Martínez-Acha defiende la transparencia de la Cancillería
- 19/04/2025 00:00
El canciller panameño comentó que no acepta la crítica hacia la falta de transparencia y la ausencia de una estrategia integral en la política exterior panameña, tras los últimos acuerdos firmados con Estados Unidos El canciller panameño, Javier Martínez-Acha, aprovechó el Viernes Santos para defender la transparencia de la Cancillería y afirmar que no habrá bases militares en el país, tras las olas de críticas que se han generado por la firma de un memorando de entendimiento con Estados Unidos (EE.UU.) y la renuncia del vicecanciller Carlos Ruiz-Hernández, que ha salpicado a la institución.
A través de un comunicado publicado en su cuenta de X, el canciller panameño comentó que en medio de las percepciones que se han dado en torno a las últimas decisiones tomadas “la diplomacia y la política exterior es un tema complejo, no de tweets o de impulsos , que merece un análisis detallado, y sin pasiones”.
Mencionó que es importante reconocer que la diplomacia es un proceso complicado y a menudo se enfrenta a situaciones desafiantes, especialmente en el contexto de relaciones internacionales que pueden cambiar rápidamente, como ha ocurrido recientemente.
“La crítica hacia la falta de transparencia y la ausencia de una estrategia integral no son válidas, no las acepto”, expuso el funcionario, quien defendió que la Cancillería ha estado trabajando en un entorno geopolítico complicado donde las decisiones requieren un equilibrio entre intereses nacionales, que es lo primordial, la seguridad y alianzas estratégicas.
Con su comunicado, el canciller panameño trato de limpiar la imagen de la institución, tras conocerse la renuncia del vicecanciller Carlos Ruiz-Hernández, quien era el encargado de manejar el conflicto que tiene en la actualidad Panamá con Estados Unidos, por la supuesta influencia de China en el Canal.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue una comunicación que habría tenido este mes el exvicecanciller con el Gobierno de Estados Unidos, en la que de acuerdo a fuente ligadas a altos cargos del Gobierno, Ruiz-Hernández habría comentado información que “indisponía” al canciller Martínez-Acha con los estadounidenses, lo que desembocó en una crisis en la Cancillería y la solicitud de renuncia por parte del presidente al exvicecanciller.
Acuerdo Sobre el acuerdo firmado con Estados Unidos, Martínez-Acha explicó que las áreas asignadas para los entrenamientos vienen utilizándose desde hace más de quince años, con varios gobiernos y distintos mecanismos.
Por lo tanto, “no existen ni existirán bases militares en el país, aunque existan personas que insistan en querer llamarlas así por motivos netamente populistas o de titulares”.
Hizo un llamado a investigar los instrumentos jurídico firmados por los gobiernos anteriores, como una medida necesaria para garantizar la seguridad y estabilidad en la región.
“Es fácil hablar y criticar sin estar debidamente informado o con fines de crear dudas para fines opacos”, criticó.
El canciller expresó que están abiertos a fomentar un espacio de diálogo y colaboración entre la Cancillería y la sociedad civil, donde se puedan compartir preocupaciones y propuestas de manera abierta y constructiva.
Señaló que la transparencia y la participación de varios sectores son esenciales para avanzar hacia una política exterior más robusta y efectiva; siempre bajo el liderazgo del presidente de la República quien por mandato constitucional es el rector de la política exterior.
También, agregó, es crucial evaluar los resultados a largo plazo de las decisiones tomadas, considerando tanto los riesgos como las oportunidades que puedan surgir.
“En definitiva, el desafío es grande, y el camino hacia una política exterior más sólida y transparente requiere el compromiso de todos los actores involucrados, priorizando siempre los intereses y la soberanía de Panamá”, concluyó Martínez-Acha.
Panamá y Estados Unidos firmaron una declaración conjunta para el tránsito de los buques de guerra y sus auxiliares por el Canal de Panamá.
Con este acuerdo se reconoce el Tratado de Neutralidad y el marco jurídico de la vía acuática, el cual esta compuesto por el título constitucional y su ley orgánica.
Entre los puntos principales que establece el acuerdo con Estados Unidos es que el territorio nunca deja de ser panameño, pero el ejército estadounidense contará con muchos privilegios, ya que estarán ubicadas en antiguas basadas militares que tenían en el pasado conocidas como Fuerte Sherman (ahora conocida como Base Aeronaval Cristóbal Colón), la Base Aérea de Howard (ahora Base Aérea Teniente Octavio Rodríguez) y la Base Naval de Rodman (ahora Base Naval Vasco Núñez de Balboa).
