Rechazo internacional al ‘rofeo’ de Trump sobre el Canal de Panamá
- 24/12/2024 00:00
- 23/12/2024 20:01
México, Colombia, China y otros países se solidarizaron con Panamá. Mientras, expertos analizan los posibles motivos detrás de las amenazas del futuro presidente estadounidense como temas migratorios y geopolíticos El Canal es panameño. Ese fue el mensaje del presidente José Raúl Mulino y así se han hecho eco líderes diplomáticos alrededor del mundo. Detrás de la arenga populista del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y sus amenazas de tomar el control de la vía interoceánica, expertos entrevén una movida para alejar a rivales geopolíticos y forzar la mano de Panamá en temas migratorios.
‘Rofeo’ y negociación “Está en el ADN de Trump, es un negociador”, manifestó el excanciller Jorge Eduardo Ritter. “Él está diciéndole a Panamá ‘mira lo que yo soy capaz de hacer’ cuando él lo que quiere conseguir son otras cosas. Creo que quiere conseguir que Panamá acepte a migrantes y que enfríe las relaciones con China. Su línea es la del matón, la del rofeo”, señaló.
El tema migratorio es crítico para ambas naciones. El presidente Mulino ha llamado a Darién “otra frontera” de Estados Unidos y se han entablado reuniones para coordinar esfuerzos incluyendo el desembolso de fondos para la identificación biométrica de los migrantes y coordinación entre organismos de seguridad para combatir el narcotráfico y la trata de personas en el área.
Aislamiento regional Para Trump, aplicar mano dura con los migrantes ha sido parte fundamental de su discurso político y tercerizar el problema a otras naciones, una estrategia más. El discurso es recibido con vítores y aplausos entre sus seguidores, pero tomarse el Canal a la fuerza carece de sustento legal.
“¿Cómo va a ser? No existe ni jurídica ni materialmente ninguna posibilidad. Estamos hablando primero de Panamá, un aliado y un amigo muy cercano de Estados Unidos. Eso no se le hace a los amigos, ni mucho menos a los aliados”, apuntó Omar Jaén Suárez, historiador quien formó parte del equipo negociador de los tratados Torrijos-Carter. Considera “alucinantes” las declaraciones que parecen aislar aún más a Estados Unidos de los países latinoamericanos. “Todas las reacciones hasta ahora han sido tremendas. ¿Necesita Estados Unidos buscarse enemigos, buscarse una mala imagen afuera? Yo no lo creo”, reflexionó Jaén Suárez.
Entre los líderes mundiales que se han pronunciado está el presidente de Colombia, Gustavo Petro. “El presidente Trump se ha equivocado y contradicho. Si no quiere miríadas pasando el Darién, incrementadas por millones desde Panamá hasta México, debe entender que dependerá de la prosperidad y libertad de nuestros pueblos”, tuiteó Petro. “Si le parece costoso pagar por pasar el Canal de Panamá en manos de los panameños, mucho más costoso será hundir a Panamá, Suramérica, Centroamérica o México en la pobreza”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó quién es el dueño del Canal. “El Canal de Panamá es de los panameños. Nuestra solidaridad, nuestro apoyo al presidente de Panamá y al pueblo de Panamá”, expresó la mandataria durante una conferencia de prensa.
¿Qué dicen los tratados? En 1977 se firmaron dos tratados, uno de ellos conocido como el Tratado del Canal de Panamá venció en 1999 cuándo se completó el proceso de reversión del Canal a manos panameñas. El segundo tratado es sobre la neutralidad permanente y el funcionamiento del Canal. Como su nombre lo dice, establece la neutralidad de la vía para el tránsito de naves de todos los países sin discriminación sobre las condiciones ni los costos de tránsito. La única excepción de hecho es en favor de los Estados Unidos, cuyas naves de guerra tendrán derecho al tránsito expedito.
El artículo V deja claro quién tendrá el control del Canal y la capacidad de colocar tropas militares.
“Después de la terminación del Tratado del Canal de Panamá, solo la República de Panamá manejara el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional”.
“Yo negocié no sé cuántas veces en el Pentágono mismo”, recuerda Jaén Suárez. “Nos decían, mire, en caso de que no lleguemos a un acuerdo con Panamá, vamos a necesitar por lo menos 100.000 soldados permanentemente estacionados alrededor del Canal para defenderlo de amenazas exteriores locales o regionales”.
El historiador desmiente que haya una herramienta en los tratados para justificar la toma de control norteamericana. “Si Panamá no está de acuerdo, no pueden. Sencillo como eso. La única forma sería en caso de que estuviese en peligro. Pero, ¿cuál es el peligro? Es absurdo. Es incomprensible”, concluyó.
Estados Unidos y Panamá firmaron el tratado y desde entonces 40 estados se han adherido, entre ellos cinco miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, siendo la República Popular China una notable excepción.
La portavoz de la cancillería china, Mao Ning, declaró que China siempre respetará la soberanía de Panamá sobre el Canal. “Creemos que, bajo la eficiente gestión de Panamá, el Canal continuará haciendo nuevas contribuciones a la facilitación de la integración y los intercambios entre diferentes países”, añadió la portavoz china.
