Mulino analiza llevar disputa por el Canal ante la ONU
- 12/01/2025 00:00
- 11/01/2025 17:39
El expresidente Ernesto Pérez Balladares indicó que el mandatario José Raúl Mulino espera a que Donald Trump asuma su cargo el 20 de enero para tomar medidas por los señalamientos El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría ser el escenario que el presidente de la República, José Raúl Mulino, elija para abordar el conflicto argumental provocado por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, sobre el Canal de Panamá.
El expresidente de la República, Ernesto Pérez Balladares, concedió una entrevista al medio Político, en la que afirmó que el gobernante lo está considerando. “Dijo que tomará más acciones después del 20 de enero si el presidente electo Trump insiste en el tema”, señaló Pérez Balladares.
El medio indicó que estas declaraciones surgieron tras la reunión que Mulino sostuvo con un grupo de expresidentes de la región, en el Palacio de las Garzas, el pasado miércoles.
Panamá es miembro no permanente del Consejo de Seguridad desde el 2 de enero, en conjunto con Grecia, Dinamarca, Somalia y Pakistán, con el compromiso de contribuir a la paz mundial.
La Carta de las Naciones Unidas establece que este consejo tiene entre sus funciones: “investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional” así como “recomendar métodos de ajuste de tales controversias, o condiciones de arreglo”.
Algo que podría entrar en consonancia con la discusión argumental que ha mantenido el próximo presidente de los Estados Unidos sobre la ruta marítima.
Trump lleva semanas afirmando que el Canal está siendo controlado por China, alegando una violación a los tratados Torrijos-Carter.
Para el político republicano, Panamá ha impuesto “tarifas injustas” a los buques estadounidenses. A su vez, considera que los Tratados Torrijos-Carter fueron “un error de Jimmy Carter que le costó la elección. Lo dio de regreso por 1 dólar”.
Este pensamiento llevó a los republicanos en la Cámara de Representantes a presentar un proyecto legislativo llamado “Ley de la recompra del Canal de Panamá”, que “autoriza al presidente (estadounidense) a iniciar negociaciones” con representantes del Gobierno de Panamá para la compra de esa infraestructura.
El texto otorga 180 días al presidente desde la promulgación de la ley para que presente un informe sobre el estado de las negociaciones.
Sobre esta situación, el Canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, sentenció que “para los panameños el Canal es incomprable”.
El pasado 7 de enero, Trump fue consultado sobre si descartaría utilizar la fuerza militar o las coacciones económicas para intentar retomar el control del Canal de Panamá, algo que no descartó.
“No, no puedo asegurarles que descartaré ninguna de esas dos opciones, pero puedo decir esto: los necesitamos para nuestra seguridad económica”, afirmó.
Los postulados de Trump han generado el rechazo de varios países, entre ellos China. “El Canal de Panamá es una gran creación del pueblo panameño y China siempre ha apoyado al pueblo panameño en su justa lucha por la soberanía sobre el Canal”, aseguró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, el pasado 23 de diciembre.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se manifestó en favor de la soberanía panameña sobre la ruta. “Hasta las últimas consecuencias estaré al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de EEUU quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad”, expresó a través de X.
Otra figura de gran relevancia fue la presidente de México, Claudia Sheinbaum, quien dijo que Trump “se refirió al tema de Panamá, y ahí sí nuestra solidaridad con el presidente de Panamá, que salió muy rápidamente a decir: ‘el canal de Panamá es de los panameños’. Y en efecto, el canal de Panamá es de los panameños”.
A esto se suman las palabras del gobernante de Chile, Gabriel Boric, quien tildó las palabras del presidente electo de “bravuconadas”.
Trump también ha sugerido la idea de invadir México para acabar con los carteles de la droga, anexar a Canadá como el estado N°51 de Estados Unidos, comprar Groenlandia o rebautizar el Golfo de México como Golfo de América.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas podría ser el escenario que el presidente de la República, José Raúl Mulino, elija para abordar el conflicto argumental provocado por el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, sobre el Canal de Panamá.
El expresidente de la República, Ernesto Pérez Balladares, concedió una entrevista al medio Político, en la que afirmó que el gobernante lo está considerando. “Dijo que tomará más acciones después del 20 de enero si el presidente electo Trump insiste en el tema”, señaló Pérez Balladares.
El medio indicó que estas declaraciones surgieron tras la reunión que Mulino sostuvo con un grupo de expresidentes de la región, en el Palacio de las Garzas, el pasado miércoles.
Panamá es miembro no permanente del Consejo de Seguridad desde el 2 de enero, en conjunto con Grecia, Dinamarca, Somalia y Pakistán, con el compromiso de contribuir a la paz mundial.
La Carta de las Naciones Unidas establece que este consejo tiene entre sus funciones: “investigar toda controversia o situación que pueda crear fricción internacional” así como “recomendar métodos de ajuste de tales controversias, o condiciones de arreglo”.
Algo que podría entrar en consonancia con la discusión argumental que ha mantenido el próximo presidente de los Estados Unidos sobre la ruta marítima.
Trump lleva semanas afirmando que el Canal está siendo controlado por China, alegando una violación a los tratados Torrijos-Carter.
Para el político republicano, Panamá ha impuesto “tarifas injustas” a los buques estadounidenses. A su vez, considera que los Tratados Torrijos-Carter fueron “un error de Jimmy Carter que le costó la elección. Lo dio de regreso por 1 dólar”.
Este pensamiento llevó a los republicanos en la Cámara de Representantes a presentar un proyecto legislativo llamado “Ley de la recompra del Canal de Panamá”, que “autoriza al presidente (estadounidense) a iniciar negociaciones” con representantes del Gobierno de Panamá para la compra de esa infraestructura.
El texto otorga 180 días al presidente desde la promulgación de la ley para que presente un informe sobre el estado de las negociaciones.
Sobre esta situación, el Canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, sentenció que “para los panameños el Canal es incomprable”.
El pasado 7 de enero, Trump fue consultado sobre si descartaría utilizar la fuerza militar o las coacciones económicas para intentar retomar el control del Canal de Panamá, algo que no descartó.
“No, no puedo asegurarles que descartaré ninguna de esas dos opciones, pero puedo decir esto: los necesitamos para nuestra seguridad económica”, afirmó.
Los postulados de Trump han generado el rechazo de varios países, entre ellos China. “El Canal de Panamá es una gran creación del pueblo panameño y China siempre ha apoyado al pueblo panameño en su justa lucha por la soberanía sobre el Canal”, aseguró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, el pasado 23 de diciembre.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, también se manifestó en favor de la soberanía panameña sobre la ruta. “Hasta las últimas consecuencias estaré al lado de Panamá y la defensa de su soberanía. Si el nuevo gobierno de EEUU quiere hablar de negocios, hablaremos de negocios, de tú a tú, y en beneficio de nuestros pueblos, pero jamás se negociará la dignidad”, expresó a través de X.
Otra figura de gran relevancia fue la presidente de México, Claudia Sheinbaum, quien dijo que Trump “se refirió al tema de Panamá, y ahí sí nuestra solidaridad con el presidente de Panamá, que salió muy rápidamente a decir: ‘el canal de Panamá es de los panameños’. Y en efecto, el canal de Panamá es de los panameños”.
A esto se suman las palabras del gobernante de Chile, Gabriel Boric, quien tildó las palabras del presidente electo de “bravuconadas”.
Trump también ha sugerido la idea de invadir México para acabar con los carteles de la droga, anexar a Canadá como el estado N°51 de Estados Unidos, comprar Groenlandia o rebautizar el Golfo de México como Golfo de América.