Tras largos años de ausencia, Panamá regresa a Europa
- 29/10/2024 00:00
- 28/10/2024 19:32
... en escasos tres meses en el poder, el presidente José Raúl Mulino comenzó a ponernos en el mapa del mundo. Primero, en América con viajes a República Dominicana, Paraguay y Estados Unidos (Nueva York) y en Europa... Después de largos años de destacada ausencia en el exterior, especialmente en Europa, Panamá regresa a ese espacio natural de existencia y de acción. Destacada ausencia positiva, hay que precisarlo, porque presencia negativa era lo que nos distinguía en potencias como Estados Unidos, que declaró corruptos y les prohibió la visita a dos expresidentes de la República y a otros ciudadanos de alto perfil político, mientras que la Unión Europea nos mantenía todavía en listas oscuras en compañía de países con muy mala reputación. Sucedió a pesar de admirables presencias puntuales, alentadoras, como, por ejemplo, cuando cuatro renombrados artistas panameños, apoyados por el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo del Canal, aparecen en el pabellón de Panamá, que por primera vez se presenta en la Bienal de Venecia, Italia, cuya versión 60 se inauguró el 20 de abril de 2024.
En efecto, tras cinco años de ausencia oficial al más alto nivel, en escasos tres meses en el poder el presidente José Raúl Mulino comenzó a ponernos en el mapa del mundo. Primero, en América con viajes a República Dominicana, Paraguay y Estados Unidos (Nueva York) y en Europa, a Francia, para responder el 21 de octubre a invitación del presidente Emmanuel Macron, once años después del último encuentro de jefes de Estado de ambos países. El resultado más relevante de una excelente reunión bilateral fue la declaración mediante la cual “Francia se congratula de las reformas emprendidas por Panamá en concertación con el Foro Global de la OCDE y la Comisión Europea con vistas a una rápida salida de la lista fiscal europea, y apoyará el proceso.” Se reafirma también en París la cooperación en otros importantes asuntos. El mandatario francés aceptó visitarnos el próximo año, ocasión que sería la primera vez en la historia que un presidente de Francia en ejercicio visitara Panamá.
En el ámbito intelectual, el año 2024 terminará con una presencia internacional remarcable de Panamá en Europa cuando, del 5 al 7 de diciembre, se celebrará, en la Universidad de París (Sorbona), en su Maison de la Recherche, el coloquio titulado “El Istmo de Panamá, perspectivas globales y problemáticas locales”. Es una valiosa iniciativa de David Marcilhacy, Hélène Harter y Samuel Poyard. Coloquio destinado a estudiosos que se interesan en la América Latina y particularmente en Panamá. Actividad apoyada como lo hizo con la mencionada visita presidencial, por la Embajada de Francia en Panamá que trata, con bríos renovados, de impulsar las mejores relaciones entre nuestros dos países.
Acepté la invitación para dictar la conferencia inaugural del mencionado coloquio en la Sorbona el 5 de diciembre próximo y trataré sobre Panamá y la Geopolítica. Tema obligado dentro de la realidad que hemos vivido durante al menos cinco siglos de nuestra historia y que nos ha marcado profundamente, así como nuestra relación con el resto del mundo. Tema que recuerda, además, allende el Atlántico, la presencia de Panamá al ocupar un sillón, por dos años y por sexta vez, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, desde el 1 de enero de 2025.
El coloquio en la Universidad de París, según sus organizadores “ se propone estudiar cómo se inscribe el istmo de Panamá en los procesos de mundialización que caracterizan el paso del siglo XIX al XX, así como los múltiples desafíos locales que propician”. También, “desea mostrar que las cuestiones globales encuentran en Panamá un eco local particularmente interesante”. Dato central, igualmente en el tiempo histórico, de la reflexión colectiva, es la creación de la República de Panamá en 1903.
Académicos de Panamá (siete confirmados), Francia, España y Estados Unidos, participarán en este coloquio internacional que enriquece, sobre el conocimiento de nuestro país, a la comunidad de científicos sociales. Se produce el hecho mediante sus diversas ponencias según el programa publicado, en francés, español e inglés, en 16 actividades, incluyendo las de una mesa redonda, las cuales ayudarán a exponer mejor en Europa nuestra realidad histórica y actual. Películas y una exposición fotográfica también complementan las ponencias y las discusiones, que deberían ser publicadas oportunamente por sus organizadores. Más información se encuentra en la plataforma electrónica: https://crimic-sorbonne.fr/manifestations/listhme-de-panama-perspectives-globales-et-enjeux-locaux-annees-1870-1930/.
Propongo que el Ministerio de Relaciones de Panamá y el Ministerio de Cultura, junto con la Secretaría Nacional de Ciencia e Innovación, promuevan iniciativas de esta naturaleza sobre ciencias exactas, naturales y sociales, para que se repita en otras universidades y centros académicos de renombre en el mundo, en ciudades de países amigos. Que profesores panameños, intelectuales e investigadores puedan compartir con mayor intensidad con sus colegas extranjeros y podamos abrirnos más al conocimiento con el propósito de hacer avanzar nuestras universidades y nuestra educación, tan necesitadas de modernizarse. Que sirvan para que el sistema educativo panameño, considerado entre los peores del continente americano, pueda realmente mejorarse pronto, empezando por una elevación sustancial del nivel intelectual y profesional de los docentes, base certera de real progreso educativo. Debería ser parte de la verdadera revolución educativa que Panamá requiere con urgencia.
