Arzobispo Ulloa: “La corrupción deshumaniza a nuestra sociedad”
- 03/11/2024 09:31
- 03/11/2024 07:41
La misa se llevó a cabo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua en conmemoración del 3 de noviembre El arzobispo José Domingo Ulloa lanzó un enérgico llamado a la unidad nacional y a la recuperación de los principios éticos, durante el solemne Te Deum de este domingo 3 de noviembre.
En la histórica Catedral Basílica Santa María la Antigua, Ulloa se dirigió a los presentes con un mensaje que resonó en el corazón de una sociedad dividida por la corrupción, la indiferencia y el “juega vivo” —esa mentalidad oportunista que ha permeado todos los estratos de la vida panameña.
En un tono serio y firme, Ulloa criticó la corrupción rampante que, a su juicio, deshumaniza a las personas y degrada la sociedad, especialmente cuando alcanza los niveles de decisión y poder.
“El fenómeno del ‘juega vivo’, esa actitud de aprovecharse a costa de los demás, está destruyendo los valores fundamentales de nuestra sociedad. Este mal corroe nuestra identidad como nación, dejándonos en manos de una cultura de trampa y oportunismo,” sentenció el arzobispo.
La corrupción no solo afecta la administración de recursos públicos, sino que va minando la confianza ciudadana en las instituciones, alimentando una ola de cinismo y resignación.
“Aquí no se trata de buenos y malos panameños. Es cuestión de nuestra capacidad de amar y respetar al otro, de servir al bien común, de hacer lo correcto sin favoritismos ni componendas que busquen intereses personales o económicos,” subrayó Ulloa, en referencia a la necesidad de un compromiso ético de quienes tienen en sus manos las decisiones que afectan a todo el país.
Ante las autoridades gubernamentales en el marco del inicio de las celebraciones patrias, Ulloa enfatizó que el Te Deum no es solo una ceremonia de agradecimiento, sino también una oportunidad para reflexionar y renovar el compromiso con la patria.
“Hoy es un día para reconocer y regenerar nuestra vida como sociedad; para pedirle a Dios que guíe a Panamá en un momento de profunda necesidad de justicia y cambio,” afirmó.
Ulloa fue enfático al señalar que Panamá no puede perder la esperanza y debe aspirar a construir una sociedad más justa y solidaria. “Panamá es una nación noble que no debe perder jamás la esperanza.
Necesitamos que emerjan hombres y mujeres comprometidos con la transformación que requiere nuestro país. Lo podemos lograr, pero hace falta un compromiso constante de todos los que habitamos este istmo,” afirmó con convicción.
El arzobispo también instó a los panameños a recuperar el sentido profundo de la patria, más allá de las celebraciones de noviembre.
“La patria no es solo una bandera o un himno. Es el acervo moral que hemos acumulado desde nuestros orígenes, es la convivencia que hemos compartido en las luchas y es el estilo de vida que hemos construido juntos. Es la comunión en nuestras creencias y valores,” explicó Ulloa, en un llamado claro a reforzar la identidad y los valores éticos que sustentan a Panamá.
El arzobispo abordó también temas urgentes y candentes que inquietan a la sociedad panameña, como la crisis de la Caja de Seguro Social (CSS), cuyas reformas serán debatidas próximamente en la Asamblea Nacional.
Este proceso, que ha generado tensiones y divisiones en la opinión pública, necesita culminar en paz y con un verdadero espíritu de diálogo, según Ulloa.
“La reforma de la CSS debe ser un proceso transparente, donde los intereses nacionales estén por encima de cualquier agenda partidaria o personal. Necesitamos consensos que eviten un estallido social y permitan decisiones que beneficien a todos los panameños, especialmente a los más vulnerables,” dijo con vehemencia, instando a la Asamblea Nacional a poner en práctica “una cultura que no divida la sociedad.”
Para el arzobispo, la Asamblea tiene en sus manos la oportunidad de marcar la diferencia y sentar un precedente de responsabilidad y compromiso con el bien común.
“Es momento de que nuestros líderes sean dignos del poder que se les ha confiado. Panamá necesita líderes comprometidos con la justicia y el bien común, no con los intereses propios,” señaló.
Finalmente, Ulloa hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad a emprender una campaña de adecentamiento social que promueva la integridad, el respeto por el bien común y la responsabilidad ética en todos los ámbitos. A su juicio, esta es la única vía para restaurar la confianza y la cohesión social.
“Ante esta realidad, es urgente que todos asumamos nuestra responsabilidad en la construcción de un país mejor. Necesitamos instituciones fuertes, pero sobre todo necesitamos personas fuertes en valores y compromiso con Panamá. Solo así lograremos una sociedad justa, sin ‘juega vivo’ ni corrupción,” concluyó el arzobispo, invitando a todos los panameños a ser agentes de cambio y esperanza en estos tiempos difíciles.
