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Lajas Blancas, entre la migración y la ayuda internacional

El líder comunitario Six Ortega (centro) junto a la representante de Unicef y el ministro consejero de la Embajada de EE.UU. en Panamá. Unicef Panamá / Urdaneta
  • 15/03/2024 00:00

Unicef y la Embajada de Estados Unidos en Panamá contribuyen con acueductos rurales en comunidades impactadas por el flujo migratorio, como Lajas Blancas

Lajas Blancas es una comunidad de la comarca Emberá Wounaán ubicada en la ribera del río Chucunaque, que se ha visto impactada en los últimos años por el flujo migratorios. Allí, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) y la Embajada de Estados Unidos en Panamá han unido esfuerzos para procurarles a los residentes un sistema de agua potable.

El pasado lunes hicieron una gira con periodistas a la zona, en la que explicaron las iniciativas que impulsan, no solo en Lajas Blancas, sino en otras comunidades de la comarca indígena y en la provincia de Darién, a donde llegan los miles de migrantes en su recorrido hacia Norteamérica.

Para Unicef y la Embajada de Estados Unidos en Panamá, los proyectos de acueductos rurales si bien son para las comunidades, también terminan beneficiando a los migrantes que pueden contar con servicios básicos cuando llegan a estas zonas, después de cruzar la fronteriza selva de Darién.

En Lajas Blancas hay una de las estaciones de recepción de migrantes que ha habilitado el Gobierno panameño para un mejor control de los extranjeros antes de continuar su recorrido, en bus, hasta la frontera de Panamá con Costa Rica.

Unicef explicó que se han construido, ampliado o renovado plantas potabilizadoras de agua en 12 comunidades impactadas por la migración, entre esas, la comunidad emberá de Lajas Blancas. “Estas plantas de agua y el trabajo con las juntas administradoras de acueductos rurales son parte del aporte de Unicef a Panamá para responder a los desafíos de la migración y aportar al desarrollo local de algunas de las comunidades con más carencias”, informó el organismo.

Los proyectos de acueductos rurales son impulsados por la Unicef con fondos de la Embajada de Estados Unidos en Panamá. “Es una donación que trae agua limpia a la comunidad que necesita este tipo de apoyo. Nosotros entendemos la carga que significa para Panamá, y sobre todo para comunidades locales como Lajas Blancas, esos flujos migratorios sin precedentes”, dijo John Barrett, ministro consejero de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, quien estuvo acompañado de la representante de Unicef en Panamá, Sandie Blanchet, durante la gira de pasado lunes en la que se recorrió la comunidad y la estación de recepción de migración.

Margarita Sánchez, especialista de protección infantil en emergencias de Unicef basada en Darién, dijo que no solo han ayudado con la construcción y renovación de 12 plantas de tratamiento de agua para hacerla potable, sino con la formalización de las juntas de acueductos rurales de las comunidades. “De esta forma ayudamos a garantizar los derechos de los niños, específicamente el derecho al acceso al agua”. recalcó.

Explicó que desde hace cuatro años vienen desarrollando estas iniciativas en conjunto con el Ministerio de Salud y el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales.

La gira a Lajas Blancas incluyó un recorrido por el proyecto del acueducto y luego una visita a la comunidad que concluyó con un acto protocolar en la que hablaron Blanchet, Barrett, autoridades locales y líderes comunitarios, entre ellos Six Ortega.

“Estamos trabajando junto con mi pueblo y con las organizaciones que nos apoyan para mejorar el sistema de agua potable que ha sido un problema para la comunidad”, dijo Ortega. Explicó que la nueva planta de tratamiento viene a suplir una demanda de agua potable ante el crecimiento poblacional. Antes la comunidad de Lajas Blancas solo tenía dos sectores, ahora son ocho, se ha triplicado la población y la capacidad del tanque es solo para abastecer 110 viviendas, pero ahora hay 800.