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Último adiós a Francisco: funeral sencillo y una elección que se adelanta

  • 22/04/2025 00:00

El sumo pontífice modificó el protocolo funerario: entierro fuera del Vaticano, ceremonia más sencilla y posible adelanto del cónclave para elegir sucesor

Tras el fallecimiento del sumo pontífice, se destacan tres cambios principales: se ha simplificado el protocolo de su funeral; su sepultura no será en el Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma, y es posible que el cónclave se adelante y no se espere el plazo habitual de 15 días.

En 2024, Francisco reformó el protocolo funerario con la intención de que los papas sean despedidos y enterrados como cualquier miembro de la Iglesia: “Con dignidad, pero sin excesos”.

La actualización del ritual introdujo varios ajustes para hacerlo más ágil. Ahora, la confirmación del fallecimiento ya no se lleva a cabo en la habitación del papa, sino en la capilla. El cuerpo se coloca de inmediato en un ataúd de madera con un revestimiento interno de zinc y se traslada directamente a la basílica, omitiendo la parada previa en el palacio apostólico. Allí será expuesto a los fieles durante tres días, a partir del miércoles 23 de abril, con el féretro abierto. Posteriormente, se celebrará la misa fúnebre. Según el medio italiano Corriere della Sera, el funeral será el próximo 26 de abril.

Uno de los cambios más significativos es el lugar de enterramiento. Francisco ha elegido la Basílica de Santa María la Mayor, cercana a la estación Termini, en lugar de las Grutas Vaticanas, donde reposan 23 pontífices. Eligió ese lugar por su especial devoción a la Virgen Salus Populi Romani, a quien solía visitar después de su elección y antes de cada viaje. Además, se eliminarán los tres ataúdes tradicionales —de ciprés, plomo y roble— que se utilizaban hasta ahora.

Siguen nueve días de luto, llamados Novendiali y el funeral se celebra no antes de cuatro días tras el fallecimiento del pontífice, y no después de seis. El cónclave para elegir al nuevo papa suele realizarse entre 15 y 20 días después del fallecimiento del pontífice. No obstante, en esta ocasión se aplicará por primera vez una norma introducida por Benedicto XVI en 2013, poco antes de su renuncia.

Esta disposición permite adelantar el inicio del cónclave si todos los cardenales electores ya se encuentran en Roma. Por lo tanto, es posible que comience antes del 5 de mayo, en los primeros días de ese mes.

Los cardenales celebran la primera votación de tanteo para después sostener dos en la mañana y dos en la tarde.

Al concluir cada una de las dos votaciones diarias, se emite la conocida fumata para informar si hubo elección. Sin embargo, si el papa es elegido en la primera votación de la mañana o en la primera de la tarde (es decir, el primer o tercer escrutinio del día), la señal puede aparecer antes. El humo negro indica que aún no se ha elegido pontífice, mientras que el blanco anuncia que ya hay nuevo papa.

El encargado de anunciar su nombre al mundo desde el balcón de la basílica de San Pedro es el cardenal protodiácono, el más alto en el orden de los cardenales diáconos, actualmente el francés Dominique Mamberti.