Jorge eduardo ritterexcancillerQuiere que Panamá acepte a migrantes y enfríe las relaciones con China. Su línea es la del matón”
El Canal es panameño. Ese fue el mensaje del presidente José Raúl Mulino y así se han hecho eco líderes diplomáticos alrededor del mundo. Detrás de la arenga populista del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y sus amenazas de tomar el control de la vía interoceánica, expertos entrevén una movida para alejar a rivales geopolíticos y forzar la mano de Panamá en temas migratorios.
“Está en el ADN de Trump, es un negociador”, manifestó el excanciller Jorge Eduardo Ritter. “Él está diciéndole a Panamá ‘mira lo que yo soy capaz de hacer’ cuando él lo que quiere conseguir son otras cosas. Creo que quiere conseguir que Panamá acepte a migrantes y que enfríe las relaciones con China. Su línea es la del matón, la del rofeo”, señaló.
El tema migratorio es crítico para ambas naciones. El presidente Mulino ha llamado a Darién “otra frontera” de Estados Unidos y se han entablado reuniones para coordinar esfuerzos incluyendo el desembolso de fondos para la identificación biométrica de los migrantes y coordinación entre organismos de seguridad para combatir el narcotráfico y la trata de personas en el área.
Para Trump, aplicar mano dura con los migrantes ha sido parte fundamental de su discurso político y tercerizar el problema a otras naciones, una estrategia más. El discurso es recibido con vítores y aplausos entre sus seguidores, pero tomarse el Canal a la fuerza carece de sustento legal.
“¿Cómo va a ser? No existe ni jurídica ni materialmente ninguna posibilidad. Estamos hablando primero de Panamá, un aliado y un amigo muy cercano de Estados Unidos. Eso no se le hace a los amigos, ni mucho menos a los aliados”, apuntó Omar Jaén Suárez, historiador quien formó parte del equipo negociador de los tratados Torrijos-Carter. Considera “alucinantes” las declaraciones que parecen aislar aún más a Estados Unidos de los países latinoamericanos. “Todas las reacciones hasta ahora han sido tremendas. ¿Necesita Estados Unidos buscarse enemigos, buscarse una mala imagen afuera? Yo no lo creo”, reflexionó Jaén Suárez.
Entre los líderes mundiales que se han pronunciado está el presidente de Colombia, Gustavo Petro. “El presidente Trump se ha equivocado y contradicho. Si no quiere miríadas pasando el Darién, incrementadas por millones desde Panamá hasta México, debe entender que dependerá de la prosperidad y libertad de nuestros pueblos”, tuiteó Petro. “Si le parece costoso pagar por pasar el Canal de Panamá en manos de los panameños, mucho más costoso será hundir a Panamá, Suramérica, Centroamérica o México en la pobreza”.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó quién es el dueño del Canal. “El Canal de Panamá es de los panameños. Nuestra solidaridad, nuestro apoyo al presidente de Panamá y al pueblo de Panamá”, expresó la mandataria durante una conferencia de prensa.
En 1977 se firmaron dos tratados, uno de ellos conocido como el Tratado del Canal de Panamá venció en 1999 cuándo se completó el proceso de reversión del Canal a manos panameñas. El segundo tratado es sobre la neutralidad permanente y el funcionamiento del Canal. Como su nombre lo dice, establece la neutralidad de la vía para el tránsito de naves de todos los países sin discriminación sobre las condiciones ni los costos de tránsito. La única excepción de hecho es en favor de los Estados Unidos, cuyas naves de guerra tendrán derecho al tránsito expedito.
El artículo V deja claro quién tendrá el control del Canal y la capacidad de colocar tropas militares.
“Después de la terminación del Tratado del Canal de Panamá, solo la República de Panamá manejara el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional”.
“Yo negocié no sé cuántas veces en el Pentágono mismo”, recuerda Jaén Suárez. “Nos decían, mire, en caso de que no lleguemos a un acuerdo con Panamá, vamos a necesitar por lo menos 100.000 soldados permanentemente estacionados alrededor del Canal para defenderlo de amenazas exteriores locales o regionales”.
El historiador desmiente que haya una herramienta en los tratados para justificar la toma de control norteamericana. “Si Panamá no está de acuerdo, no pueden. Sencillo como eso. La única forma sería en caso de que estuviese en peligro. Pero, ¿cuál es el peligro? Es absurdo. Es incomprensible”, concluyó.
Estados Unidos y Panamá firmaron el tratado y desde entonces 40 estados se han adherido, entre ellos cinco miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, siendo la República Popular China una notable excepción.
La portavoz de la cancillería china, Mao Ning, declaró que China siempre respetará la soberanía de Panamá sobre el Canal. “Creemos que, bajo la eficiente gestión de Panamá, el Canal continuará haciendo nuevas contribuciones a la facilitación de la integración y los intercambios entre diferentes países”, añadió la portavoz china.