Informe revela deterioro en escuelas públicas: baños dañados y aulas improvisadas
- 14/04/2025 16:25
La investigación desarrollada por Jóvenes Unidos por la Educación abarcó 72 planteles educativos en ocho provincias y dos comarcas El diagnóstico fue certero. 40% de los centros educativos de Panamá no iniciaron clases, el pasado 10 de marzo, por deficiencias estructurales, reveló un estudio desarrollado por Jóvenes Unidos por la Educación (JUxLaE) y publicado este lunes 14 de abril.
El estudio, que abarcó 72 centros educativos públicos, distribuidos en ocho provincias y dos comarcas, definió la realidad que transcurre en muchos de los planteles evaluados como “grave”.
“La situación de los centros educativos en Panamá para el inicio del año escolar 2025 refleja problemas estructurales persistentes en el sistema educativo nacional”, indicó la investigación.
El documento muestra que el 41.18% de los colegios no pudieron iniciar clases en marzo por “deficiencias graves”. Mientras que, el 58.82% iniciaron clases con “problemas significativos”.
Este medio conversó con María Teresa Torrez, quien forma parte del colectivo, para conocer más detalles sobre el informe.
“Nosotros estábamos recibiendo múltiples denuncias de colegios en mal estado y, a raíz de la alarmante escasez de datos actualizados y confiables, decidimos tomar la iniciativa de documentar la realidad que viven parte de los colegios en el país”, indicó.
Desde JUxLaE indicaron que el principal problema que atraviesan estos colegios es la infraestructura, con el 44.44% de las escuelas con baños deteriorados y espacios inadecuados.
”Se reportaron estructuras en riesgo de caerse, escaleras inseguras, techos por derrumbarse. Nos reportaron muchísimos salones improvisados. Incluso, depósitos convertidos en aulas, lo que ocasiona el hacinamiento de los alumnos”, comentaron.
Además de los problemas infraestructurales, lo servicios básicos son una tema delicado en 16.67% de los planteles evaluados, con deficiencias de agua potable, electricidad y conectividad. Le sigue el mobiliario (13.89%), personal (8.33%), materiales educativos (5.6%) y otros (11.11%).
“Los baños de la escuela están totalmente inservibles... tenemos que pasar muchas veces toda la jornada de clases sin poder ir al baño”, denunció una de las personas encuestadas.
La razón principal para no iniciar clases fueron los “problemas estructurales graves”. “Ya se cayó una loza y hay peligro”, justificó otro de los encuestados.
En medio de esta situación, desde JUxLaE apuntan que los casos evaluados comparten patrones similares, ya sea que son centros escolares con más de 10 años de problemas sin resolver (5.48%). A esto se le agregan las promesas de campaña incumplidas por varias administraciones o la “normalización” que se le da a la problemática de las escuelas rancho, en áreas comarcales.
”El lugar donde naces y creces no debe condicionar la calidad de la educación que recibes. Nosotros exhortamos a la comunidad educativas a abordar estos problemas con la seriedad y el análisis técnico que merece”, sentenció Torrez, quien recalcó que, en los centros educativos que están en las zonas comarcales se normalizan condiciones que serían inaceptables en áreas urbanas.
Añadió que ellos, como movimiento, ya han participado de muchos diálogos y han presentado muchas propuestas al respecto, con las autoridades competentes, pero que estos no pasan del papel.
”Hace falta más personal técnico en el gobierno para poder hacer más estudios como este, ya que, a la fecha, la información disponible es muy pobre”, ponderó.
”También hace falta mucha voluntad política para hacer estos estudios. Lo que no se mide no se puede gestionar ni corregir. La generación de data es de suma importancia, para saber el punto de partida”, dijo.
Otro punto que abordó la investigación es el impacto que tiene la deserción escolar en Panamá. “Todos estos problemas, al acumularse, ocasionan que muchos estudiantes deserten del sistema educativo. En la actualidad solo uno de cada diez estudiantes logra completar su ciclo educativo y terminar la universidad”, denunció.
Tras ser consultada sobre si tienen previsto emitir nuevas ediciones de esta investigación, la activista confirmó sí que está en sus planes futuros.
Ante la pregunta de si ellos, como agrupación ya se acercaron al Ministerio de Educación, para dar a conocer los descubrimientos del informe, Torrez reconoció que, de momento, no lo han hecho, pero que ya están impulsando las gestiones para concretarlo.
Metodología de la investigación Torrez mencionó que el impacto del mal estado de los centros educativos evaluados afecta a 70,240 estudiantes. Aunque, también aclaró que este estudio contempla solo el 2.32% de los 3,102 centros educativos de la nación. Los cuales cuentan con una población de 980.225 alumnos.
Sobre la metodología que implementaron para este estudio, la joven activista señaló que se basaron en cuestionarios anónimos de Google.
Al ser cuestionada sobre la validez y legitimidad de los datos obtenidos señaló que solo se consideraron los testimonios de personas que viniesen acompañados de la evidencia documental y audiovisual adecuada.
El periodo de recolección de datos fue del 11 al 23 de marzo de 2025. “Las imágenes recopiladas poseían los datos adecuados”, garantizó.
