Desigualdad, una realidad que también golpea a las escuelas panameñas
- 29/07/2024 00:00
- 28/07/2024 19:00
Un inglés de alto nivel y tecnología de punta son herramientas a las que solo el 12% de la población estudiantil del país tiene acceso. Entre la migración masiva a la educación pública y el alto costo de la educación privada, ¿quiénes reciben la educación de calidad? Dos caras del sistema educativo panameño se sentarán el día de hoy en la misma mesa. El Ministerio de Educación (Meduca) y diferentes asociaciones de escuelas particulares empezarán un diálogo a petición de estos gremios para encontrar un mecanismo unificado de afrontar algunos de los puntos estipulados por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en relación a la Ley No. 285.
Y es que hace dos semanas el organismo de justicia panameña señaló como constitucionales los artículos No. 47, No. 166 y No. 222 de esta ley, la cual crea el Sistema de Garantías y Protección de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia y dicta otras disposiciones.
Específicamente el artículo No. 47 señala que centros educativos particulares no podrán negar el acceso a clases o material didáctico a estudiantes cuyos padres mantengan un saldo pendiente con el centro educativo. Además, este artículo garantiza que al final del año escolar deben emitir una certificación que facilite la matrícula en otros colegios hasta cancelar su deuda.
Para Linda Espinosa, madre de una estudiante de décimo grado en un colegio privado, esta es una medida que no solo se solidariza con aquellos padres que desean lo mejor para sus acudientes pero luchan contra las carencias económicas actuales en el país, sino que no irrumpirá el desarrollo escolar de niños y adolescentes panameños, quien en su opinión “no tienen la culpa” de los acuerdos entre padres y centros educativos.
Aunque admite ser uno de los casos afortunados, al haber tenido la oportunidad de ahorrar para poder costear una escuela privada mientras su hija pasaba nueve años en escuelas del estado, reconoce que detrás de cada padre de familia hay un gran esfuerzo monetario.
Después de haber pasado nueve años en el sistema público, admite que es uno de los pocos casos afortunados que tuvo la oportunidad de ahorrar para realizar la transición a una escuela privada y reconoce que detrás de cada niño en colegios particulares se encuentra el empeño de una familia.
“Va a ser un gran esfuerzo meter al niño en una escuela privada, pero yo lo recomiendo a cualquier padre que tenga la oportunidad, y si no pueden en este momento, ahorrar para hacerlo en grados más altos”, confesó Espinosa a La Estrella de Panamá.
Un sistema que no es para todos Sin embargo, la realidad entre los panameños es que en los últimos años la educación privada es incosteable.
De hecho, sólo 144 mil estudiantes panameños se encuentran en el sector particular; mientras que, casi septuplicando la cantidad de alumnos, 944 mil están matriculados en centros oficiales, de acuerdo a los datos más recientes del Meduca.
Entre las constantes alzas de la matrícula educativa, los gastos en actividades extracurriculares y las donaciones que en muchos colegios internacionales superan los $2,000, para muchos padres de familia es difícil ingresar o mantener a sus acudidos en los colegios particulares.
Con la pandemia de Sars-CoV-2, en la cual datos del Ministerio de Trabajo (Mitradel) señalan que se suspendieron 284,209 contratos y 225,456 se encontraban desocupadas, esta situación empeoró llevando a que aproximadamente 33 mil estudiantes migraran a escuelas del Estado en los años de confinamiento, según estudió el Meduca en ese momento.
Por su parte, Mario Muñoz, dirigente de la Asociación Panameña de Centros Educativos Particulares (Apacep), aseguró a ‘La Decana’ que las escuelas privadas han estado siguiendo el Decreto 601 del 9 de julio de 2015, que tenía como objetivo considerar cambios en los costos de matrículas, uniformes, útiles escolares para el beneficio de los padres de familia.
“No estamos realizando alzas de precio de la educación particular en ningún centro educativo desde la pandemia, tampoco de mensualidad e inclusive estamos tratando que con los mismos ingresos [de las escuelas] crear nuevas adecuaciones ya sea de laboratorios de tecnología, clubes de robótica con inteligencia artificial y otras implementaciones necesarias para la actualización de la educación del niño, lo que no realiza la escuela pública que también tiene su presupuesto”, explicó.
Sin embargo, un resumen ejecutivo de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia de Panamá (Acodeco) sobre costos comparativos en colegios particulares en la ciudad de Panamá señala lo contrario.
Solo en el año 2020 unos 38 de 58 centros de enseñanza presentaron aumentos en su anualidad para la sección de preescolar; en el nivel de primaria fueron 40 de 61; en el nivel de premedia 21 de 60 alzaron los costos y en el nivel de bachilleratos fueron 22 de 60.
Los datos de cuotas de inscripción recabados por esta autoridad presentaron estadísticas similares en cada nivel educativo.
