Lucha contra la violencia sexual digital no volverá a pasar desapercibida
- 12/10/2024 00:00
- 11/10/2024 19:29
La Ley 61, aprobada por unanimidad en Panamá, ha sido elogiada por activistas, aunque destacan la necesidad de más educación y recursos para su implementación efectiva El término ‘pornovenganza’ se he hecho viral en los últimos años, para identificar a cierto tipo de violencia sexual digital, Este tipo de propagación, sin consentimiento, de imágenes o videos explícitos es un riesgo para cualquier persona que usa redes sociales, siendo las mujeres las principales víctimas de este tipo de crímenes.
Ante esto, la aprobación de forma unánime del proyecto de Ley 61, que regula los ciberdelitos en Panamá, en la Asamblea Nacional se posiciona como una nueva herramienta propuesta para salvaguardar el bienestar de las víctimas de este tipo de delitos y más, lo que ha obtenido reacciones positivas de sectores en defensa de los derechos humanos y los derechos de la mujer.
De acuerdo a Corina Rueda, abogada y miembro de la institución Idea Internacional, esta ley implica que los cuerpos de las mujeres pertenecen a sí mismas y no tendrán que estar “rogándole a los sistemas de justicia” por leyes que defiendan su integridad.
“Estamos en una época en la que nos hemos vuelto digitales, la vida digital es la vida personal e íntima, y hay que buscar la forma de proteger el material sexual íntimo dentro de nuestras relaciones. También es importante que se castiguen todos los lugares en los que se comercializa con los cuerpos de las mujeres”, destacó Rueda a La Estrella de Panamá.
Rueda y más activistas se encuentran a la espera de que el presidente José Raúl Mulino sancione esta ley y que posteriormente sea publicada en Gaceta Oficial para ver cuáles serán los próximos pasos a seguir. Asimismo, hay la expectativa de que el Ministerio Público pueda formarse en estas temáticas y no revictimicen a las víctimas de este tipo de violencia.
“Es importante mencionar que esta es una lucha que han alzado las mujeres y la seguirán alzando mujeres en América Latina, porque aunque hay hombres que son víctimas de este tipo de delitos, el 89.9% de sobrevivientes son mujeres”, explicó, aplaudiendo el avance en tema de derechos de las mujeres y niñas.
Y es que con esta decisión parlamentaria, Panamá se convierte en el tercer país de la región en regular nuevas modalidades del ciberdelito e invasión de la vida íntima. Esta nueva ley abarca la protección de toda la sociedad, niño, mujeres, hombres, adultos mayores y personas con discapacidad en la lucha contra los ciberdelincuentes y el chantaje derivado de la violencia sexual digital.
Por otro lado, estos mismos grupos reconocen que una sola ley no va a resolver problemas que son de carácter estructural, es por esto que Rueda también señaló que los siguientes grandes pasos en tema de derechos humanos serían lograr tener definiciones a nivel de cuerpos jurídicos, tener materiales de prevención, poder medir la efectividad de la ley y tener los equipos necesarios para perseguir este tipo de delitos.
Mientras que la activista Yuri Pittí habló de invertir en procesos educativos en término de tecnología que cuenten con un enfoque en los peligros de estas herramientas, especialmente para las poblaciones vulnerables y que puedan ser víctimas de los tipos de delitos estipulados en la Ley 61.
Pittí, a su vez, hizo referencia de la actuación de la Asamblea y la votación unánime a favor, destacando que “estamos en una nueva época en la que las leyes tienen que responder a los problemas sociales”.
“Lo que abarca la Ley 61 son problemas sociales de esta época, me parece que hay una demanda social de que este tipo de legislaciones vengan a dar respuesta. Esperamos que el Órgano Ejecutivo también pueda dar ese paso a ser un sistema legal que dé respuesta, sobre todo a los problemas de las personas jóvenes”, dijo a este medio.
El término ‘pornovenganza’ se he hecho viral en los últimos años, para identificar a cierto tipo de violencia sexual digital, Este tipo de propagación, sin consentimiento, de imágenes o videos explícitos es un riesgo para cualquier persona que usa redes sociales, siendo las mujeres las principales víctimas de este tipo de crímenes.
Ante esto, la aprobación de forma unánime del proyecto de Ley 61, que regula los ciberdelitos en Panamá, en la Asamblea Nacional se posiciona como una nueva herramienta propuesta para salvaguardar el bienestar de las víctimas de este tipo de delitos y más, lo que ha obtenido reacciones positivas de sectores en defensa de los derechos humanos y los derechos de la mujer.
De acuerdo a Corina Rueda, abogada y miembro de la institución Idea Internacional, esta ley implica que los cuerpos de las mujeres pertenecen a sí mismas y no tendrán que estar “rogándole a los sistemas de justicia” por leyes que defiendan su integridad.
“Estamos en una época en la que nos hemos vuelto digitales, la vida digital es la vida personal e íntima, y hay que buscar la forma de proteger el material sexual íntimo dentro de nuestras relaciones. También es importante que se castiguen todos los lugares en los que se comercializa con los cuerpos de las mujeres”, destacó Rueda a La Estrella de Panamá.
Rueda y más activistas se encuentran a la espera de que el presidente José Raúl Mulino sancione esta ley y que posteriormente sea publicada en Gaceta Oficial para ver cuáles serán los próximos pasos a seguir. Asimismo, hay la expectativa de que el Ministerio Público pueda formarse en estas temáticas y no revictimicen a las víctimas de este tipo de violencia.
“Es importante mencionar que esta es una lucha que han alzado las mujeres y la seguirán alzando mujeres en América Latina, porque aunque hay hombres que son víctimas de este tipo de delitos, el 89.9% de sobrevivientes son mujeres”, explicó, aplaudiendo el avance en tema de derechos de las mujeres y niñas.
Y es que con esta decisión parlamentaria, Panamá se convierte en el tercer país de la región en regular nuevas modalidades del ciberdelito e invasión de la vida íntima. Esta nueva ley abarca la protección de toda la sociedad, niño, mujeres, hombres, adultos mayores y personas con discapacidad en la lucha contra los ciberdelincuentes y el chantaje derivado de la violencia sexual digital.
Por otro lado, estos mismos grupos reconocen que una sola ley no va a resolver problemas que son de carácter estructural, es por esto que Rueda también señaló que los siguientes grandes pasos en tema de derechos humanos serían lograr tener definiciones a nivel de cuerpos jurídicos, tener materiales de prevención, poder medir la efectividad de la ley y tener los equipos necesarios para perseguir este tipo de delitos.
Mientras que la activista Yuri Pittí habló de invertir en procesos educativos en término de tecnología que cuenten con un enfoque en los peligros de estas herramientas, especialmente para las poblaciones vulnerables y que puedan ser víctimas de los tipos de delitos estipulados en la Ley 61.
Pittí, a su vez, hizo referencia de la actuación de la Asamblea y la votación unánime a favor, destacando que “estamos en una nueva época en la que las leyes tienen que responder a los problemas sociales”.
“Lo que abarca la Ley 61 son problemas sociales de esta época, me parece que hay una demanda social de que este tipo de legislaciones vengan a dar respuesta. Esperamos que el Órgano Ejecutivo también pueda dar ese paso a ser un sistema legal que dé respuesta, sobre todo a los problemas de las personas jóvenes”, dijo a este medio.