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Piden a la Comisión Interamericana de Atún Tropical medidas para evitar sobrepesca

Fotografía de archivo del 23 de enero de 2021 de embarcaciones de pesca artesanal amarradas a un embarcadero de Puerto Ayora, en la isla de Santa Cruz del archipiélago de Galápagos (Ecuador). EFE
Actualizado
  • 29/08/2024 00:00
Creado
  • 28/08/2024 19:35

El país exporta cerca de 250.000 toneladas de atún anuales, con ventas al exterior que representan aproximadamente 1.300 millones de dólares y generan 30.000 puestos de empleo directos

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por su sigla en inglés) solicitó a la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT) tomar decisiones y medidas en su próxima reunión en Ciudad de Panamá para evitar la sobrepesca de esta especie y aliviar la presión sobre sus poblaciones.

Entre las medidas solicitadas en un comunicado se encuentra extender por tres años más la veda actual de 72 días para atunes tropicales, extender el cierre del “corralito” (una zona al oeste de las Islas Galápagos) y mantener el límite de captura por embarcación individual de atún patudo, con disposiciones específicas de control y monitoreo.

La organización no gubernamental, que actuará en calidad de observador en la reunión de la CIAT que se celebrará en Panamá del 2 al 6 de septiembre, también resaltó la necesidad de alcanzar un 100 % de cobertura de observadores (humanos o electrónicos) en todos los cerqueros y palangreros atuneros industriales.

Para la entidad ecologista, “los observadores son fundamentales para la investigación científica, al proporcionar datos cruciales para generar conocimiento y entender mejor los impactos de la operación pesquera”.

También solicitó el fortalecimiento de las medidas de manejo de los dispositivos agregadores de peces, mediante la adopción de un esquema de marcado, junto con reglas más estrictas para la activación y desactivación de sus boyas.

Asimismo, la WWF expresó su preocupación por la situación global y regional de los tiburones, y demandó a la CIAT que elabore reportes de dictámenes de extracción no perjudicial (DENP) para las áreas dentro de su jurisdicción para tiburones y rayas oceánicas enlistadas en el Apéndice II de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).

“Todas estas son medidas claves para aliviar la presión sobre las poblaciones de atún”, aseguró Pablo Guerrero, director de Conservación Marina para WWF-Ecuador, quien participará en calidad de observador durante la sesión ordinaria de la CIAT.

“La CIAT ya lo ha demostrado antes. Esta comisión puede tomar medidas trascendentales para la salud del océano Pacífico”; añadió.

El especialista puso como ejemplo una resolución adoptada en 2023 que obliga a las flotas a transicionar hacia el uso exclusivo de plantados biodegradables (dispositivos flotantes que atraen peces), o las resoluciones de 2019, que prohíben los lances sobre tiburones ballena y adoptan medidas para reducir la captura incidental de tortugas marinas en las pesquerías de la CIAT.

La WWF recordó que “los recursos atuneros del Océano Pacífico Oriental son el sustento de una industria que mantiene los medios de vida de decenas de miles de personas y contribuye significativamente al desarrollo socioeconómico de las naciones”.

“Ecuador, como líder regional en la pesca de atún, es un claro ejemplo. El país exporta un promedio de 250.000 toneladas de atún anuales, con ventas al exterior que representan aproximadamente 1.300 millones de dólares y generan 30.000 puestos de empleo directos”, agregó la organización.

Sin embargo, la entidad ambientalista consideró que los países miembros de la CIAT “necesitan de un mayor compromiso para alcanzar una gestión responsable de la pesca” y destacó que recientemente los científicos de la CIAT informaron que no fue posible completar la evaluación de ‘stock’ (inventario) del atún aleta amarilla por la persistencia de incertidumbres en la estructura de su población”.

“La ciencia nos está diciendo que es necesario actuar con precaución, y es por esto que las naciones pesqueras deben cooperar para acordar un sistema de manejo que responda a la necesidad de conservación de las poblaciones de atún, asunto del cual dependen decenas de miles de empleos en la región”, indicó Guerrero.