Se recibieron 80 respuestas, de las cuales ocho correspondían a centros educativos que fueron reportados por distintas personas. En total, quedaron 72 centros.
El diagnóstico fue certero. 40% de los centros educativos de Panamá no iniciaron clases, el pasado 10 de marzo, por deficiencias estructurales, reveló un estudio desarrollado por Jóvenes Unidos por la Educación (JUxLaE) y publicado este lunes 14 de abril.
El estudio, que abarcó 72 centros educativos públicos, distribuidos en ocho provincias y dos comarcas, definió la realidad que transcurre en muchos de los planteles evaluados como “grave”.
“La situación de los centros educativos en Panamá para el inicio del año escolar 2025 refleja problemas estructurales persistentes en el sistema educativo nacional”, indicó la investigación.
El documento muestra que el 41.18% de los colegios no pudieron iniciar clases en marzo por “deficiencias graves”. Mientras que, el 58.82% iniciaron clases con “problemas significativos”.
Este medio conversó con María Teresa Torrez, quien forma parte del colectivo, para conocer más detalles sobre el informe.
“Nosotros estábamos recibiendo múltiples denuncias de colegios en mal estado y, a raíz de la alarmante escasez de datos actualizados y confiables, decidimos tomar la iniciativa de documentar la realidad que viven parte de los colegios en el país”, indicó.
Desde JUxLaE indicaron que el principal problema que atraviesan estos colegios es la infraestructura, con el 44.44% de las escuelas con baños deteriorados y espacios inadecuados.
”Se reportaron estructuras en riesgo de caerse, escaleras inseguras, techos por derrumbarse. Nos reportaron muchísimos salones improvisados. Incluso, depósitos convertidos en aulas, lo que ocasiona el hacinamiento de los alumnos”, comentaron.
Además de los problemas infraestructurales, lo servicios básicos son una tema delicado en 16.67% de los planteles evaluados, con deficiencias de agua potable, electricidad y conectividad. Le sigue el mobiliario (13.89%), personal (8.33%), materiales educativos (5.6%) y otros (11.11%).
“Los baños de la escuela están totalmente inservibles... tenemos que pasar muchas veces toda la jornada de clases sin poder ir al baño”, denunció una de las personas encuestadas.
La razón principal para no iniciar clases fueron los “problemas estructurales graves”. “Ya se cayó una loza y hay peligro”, justificó otro de los encuestados.
En medio de esta situación, desde JUxLaE apuntan que los casos evaluados comparten patrones similares, ya sea que son centros escolares con más de 10 años de problemas sin resolver (5.48%). A esto se le agregan las promesas de campaña incumplidas por varias administraciones o la “normalización” que se le da a la problemática de las escuelas rancho, en áreas comarcales.
”El lugar donde naces y creces no debe condicionar la calidad de la educación que recibes. Nosotros exhortamos a la comunidad educativas a abordar estos problemas con la seriedad y el análisis técnico que merece”, sentenció Torrez, quien recalcó que, en los centros educativos que están en las zonas comarcales se normalizan condiciones que serían inaceptables en áreas urbanas.
Añadió que ellos, como movimiento, ya han participado de muchos diálogos y han presentado muchas propuestas al respecto, con las autoridades competentes, pero que estos no pasan del papel.
”Hace falta más personal técnico en el gobierno para poder hacer más estudios como este, ya que, a la fecha, la información disponible es muy pobre”, ponderó.
”También hace falta mucha voluntad política para hacer estos estudios. Lo que no se mide no se puede gestionar ni corregir. La generación de data es de suma importancia, para saber el punto de partida”, dijo.
Otro punto que abordó la investigación es el impacto que tiene la deserción escolar en Panamá. “Todos estos problemas, al acumularse, ocasionan que muchos estudiantes deserten del sistema educativo. En la actualidad solo uno de cada diez estudiantes logra completar su ciclo educativo y terminar la universidad”, denunció.
Tras ser consultada sobre si tienen previsto emitir nuevas ediciones de esta investigación, la activista confirmó sí que está en sus planes futuros.
Ante la pregunta de si ellos, como agrupación ya se acercaron al Ministerio de Educación, para dar a conocer los descubrimientos del informe, Torrez reconoció que, de momento, no lo han hecho, pero que ya están impulsando las gestiones para concretarlo.
Torrez mencionó que el impacto del mal estado de los centros educativos evaluados afecta a 70,240 estudiantes. Aunque, también aclaró que este estudio contempla solo el 2.32% de los 3,102 centros educativos de la nación. Los cuales cuentan con una población de 980.225 alumnos.
Sobre la metodología que implementaron para este estudio, la joven activista señaló que se basaron en cuestionarios anónimos de Google.
Al ser cuestionada sobre la validez y legitimidad de los datos obtenidos señaló que solo se consideraron los testimonios de personas que viniesen acompañados de la evidencia documental y audiovisual adecuada.
El periodo de recolección de datos fue del 11 al 23 de marzo de 2025. “Las imágenes recopiladas poseían los datos adecuados”, garantizó.
Se recibieron 80 respuestas, de las cuales ocho correspondían a centros educativos que fueron reportados por distintas personas. En total, quedaron 72 centros.