Además, este mismo ente señala en sus aspectos normativos sobre colegios particulares que la queja presentada con mayor frecuencia sobre estos centros se debe a los aumentos en la matrícula y mensualidades sin la coordinación previa con padres de familia y sin objetar las razones de por qué se dan los aumentos en un inicio.
Educación y desigualdades Pero padres como Linda Espino son capaces de pasar estos aumentos por alto justificándolo con el nivel de educación que reciben sus hijos. En el caso de esta madre de familia es cierto que es más costoso, pero también representa una inversión en el futuro de sus acudidos.
El nivel de inglés y la seguridad de una buena preparación en general para otras etapas de la vida son de las principales razones por las cuales padres panameños deciden que sus hijos formen parte de una educación particular.
“Nosotros la cambios porque queríamos que mejorara su inglés, ya que como sabemos en las [escuelas] públicas el inglés es muy básico y también porque las escuelas privadas nos daban más seguridad y tienen mejor control de los chicos”, dijo la madre de familia.
Otro punto a favor de las escuelas privadas es el manejo de las herramientas digitales, con dispositivos y metodologías de primera mano le dan la delantera al 12% de niños que conforman estos planteles, mientras un 88% queda en rezago, como lo confirma Espino, que ha estado en ambos sistemas junto a su hija y dice que “la diferencia es abismal”.
De esta misma manera, las brechas entre jóvenes que se gradúan de escuelas privadas y públicas son cada vez más notorias. Mientras las escuelas internacionales posicionan a los chicos para universidades privadas o en los mejores casos, universidades en el exterior, los estudiantes de escuelas públicas no cuentan con estas mismas oportunidades de preparación.
Es por esto que entre los puntos que se discutirán hoy en la reunión con la ministra de educación, Lucy Molinar, se encuentran las Propuestas de Buenas Prácticas como uno de los cinco que tocarán los gremios de escuelas privadas. Se trata de una serie de iniciativas que consideran deben implementarse tanto en colegios públicos como privados para equiparar a los estudiantes y aminorar las diferencias de preparación.
“Nosotros, los colegios particulares queremos elevar el nivel educativo de los panameños, en ese sentido deseamos contribuir con estas propuestas para que el sistema sea algo nivelado”, mencionó el dirigente de la Apacep.
Sin embargo, lo que pueda surgir en la reunión del día de hoy entre ambas partes todavía no se sabe a ciencia cierta. Mientras tanto las desigualdades en el sistema educativo, del cual ambos sectores son responsables siguen arriesgándose, cosechando resultados en la sociedad panameña y cabe preguntar: ¿se necesita dinero para una educación de calidad?
Dos caras del sistema educativo panameño se sentarán el día de hoy en la misma mesa. El Ministerio de Educación (Meduca) y diferentes asociaciones de escuelas particulares empezarán un diálogo a petición de estos gremios para encontrar un mecanismo unificado de afrontar algunos de los puntos estipulados por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en relación a la Ley No. 285.
Y es que hace dos semanas el organismo de justicia panameña señaló como constitucionales los artículos No. 47, No. 166 y No. 222 de esta ley, la cual crea el Sistema de Garantías y Protección de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia y dicta otras disposiciones.
Específicamente el artículo No. 47 señala que centros educativos particulares no podrán negar el acceso a clases o material didáctico a estudiantes cuyos padres mantengan un saldo pendiente con el centro educativo. Además, este artículo garantiza que al final del año escolar deben emitir una certificación que facilite la matrícula en otros colegios hasta cancelar su deuda.
Para Linda Espinosa, madre de una estudiante de décimo grado en un colegio privado, esta es una medida que no solo se solidariza con aquellos padres que desean lo mejor para sus acudientes pero luchan contra las carencias económicas actuales en el país, sino que no irrumpirá el desarrollo escolar de niños y adolescentes panameños, quien en su opinión “no tienen la culpa” de los acuerdos entre padres y centros educativos.
Aunque admite ser uno de los casos afortunados, al haber tenido la oportunidad de ahorrar para poder costear una escuela privada mientras su hija pasaba nueve años en escuelas del estado, reconoce que detrás de cada padre de familia hay un gran esfuerzo monetario.
Después de haber pasado nueve años en el sistema público, admite que es uno de los pocos casos afortunados que tuvo la oportunidad de ahorrar para realizar la transición a una escuela privada y reconoce que detrás de cada niño en colegios particulares se encuentra el empeño de una familia.
“Va a ser un gran esfuerzo meter al niño en una escuela privada, pero yo lo recomiendo a cualquier padre que tenga la oportunidad, y si no pueden en este momento, ahorrar para hacerlo en grados más altos”, confesó Espinosa a La Estrella de Panamá.
Sin embargo, la realidad entre los panameños es que en los últimos años la educación privada es incosteable.
