Unicef: Tres de cada cinco niños no tienen acceso a seguridad social en Panamá
- 23/11/2024 02:50
- 22/11/2024 19:17
De acuerdo con un informe del organismo, la situación de la niñez panameña expone la gran desigualdad en el acceso al derecho a la seguridad social y a la educación. En las comarcas, el 97 % de su población infantil está fuera de la cobertura La seguridad social no alcanza a 712,890 niños, niñas y adolescentes en Panamá. Así lo revela un informe reciente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el que se analizaron los datos del Censo de Población y Vivienda que llevó a cabo el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en 2020.
En todo el país, solo 2 de cada 5 niños tienen acceso a la Caja de Seguro Social (CSS), por lo que el resto quedan fuera de la cobertura, una realidad que representa al 58% de los menores entre 0 y 17 años en Panamá, rango de edad incluido dentro del análisis debido a que la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño especifica que la niñez se extiende hasta cumplir la mayoría de edad, situada en 18 años.
Una realidad que se agrava al verlo en las comunidades y poblaciones indígenas del país. Las cifras de población protegida por la seguridad social evidencian que solo 1 de cada 5 niños indígenas tiene acceso a la seguridad social.
Las comarcas Ngäbe-Buglé y Guna Yala presentan los niveles más bajos de cobertura, con el 97% de su población infantil sin acceso a la seguridad social. Le siguen de cerca la Comarca Emberá Wounaan, con 93% y la provincia de Darién, con 84% de la niñez en falta de cobertura.
“Este análisis nos muestra que, por ejemplo, los niños indígenas y las madres adolescentes están en mayor riesgo de exclusión. Por ello, la implementación de políticas públicas e inversiones que incluyan un enfoque de equidad es una prioridad para asegurar que todos los niños y niñas, incluidos los más desfavorecidos, puedan alcanzar su máximo potencial”, detalla Sandie Blanchet, representante de Unicef en Panamá, en el informe.
La niñez sin acceso a la seguridad social se encuentra privada de los pisos básicos de bienestar y alejada de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número uno, que busca dentro de sus metas el establecimiento de sistemas eficaces para las personas más pobres y vulnerables.
Precisamente, durante el debate de las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS), que se lleva a cabo en la Asamblea Nacional, Reynaldo Acosta, un ciudadano de la comarca Ngäbe-Buglé, expresó su descontento por la situación de su comunidad “pareciera que ningún ngäbe cotiza en la CSS”, indicó con desánimo, ante la falta de atención de las autoridades en su región.
Actualmente, el proyecto de ley No. 163 busca reformar el sistema de pensiones de la CSS, donde se incluyen medidas como el aumento de la edad de jubilación o el aumento del rendimiento de las inversiones de la entidad.
Desigualdad y educación La niñez indígena y aquella que reside en zonas rurales se encuentra considerablemente más afectada por las iniquidades estructurales del país, un problema que coloca a Panamá entre los Estados más desiguales de América Latina.
A nivel nacional, hasta el 7% de la niñez entre 5 a 17 años está fuera del sistema escolar, algo que se denomina como “exclusión escolar”, un problema que se registra 2.5 veces más en las zonas rurales.
Unicef explica que estas realidades incrementan la salida de las escuelas. En el nivel de ingreso a preescolar, la tasa de exclusión asciende al 38% entre los niños de 5 años; mientras que en los adolescentes de 17 años, la tasa de exclusión se sitúa en el 17%.
Asimismo, las poblaciones de niños, niñas y adolescentes indígenas también perciben una mayor tasa de exclusión escolar, situada en el 15%. Son ellos también los que más sufren del fenómeno de la sobre-edad, situación en la que un estudiante tiene una edad mayor a la correspondiente a un curso o grado escolar. El 42% de la población indígena entre 8 y 19 años se encuentra en sobreedad, mientras que a nivel nacional la cifra es del 25%.
A pesar de que Panamá ha logrado avances respecto al acceso a la educación primaria para hacerla universal, persiste como reto reducir la exclusión. La educación obligatoria de niños de 5 años, se ve eclipsada cuando 4 de cada 10 de estos menores no se encuentran inscritos en escuelas.
