectivos en los que ya no tienen fe.
Los encuestados señalaron la actuación de la Asamblea Nacional, en sus primeros 100 días, mayoritariamente regular, siendo 41. 9% ‘regular buena’ y 19.5% ‘regular mala’.
