Política

Auge y caída de Ruiz-Hernández, el hombre de confianza de Mulino en Washington

Carlos Ruíz-Hernández, exvicecanciller de la República. La Estrella de Panamá
El actual viceministro de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio e Industrias, Carlos Hoyos Boyd, será designado para reemplazar a Carlos Ruíz Hernández.
  • 17/04/2025 12:06

El que era el segundo cargo más importante en la Cancillería y pieza clave del presidente en la negociación del memorándum con EE.UU., presentó una renuncia que fue dictada desde el Palacio de las Garzas

Una comunicación con Washington fue la chispa que precipitó la caída del vicecanciller Carlos Ruiz-Hernández, el hombre de confianza del presidente José Raúl Mulino ante el Gobierno de Estados Unidos.

En tres escuetos párrafos, el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó este miércoles la información que ya circulaba entre los pasillos de la institución: la inminente salida del segundo al mando en el Palacio Bolívar.

El segundo cargo más importante, al menos en el papel, ya que en la práctica tenía un rol que en muchas ocasiones superaba al canciller Javier Martínez-Acha, cuando se trataba de los vínculos con los círculos ligados al poder en la capital estadounidense.

Fue precisamente esa cercanía lo que le consiguió a Ruiz-Hernández el visto bueno del presidente Mulino para ser sus ojos en Washington. Una relación que, poco a poco, iría generando mayores tensiones entre el titular de Exteriores y el ahora exvicecanciller.

Crisis interna

Ruiz-Hernández fue designado por el presidente el 21 de mayo de 2024 como viceministro de Política Exterior, una dirección que, de acuerdo con fuentes consultadas por este medio, se convirtió en un bastión para el nombramiento de personal cercano a él y cuyas funciones incluso rebasaban este espacio, lo que generó conflictos con otra figura nombrada ese mismo día: Carlos Guevara Mann, viceministro de Asunto Multilaterales y Cooperación.

Dos designaciones políticas que pretendían, según el Gobierno, potenciar la proyección de Panamá en el extranjero, pero que a lo interno de la Cancillería se tradujo en un conflicto abierto de influencias y nombramientos que buscaban mostrar al presidente quién era el que mejor “movía los hilos” en Washington.

Una situación que empezó a incomodar la labor de los funcionarios en el ministerio y el servicio exterior, generando problemas que implicaban graves confusiones en las instrucciones giradas desde Panamá hacia las misiones en organismos multilaterales; instancias internacionales donde se espera que el Estado panameño tenga una postura monolítica en asuntos de primer orden, como conflictos armados en otros países, la guerra fría entre China y Estados Unidos o la defensa de la soberanía nacional.

Todo, bajo la mirada del canciller Martínez-Acha, quien, de acuerdo con lo establecido en la Ley 28 del 7 de julio de 1999, es la máxima autoridad del ministerio y es el encargado de dirigir y coordinar la política exterior.

Si bien el nombramiento de amigos, familiares y allegados de campaña en cargos diplomáticos es parte de la práctica política de la gran mayoría de los gobiernos desde el surgimiento de la República en 1903, como bien lo recogen distintos reportes que reposan en la hemeroteca de La Estrella de Panamá, la actual administración no ha visto algo distinto.

La designación del embajador en Nicaragua, Eddy Rodríguez, cuya hoja de vida no incluía títulos en educación superior y solo unos cursos de Word y Excel, o el de José Javier Mulino Quintero, hermano del presidente, como embajador en Portugal, son algunos de los recientes nombramientos que hicieron que cobraran fuerza los cuestionamientos del servicio exterior en la administración Mulino.

Memorándum y caída

Este escenario quedó aún más complicado tras las incesantes amenazas del gobierno de Donald Trump, que desde diciembre ha establecido una política de presiones a Panamá, con amenazas de tomar por la fuerza el Canal, y que este mes se tradujo en la firma de un memorándum que, entre otras cosas, autoriza el establecimiento de instalaciones militares del Comando Sur de Estados Unidos, algo contrario a la Constitución y el Tratado de Neutralidad de 1977.

El documento, que este jueves fue demandado ante la Corte Suprema de Justicia por posibles violaciones a la soberanía y que, de acuerdo con distintos juristas, debe pasar por la Asamblea Nacional y ser aprobado en un referéndum, fue acordado en Washington antes de la llegada del jefe del Pentágono, Peter Hegseth, y en cuya negociación formó parte Ruiz-Hernández.

Al mismo tiempo, los roces con el canciller irían en aumento, especialmente por algunas gestiones de Ruiz-Hernández en Estados Unidos, de las cuales Martínez-Acha tendría conocimiento después de que ocurrían.

Tanto la coordinación de la llegada a Panamá del primer vuelo de migrantes deportados por Trump el 12 de febrero, y la organización de un encuentro de alto nivel en Panamá con congresistas republicanos y demócratas, el 19 de marzo pasado, fueron algunos de varios sucesos en los que Martínez-Acha habría sido sobrepasado con su silencio y la anuencia del presidente que todavía confiaba en Ruiz-Hernández.

Sin embargo, la gota que derramó el vaso y cambió la postura de Mulino fue una comunicación que habría tenido este mes el exvicecanciller con el Gobierno de Estados Unidos, en la que de acuerdo a fuente ligadas a altos cargos del Gobierno, Ruiz-Hernández habría comentado información que “indisponía” al canciller con los estadounidenses, lo que desembocó en una crisis en la Cancillería y la solicitud de renuncia por parte del presidente al exvicecanciller.

La Decana consultó con la Cancillería para conocer su postura oficial sobre las razones de la salida del exvicecanciller, pero dijeron que no harían comentarios. Igualmente, este medio llamó a Ruiz-Hernández y le dejó mensajes por Whatsapp para conocer su versión, pero no hubo respuesta.

Carlos Hoyos Boyd, nuevo vicecanciller

El actual viceministro de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), Carlos Hoyos Boyd, será designado para reemplazar a Carlos Ruíz Hernández en el puesto de vicecanciller.

Hoyos Boyd es abogado graduado de la Universidad Católica Santa María La Antigua y posee un máster en Derecho (LL.M.) de la Universidad de Oxford, especializado en derecho económico internacional.