El memorando tiene vigencia de tres años, prorrogables y puede ser modificado. Además, de que Estados Unidos podrá realizar contrataciones para hacer obras sin utilizar las leyes panameñas, aunque deberá coordinar con el Ministerio de Seguridad.
El canciller panameño, Javier Martínez-Acha, aprovechó el Viernes Santos para defender la transparencia de la Cancillería y afirmar que no habrá bases militares en el país, tras las olas de críticas que se han generado por la firma de un memorando de entendimiento con Estados Unidos (EE.UU.) y la renuncia del vicecanciller Carlos Ruiz-Hernández, que ha salpicado a la institución.
A través de un comunicado publicado en su cuenta de X, el canciller panameño comentó que en medio de las percepciones que se han dado en torno a las últimas decisiones tomadas “la diplomacia y la política exterior es un tema complejo, no de tweets o de impulsos , que merece un análisis detallado, y sin pasiones”.
Mencionó que es importante reconocer que la diplomacia es un proceso complicado y a menudo se enfrenta a situaciones desafiantes, especialmente en el contexto de relaciones internacionales que pueden cambiar rápidamente, como ha ocurrido recientemente.
“La crítica hacia la falta de transparencia y la ausencia de una estrategia integral no son válidas, no las acepto”, expuso el funcionario, quien defendió que la Cancillería ha estado trabajando en un entorno geopolítico complicado donde las decisiones requieren un equilibrio entre intereses nacionales, que es lo primordial, la seguridad y alianzas estratégicas.
Con su comunicado, el canciller panameño trato de limpiar la imagen de la institución, tras conocerse la renuncia del vicecanciller Carlos Ruiz-Hernández, quien era el encargado de manejar el conflicto que tiene en la actualidad Panamá con Estados Unidos, por la supuesta influencia de China en el Canal.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue una comunicación que habría tenido este mes el exvicecanciller con el Gobierno de Estados Unidos, en la que de acuerdo a fuente ligadas a altos cargos del Gobierno, Ruiz-Hernández habría comentado información que “indisponía” al canciller Martínez-Acha con los estadounidenses, lo que desembocó en una crisis en la Cancillería y la solicitud de renuncia por parte del presidente al exvicecanciller.
Sobre el acuerdo firmado con Estados Unidos, Martínez-Acha explicó que las áreas asignadas para los entrenamientos vienen utilizándose desde hace más de quince años, con varios gobiernos y distintos mecanismos.
Por lo tanto, “no existen ni existirán bases militares en el país, aunque existan personas que insistan en querer llamarlas así por motivos netamente populistas o de titulares”.
Hizo un llamado a investigar los instrumentos jurídico firmados por los gobiernos anteriores, como una medida necesaria para garantizar la seguridad y estabilidad en la región.
“Es fácil hablar y criticar sin estar debidamente informado o con fines de crear dudas para fines opacos”, criticó.
El canciller expresó que están abiertos a fomentar un espacio de diálogo y colaboración entre la Cancillería y la sociedad civil, donde se puedan compartir preocupaciones y propuestas de manera abierta y constructiva.
Señaló que la transparencia y la participación de varios sectores son esenciales para avanzar hacia una política exterior más robusta y efectiva; siempre bajo el liderazgo del presidente de la República quien por mandato constitucional es el rector de la política exterior.
También, agregó, es crucial evaluar los resultados a largo plazo de las decisiones tomadas, considerando tanto los riesgos como las oportunidades que puedan surgir.
“En definitiva, el desafío es grande, y el camino hacia una política exterior más sólida y transparente requiere el compromiso de todos los actores involucrados, priorizando siempre los intereses y la soberanía de Panamá”, concluyó Martínez-Acha.
Panamá y Estados Unidos firmaron una declaración conjunta para el tránsito de los buques de guerra y sus auxiliares por el Canal de Panamá.
Con este acuerdo se reconoce el Tratado de Neutralidad y el marco jurídico de la vía acuática, el cual esta compuesto por el título constitucional y su ley orgánica.
Entre los puntos principales que establece el acuerdo con Estados Unidos es que el territorio nunca deja de ser panameño, pero el ejército estadounidense contará con muchos privilegios, ya que estarán ubicadas en antiguas basadas militares que tenían en el pasado conocidas como Fuerte Sherman (ahora conocida como Base Aeronaval Cristóbal Colón), la Base Aérea de Howard (ahora Base Aérea Teniente Octavio Rodríguez) y la Base Naval de Rodman (ahora Base Naval Vasco Núñez de Balboa).
El memorando tiene vigencia de tres años, prorrogables y puede ser modificado. Además, de que Estados Unidos podrá realizar contrataciones para hacer obras sin utilizar las leyes panameñas, aunque deberá coordinar con el Ministerio de Seguridad.