De hecho, sólo 144 mil estudiantes panameños se encuentran en el sector particular; mientras que, casi septuplicando la cantidad de alumnos, 944 mil están matriculados en centros oficiales, de acuerdo a los datos más recientes del Meduca.
Entre las constantes alzas de la matrícula educativa, los gastos en actividades extracurriculares y las donaciones que en muchos colegios internacionales superan los $2,000, para muchos padres de familia es difícil ingresar o mantener a sus acudidos en los colegios particulares.
Con la pandemia de Sars-CoV-2, en la cual datos del Ministerio de Trabajo (Mitradel) señalan que se suspendieron 284,209 contratos y 225,456 se encontraban desocupadas, esta situación empeoró llevando a que aproximadamente 33 mil estudiantes migraran a escuelas del Estado en los años de confinamiento, según estudió el Meduca en ese momento.
Por su parte, Mario Muñoz, dirigente de la Asociación Panameña de Centros Educativos Particulares (Apacep), aseguró a ‘La Decana’ que las escuelas privadas han estado siguiendo el Decreto 601 del 9 de julio de 2015, que tenía como objetivo considerar cambios en los costos de matrículas, uniformes, útiles escolares para el beneficio de los padres de familia.
“No estamos realizando alzas de precio de la educación particular en ningún centro educativo desde la pandemia, tampoco de mensualidad e inclusive estamos tratando que con los mismos ingresos [de las escuelas] crear nuevas adecuaciones ya sea de laboratorios de tecnología, clubes de robótica con inteligencia artificial y otras implementaciones necesarias para la actualización de la educación del niño, lo que no realiza la escuela pública que también tiene su presupuesto”, explicó.
Sin embargo, un resumen ejecutivo de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia de Panamá (Acodeco) sobre costos comparativos en colegios particulares en la ciudad de Panamá señala lo contrario.
Solo en el año 2020 unos 38 de 58 centros de enseñanza presentaron aumentos en su anualidad para la sección de preescolar; en el nivel de primaria fueron 40 de 61; en el nivel de premedia 21 de 60 alzaron los costos y en el nivel de bachilleratos fueron 22 de 60.
Los datos de cuotas de inscripción recabados por esta autoridad presentaron estadísticas similares en cada nivel educativo.
Además, este mismo ente señala en sus aspectos normativos sobre colegios particulares que la queja presentada con mayor frecuencia sobre estos centros se debe a los aumentos en la matrícula y mensualidades sin la coordinación previa con padres de familia y sin objetar las razones de por qué se dan los aumentos en un inicio.
Pero padres como Linda Espino son capaces de pasar estos aumentos por alto justificándolo con el nivel de educación que reciben sus hijos. En el caso de esta madre de familia es cierto que es más costoso, pero también representa una inversión en el futuro de sus acudidos.
El nivel de inglés y la seguridad de una buena preparación en general para otras etapas de la vida son de las principales razones por las cuales padres panameños deciden que sus hijos formen parte de una educación particular.
“Nosotros la cambios porque queríamos que mejorara su inglés, ya que como sabemos en las [escuelas] públicas el inglés es muy básico y también porque las escuelas privadas nos daban más seguridad y tienen mejor control de los chicos”, dijo la madre de familia.
Otro punto a favor de las escuelas privadas es el manejo de las herramientas digitales, con dispositivos y metodologías de primera mano le dan la delantera al 12% de niños que conforman estos planteles, mientras un 88% queda en rezago, como lo confirma Espino, que ha estado en ambos sistemas junto a su hija y dice que “la diferencia es abismal”.
De esta misma manera, las brechas entre jóvenes que se gradúan de escuelas privadas y públicas son cada vez más notorias. Mientras las escuelas internacionales posicionan a los chicos para universidades privadas o en los mejores casos, universidades en el exterior, los estudiantes de escuelas públicas no cuentan con estas mismas oportunidades de preparación.
Es por esto que entre los puntos que se discutirán hoy en la reunión con la ministra de educación, Lucy Molinar, se encuentran las Propuestas de Buenas Prácticas como uno de los cinco que tocarán los gremios de escuelas privadas. Se trata de una serie de iniciativas que consideran deben implementarse tanto en colegios públicos como privados para equiparar a los estudiantes y aminorar las diferencias de preparación.
“Nosotros, los colegios particulares queremos elevar el nivel educativo de los panameños, en ese sentido deseamos contribuir con estas propuestas para que el sistema sea algo nivelado”, mencionó el dirigente de la Apacep.
Sin embargo, lo que pueda surgir en la reunión del día de hoy entre ambas partes todavía no se sabe a ciencia cierta. Mientras tanto las desigualdades en el sistema educativo, del cual ambos sectores son responsables siguen arriesgándose, cosechando resultados en la sociedad panameña y cabe preguntar: ¿se necesita dinero para una educación de calidad?