El arzobispo José Domingo Ulloa lanzó un enérgico llamado a la unidad nacional y a la recuperación de los principios éticos, durante el solemne Te Deum de este domingo 3 de noviembre.
En la histórica Catedral Basílica Santa María la Antigua, Ulloa se dirigió a los presentes con un mensaje que resonó en el corazón de una sociedad dividida por la corrupción, la indiferencia y el “juega vivo” —esa mentalidad oportunista que ha permeado todos los estratos de la vida panameña.
En un tono serio y firme, Ulloa criticó la corrupción rampante que, a su juicio, deshumaniza a las personas y degrada la sociedad, especialmente cuando alcanza los niveles de decisión y poder.
“El fenómeno del ‘juega vivo’, esa actitud de aprovecharse a costa de los demás, está destruyendo los valores fundamentales de nuestra sociedad. Este mal corroe nuestra identidad como nación, dejándonos en manos de una cultura de trampa y oportunismo,” sentenció el arzobispo.
La corrupción no solo afecta la administración de recursos públicos, sino que va minando la confianza ciudadana en las instituciones, alimentando una ola de cinismo y resignación.
“Aquí no se trata de buenos y malos panameños. Es cuestión de nuestra capacidad de amar y respetar al otro, de servir al bien común, de hacer lo correcto sin favoritismos ni componendas que busquen intereses personales o económicos,” subrayó Ulloa, en referencia a la necesidad de un compromiso ético de quienes tienen en sus manos las decisiones que afectan a todo el país.
Ante las autoridades gubernamentales en el marco del inicio de las celebraciones patrias, Ulloa enfatizó que el Te Deum no es solo una ceremonia de agradecimiento, sino también una oportunidad para reflexionar y renovar el compromiso con la patria.
“Hoy es un día para reconocer y regenerar nuestra vida como sociedad; para pedirle a Dios que guíe a Panamá en un momento de profunda necesidad de justicia y cambio,” afirmó.
Ulloa fue enfático al señalar que Panamá no puede perder la esperanza y debe aspirar a construir una sociedad más justa y solidaria. “Panamá es una nación noble que no debe perder jamás la esperanza.
Necesitamos que emerjan hombres y mujeres comprometidos con la transformación que requiere nuestro país. Lo podemos lograr, pero hace falta un compromiso constante de todos los que habitamos este istmo,” afirmó con convicción.
El arzobispo también instó a los panameños a recuperar el sentido profundo de la patria, más allá de las celebraciones de noviembre.
“La patria no es solo una bandera o un himno. Es el acervo moral que hemos acumulado desde nuestros orígenes, es la convivencia que hemos compartido en las luchas y es el estilo de vida que hemos construido juntos. Es la comunión en nuestras creencias y valores,” explicó Ulloa, en un llamado claro a reforzar la identidad y los valores éticos que sustentan a Panamá.
El arzobispo abordó también temas urgentes y candentes que inquietan a la sociedad panameña, como la crisis de la Caja de Seguro Social (CSS), cuyas reformas serán debatidas próximamente en la Asamblea Nacional.
Este proceso, que ha generado tensiones y divisiones en la opinión pública, necesita culminar en paz y con un verdadero espíritu de diálogo, según Ulloa.
“La reforma de la CSS debe ser un proceso transparente, donde los intereses nacionales estén por encima de cualquier agenda partidaria o personal. Necesitamos consensos que eviten un estallido social y permitan decisiones que beneficien a todos los panameños, especialmente a los más vulnerables,” dijo con vehemencia, instando a la Asamblea Nacional a poner en práctica “una cultura que no divida la sociedad.”
Para el arzobispo, la Asamblea tiene en sus manos la oportunidad de marcar la diferencia y sentar un precedente de responsabilidad y compromiso con el bien común.
“Es momento de que nuestros líderes sean dignos del poder que se les ha confiado. Panamá necesita líderes comprometidos con la justicia y el bien común, no con los intereses propios,” señaló.
Finalmente, Ulloa hizo un llamado a todos los sectores de la sociedad a emprender una campaña de adecentamiento social que promueva la integridad, el respeto por el bien común y la responsabilidad ética en todos los ámbitos. A su juicio, esta es la única vía para restaurar la confianza y la cohesión social.
“Ante esta realidad, es urgente que todos asumamos nuestra responsabilidad en la construcción de un país mejor. Necesitamos instituciones fuertes, pero sobre todo necesitamos personas fuertes en valores y compromiso con Panamá. Solo así lograremos una sociedad justa, sin ‘juega vivo’ ni corrupción,” concluyó el arzobispo, invitando a todos los panameños a ser agentes de cambio y esperanza en estos tiempos difíciles.