Después de largos años de destacada ausencia en el exterior, especialmente en Europa, Panamá regresa a ese espacio natural de existencia y de acción. Destacada ausencia positiva, hay que precisarlo, porque presencia negativa era lo que nos distinguía en potencias como Estados Unidos, que declaró corruptos y les prohibió la visita a dos expresidentes de la República y a otros ciudadanos de alto perfil político, mientras que la Unión Europea nos mantenía todavía en listas oscuras en compañía de países con muy mala reputación. Sucedió a pesar de admirables presencias puntuales, alentadoras, como, por ejemplo, cuando cuatro renombrados artistas panameños, apoyados por el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo del Canal, aparecen en el pabellón de Panamá, que por primera vez se presenta en la Bienal de Venecia, Italia, cuya versión 60 se inauguró el 20 de abril de 2024.
En efecto, tras cinco años de ausencia oficial al más alto nivel, en escasos tres meses en el poder el presidente José Raúl Mulino comenzó a ponernos en el mapa del mundo. Primero, en América con viajes a República Dominicana, Paraguay y Estados Unidos (Nueva York) y en Europa, a Francia, para responder el 21 de octubre a invitación del presidente Emmanuel Macron, once años después del último encuentro de jefes de Estado de ambos países. El resultado más relevante de una excelente reunión bilateral fue la declaración mediante la cual “Francia se congratula de las reformas emprendidas por Panamá en concertación con el Foro Global de la OCDE y la Comisión Europea con vistas a una rápida salida de la lista fiscal europea, y apoyará el proceso.” Se reafirma también en París la cooperación en otros importantes asuntos. El mandatario francés aceptó visitarnos el próximo año, ocasión que sería la primera vez en la historia que un presidente de Francia en ejercicio visitara Panamá.
En el ámbito intelectual, el año 2024 terminará con una presencia internacional remarcable de Panamá en Europa cuando, del 5 al 7 de diciembre, se celebrará, en la Universidad de París (Sorbona), en su Maison de la Recherche, el coloquio titulado “El Istmo de Panamá, perspectivas globales y problemáticas locales”. Es una valiosa iniciativa de David Marcilhacy, Hélène Harter y Samuel Poyard. Coloquio destinado a estudiosos que se interesan en la América Latina y particularmente en Panamá. Actividad apoyada como lo hizo con la mencionada visita presidencial, por la Embajada de Francia en Panamá que trata, con bríos renovados, de impulsar las mejores relaciones entre nuestros dos países.
Acepté la invitación para dictar la conferencia inaugural del mencionado coloquio en la Sorbona el 5 de diciembre próximo y trataré sobre Panamá y la Geopolítica. Tema obligado dentro de la realidad que hemos vivido durante al menos cinco siglos de nuestra historia y que nos ha marcado profundamente, así como nuestra relación con el resto del mundo. Tema que recuerda, además, allende el Atlántico, la presencia de Panamá al ocupar un sillón, por dos años y por sexta vez, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, desde el 1 de enero de 2025.
El coloquio en la Universidad de París, según sus organizadores “ se propone estudiar cómo se inscribe el istmo de Panamá en los procesos de mundialización que caracterizan el paso del siglo XIX al XX, así como los múltiples desafíos locales que propician”. También, “desea mostrar que las cuestiones globales encuentran en Panamá un eco local particularmente interesante”. Dato central, igualmente en el tiempo histórico, de la reflexión colectiva, es la creación de la República de Panamá en 1903.
Académicos de Panamá (siete confirmados), Francia, España y Estados Unidos, participarán en este coloquio internacional que enriquece, sobre el conocimiento de nuestro país, a la comunidad de científicos sociales. Se produce el hecho mediante sus diversas ponencias según el programa publicado, en francés, español e inglés, en 16 actividades, incluyendo las de una mesa redonda, las cuales ayudarán a exponer mejor en Europa nuestra realidad histórica y actual. Películas y una exposición fotográfica también complementan las ponencias y las discusiones, que deberían ser publicadas oportunamente por sus organizadores. Más información se encuentra en la plataforma electrónica: https://crimic-sorbonne.fr/manifestations/listhme-de-panama-perspectives-globales-et-enjeux-locaux-annees-1870-1930/.
Propongo que el Ministerio de Relaciones de Panamá y el Ministerio de Cultura, junto con la Secretaría Nacional de Ciencia e Innovación, promuevan iniciativas de esta naturaleza sobre ciencias exactas, naturales y sociales, para que se repita en otras universidades y centros académicos de renombre en el mundo, en ciudades de países amigos. Que profesores panameños, intelectuales e investigadores puedan compartir con mayor intensidad con sus colegas extranjeros y podamos abrirnos más al conocimiento con el propósito de hacer avanzar nuestras universidades y nuestra educación, tan necesitadas de modernizarse. Que sirvan para que el sistema educativo panameño, considerado entre los peores del continente americano, pueda realmente mejorarse pronto, empezando por una elevación sustancial del nivel intelectual y profesional de los docentes, base certera de real progreso educativo. Debería ser parte de la verdadera revolución educativa que Panamá requiere con urgencia.