Entrelíneas del 6 de septiembre de 2024

La deuda de Panamá con la vejez es impagable. Actualmente en nuestro país hay 563.641 adultos mayores, pero se estima que para el 2030 la cifra se duplique, lo que significa que se podría llegar al millón de personas en este grupo etario. Esta realidad supone una mirada más intensa y minuciosa a la población mayor: no hay duda de que la vejez ha sido olvidada e ignorada. Los adultos mayores se han cansado de alzar su voz al denunciar el difícil acceso a un sistema de salud integral y de calidad; al igual que reclaman -de manera recurrente- una mejora real de sus pensiones. A este contexto se le suman las actitudes “edadistas” del sistema laboral. Es notorio que predominan, en muchos casos, los prejuicios de que cuando se tienen más años, las competencias son más escasas, sin siquiera darles la oportunidad a nuestros mayores de demostrar si están capacitados, simplemente los excluyen. Las personas mayores deben ser una prioridad, no solo desde el punto de vista asistencial, sino por lo que representan y aportan a la sociedad. Cada vez serán más y debemos actuar en su defensa, ellos han sido y serán testigos de nuestra historia. Debemos apelar a la solidaridad, a la conciencia con un enfoque humanitario y de defensa de los Derechos Humanos. Proteger a los sectores más vulnerables debe ser un compromiso de todos.