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Reflexiones y deberes presidenciales

Actualizado
  • 03/06/2024 00:00
Creado
  • 01/06/2024 13:47

Para restaurar esta fracturada sociedad [...] , no solo necesitamos un buen gobierno [...]. También necesitamos que los que lideran [...] entiendan que el combate es de frente contra los maleantes, sin darles espacios [...]

Queda poco menos de un mes para el cambio de gobierno. En su momento, hace cinco años, días más, días menos, el presidente saliente, Laurentino “Nito” Cortizo, parafraseando, señaló que: “lo importante no era cómo uno entra, sino cómo sale”. En mi papel de ciudadano responsable de este país, opino que la oportunidad de hacer más y dejarnos un mejor escenario para resolver los problemas que tenemos, muchos de larga y, además, enfrentar los retos inmediatos y a mediano plazo, no se hizo. Mi opinión es una, pero los remito a la evaluación en las elecciones del domingo 5 de mayo de 2024 sobre el candidato y el partido de gobierno. La valoración ha sido muy clara.

Pero el problema no solo es el de un presidente que tenía preocupaciones de cómo saldría del puesto. Él, había asumido la responsabilidad de liderar una sociedad con graves problemas que los maleantes, no los políticos-ideológicos, aprovechaban para su beneficio personal.

Un año antes de las elecciones del 2019, llamé la atención para que observáramos el escenario político, socio-económico y cultural en la que vivíamos y que un año después le tocó al presidente Cortizo liderar. Decía que vivíamos en un escenario: “... deteriorado considerablemente desde todas las perspectivas”. Me referí al concepto de “Ña sociedad fracturada” (A Broken Society), que según el Collins Dictionary, fue una frase acuñada por el político británico conservador David Camerón y que se define como: “una disminución general percibida o aparente de los valores morales” (a perceived or apparent general decline in moral values). El diccionario Longman lo define como: “una sociedad que tiene muchos problemas sociales y financieros”.

Cuando escribí ese artículo fue como testigo ciudadano de dos gobiernos que habían dejado a un lado la responsabilidad de cumplir con su deber en función de las necesidades de desarrollo del país y sus ciudadanos. Con el quinquenio Cortizo-Carrizo por terminar, las cosas no han mejorado. Esta sociedad panameña está lamentablemente fracturada. Todos lo sabemos. Solo debemos mirar el tema de las impugnaciones, muchas antojadizas y temerarios, para entender que hay gente revolviendo la olla de la intriga a espaldas de lo que determinó la ciudadanía en las urnas.

Siempre tengo presente que hay mucho más ocurriendo de lo que el común de los ciudadanos sabemos. El modelo actual de representación política nacional ha permitido que nos gobiernen individuos que, juntos, se han conjugado para llevarnos por un camino que evidentemente ha deteriorado nuestra salud social, política y cultural. En este momento, no pretende perder esos espacios de influencias.

No sé qué tanto vale la pena teorizar sobre el futuro si no hemos resuelto el problema de los ladrones, maleantes y juega vivos que nos han burlado y que continúan ejerciendo presión sobre el sistema para preservar o ganar más espacio para hacer sus fechorías. El presidente Cortizo también reflexiona sobre estos maleantes, igual debe hacerlo el presidente entrante José Raúl Mulino.

Ahora que el presidente electo Mulino prepara su equipo de gobierno, le señalo que, como muy bien debe saber, sí hay ciudadanos que han sido marginados, o se han abstenido de levantar la mano para participar para no enredarse en las redes de los desalmados. Ellos son consientas de su responsabilidad para con el desarrollo del país. Hay grupos haciendo cultura, escribiendo, proponiendo nuevas visiones sobre la educación, la salud, haciendo investigación científica, preocupándose por los menos afortunados y el deber del presidente electo es la de subrayar y apoyarse en la entrega y la dedicación de estos ciudadanos.

Como todo ser humano que ha ocupado posiciones significativas en su comunidad, me imagino que el presidente saliente Nito Cortizo, tiene reflexiones sobre su vida, su gestión como mandatario y de cómo será recordado por la historia. Estas son las reflexiones más importantes que un ser humano realiza en su vida. Ya antes había citado al poeta colombiano José Eusebio Caro que señaló que: “El hombre es una lámpara apagada; toda su luz se la dará la muerte.” Creo que sin necesidad de esperar ese momento, el recuerdo de la gestión del presidente Cortizo, no será la mejor para él y su gobierno en ningún momento de la historia.

Para restaurar esta fracturada sociedad y para que todos nos respetemos, no solo necesitamos un buen gobierno, eficiente y eficaz para arreglar todo lo que está roto desde la conducción del gobierno. También necesitamos que los que lideran en el campo político, empresarial, judicial, etc., con los que hacen cultura y desarrollo social, entiendan que el combate es de frente contra los maleantes, sin darles espacios o sin buscar métodos de acomodo en nombre de la democracia.

El autor es comunicador social