Como recomendación crucial, Unicef urgió a Panamá para que refuerce el acceso a servicios básicos en zonas rurales, al tiempo que se potencie la implementación de programas y políticas que reduzcan las brechas y la desigualdad que mantienen a la niñez indígena en peores condiciones de vida respecto al promedio nacional.
La seguridad social no alcanza a 712,890 niños, niñas y adolescentes en Panamá. Así lo revela un informe reciente del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el que se analizaron los datos del Censo de Población y Vivienda que llevó a cabo el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en 2020.
En todo el país, solo 2 de cada 5 niños tienen acceso a la Caja de Seguro Social (CSS), por lo que el resto quedan fuera de la cobertura, una realidad que representa al 58% de los menores entre 0 y 17 años en Panamá, rango de edad incluido dentro del análisis debido a que la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño especifica que la niñez se extiende hasta cumplir la mayoría de edad, situada en 18 años.
Una realidad que se agrava al verlo en las comunidades y poblaciones indígenas del país. Las cifras de población protegida por la seguridad social evidencian que solo 1 de cada 5 niños indígenas tiene acceso a la seguridad social.
Las comarcas Ngäbe-Buglé y Guna Yala presentan los niveles más bajos de cobertura, con el 97% de su población infantil sin acceso a la seguridad social. Le siguen de cerca la Comarca Emberá Wounaan, con 93% y la provincia de Darién, con 84% de la niñez en falta de cobertura.
“Este análisis nos muestra que, por ejemplo, los niños indígenas y las madres adolescentes están en mayor riesgo de exclusión. Por ello, la implementación de políticas públicas e inversiones que incluyan un enfoque de equidad es una prioridad para asegurar que todos los niños y niñas, incluidos los más desfavorecidos, puedan alcanzar su máximo potencial”, detalla Sandie Blanchet, representante de Unicef en Panamá, en el informe.
La niñez sin acceso a la seguridad social se encuentra privada de los pisos básicos de bienestar y alejada de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número uno, que busca dentro de sus metas el establecimiento de sistemas eficaces para las personas más pobres y vulnerables.
Precisamente, durante el debate de las reformas a la Caja de Seguro Social (CSS), que se lleva a cabo en la Asamblea Nacional, Reynaldo Acosta, un ciudadano de la comarca Ngäbe-Buglé, expresó su descontento por la situación de su comunidad “pareciera que ningún ngäbe cotiza en la CSS”, indicó con desánimo, ante la falta de atención de las autoridades en su región.
Actualmente, el proyecto de ley No. 163 busca reformar el sistema de pensiones de la CSS, donde se incluyen medidas como el aumento de la edad de jubilación o el aumento del rendimiento de las inversiones de la entidad.
La niñez indígena y aquella que reside en zonas rurales se encuentra considerablemente más afectada por las iniquidades estructurales del país, un problema que coloca a Panamá entre los Estados más desiguales de América Latina.
A nivel nacional, hasta el 7% de la niñez entre 5 a 17 años está fuera del sistema escolar, algo que se denomina como “exclusión escolar”, un problema que se registra 2.5 veces más en las zonas rurales.
Unicef explica que estas realidades incrementan la salida de las escuelas. En el nivel de ingreso a preescolar, la tasa de exclusión asciende al 38% entre los niños de 5 años; mientras que en los adolescentes de 17 años, la tasa de exclusión se sitúa en el 17%.
Asimismo, las poblaciones de niños, niñas y adolescentes indígenas también perciben una mayor tasa de exclusión escolar, situada en el 15%. Son ellos también los que más sufren del fenómeno de la sobre-edad, situación en la que un estudiante tiene una edad mayor a la correspondiente a un curso o grado escolar. El 42% de la población indígena entre 8 y 19 años se encuentra en sobreedad, mientras que a nivel nacional la cifra es del 25%.
A pesar de que Panamá ha logrado avances respecto al acceso a la educación primaria para hacerla universal, persiste como reto reducir la exclusión. La educación obligatoria de niños de 5 años, se ve eclipsada cuando 4 de cada 10 de estos menores no se encuentran inscritos en escuelas.
Como recomendación crucial, Unicef urgió a Panamá para que refuerce el acceso a servicios básicos en zonas rurales, al tiempo que se potencie la implementación de programas y políticas que reduzcan las brechas y la desigualdad que mantienen a la niñez indígena en peores condiciones de vida respecto al promedio nacional.