Movida atinada

El asunto migratorio hay que verlo de raíz. Se trata de una situación política y de inseguridad que se registra en Venezuela y Ecuador, pero principalmente el primero. Y es que Venezuela usa el asunto migratorio como arma política, permitiendo la salida de miles de ellos, porque su plan es infligirle un daño a Estados Unidos. No importa Panamá, pese a que el país sufre el impacto. No importan los migrantes, total, el fin justifica los medios. En el centro de toda esta tragedia está Colombia cuyo presidente es un abierto defensor del régimen chavista. Lo acompaña en darle paso expedito a los migrantes. Ahora que Panamá decidió frenar el problema migratorio, sus funcionarios han salido a acusar a Panamá de todo tipo de supuestas violaciones a los derechos humanos. Colombia y Venezuela tienen en común que ambos gobiernos forman parte del denominado Foro de Sao Paulo, cuya cabeza visible es el presidente de Brasil Lula Da Silva. El Foro de Sao Paulo es un foro de partidos y grupos políticos de izquierda de América, desde reformistas centroizquierdistas hasta colectividades políticas de izquierda revolucionaria, fundado por el Partido de los Trabajadores de Brasil en 1990. Bien hace el presidente Mulino y su canciller Acha en reunirse y hablar cara a cara con el presidente de Brasil, Lula Da Silva. El problema migratorio se resuelve hablando y actuando y esperamos que el presidente Lula intervenga en la solución de esta grave crisis migratoria, antes que empeore. ¡Así de simple!