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Próximo Gobierno: Dios los crea, el diablo los junta

Actualizado
  • 20/05/2024 23:00
Creado
  • 18/05/2024 16:12

No, no es nada para sorprenderse que figuras del PRD o del panameñismo o de cualquiera de los partidos existentes, sean parte del equipo directriz del próximo Gobierno

En el año 2009, después de la derrota del PRD, argumenté en varios foros y publicaciones, (ver La estrella de Panamá, julio 2009) que desde la invasión de 1989, los agentes del movimiento neoliberal, representativos de las élites económicas, criollas y mundiales pasaron al cumplimiento de un diseño de estructura política y partidista en la que todos, absolutamente todos los partidos existentes estarían capturados por este movimiento, de tal forma que ya no tendrían como norte de ideas o doctrinas otra cosa que la doctrina del neoliberalismo.

El PRD, de esa época había sucumbido ante tales fuerzas económicas políticas, en la que el máximo de ganancia para la acumulación privada, el engrosamiento del poder de los monopolios y oligopolios, la superposición de lo económico por sobre lo socio ambiental o lo social o peor, el predominio de las relaciones mercantilizadas individualizadoras en detrimento de las relaciones sociales solidarias, a fin de cuentas un diseño de sociedad discriminador, excluyente, sin soberanía real, propio de todo sistema colonial, lo cual, se convertiría en política de estado.

Es decir, se trataba de una metamorfosis del sistema de partidos al cual asaltar para aprovecharse de su estructura para llegar a gobernar - llámese “partidocracia” - a otro modelo en el cual las élites económicas criollas y externas determinan los rumbos de la política doméstica, no importa desde cual partido, porque todos están capturados por estas; este diseño, muchos lo conocen como “plutocracia”.

Ergo, las acusaciones - ingenuas a mi modo de ver - de que el gabinete del próximo gobierno está plagado de “traidores” del PRD, no tienen fundamento ni histórico, ni sociológico ni siquiera político. Se trata de agentes del mismo movimiento social e ideológico (neoliberal) del cual es parte el propio presidente, quien nunca ha negado ser “100% empresa privada”. Basta escuchar las declaraciones de complacencia inusitada del principal responsable y líder de ese movimiento dentro del fallido PRD, el señor Pérez Balladares.

Efectivamente, en el gabinete se ha incluido a uno de los que fuera criatura engendrada por dicho expresidente. Este nuevo ministro del gobierno Mulino, fue llevado de la mano al PRD, irrumpiendo con las normas seguidas allí para que fuera el alcalde capitalino y catapultarlo (fallidamente) hacia la presidencia posteriormente. En la asamblea de diputados aún se mantiene a otro de sus alfiles, que no por proceder de una matriz social popular ha dejado de operar como parte del movimiento neoliberal cuya cabeza más lúcida ha sido el “Toro”, en esa búsqueda del máximo de ganancia posible utilizando al Estado como trampolín para ello.

Y es que, en realidad, este partido no sucumbe ahora por malos manejos de su última gestión gubernamental; secuela lógica de las medidas avaras propias del movimiento neoliberal que administra el Estado desde 1990. Más bien hay que mirar que desde la muerte del general Torrijos, se abrió el inicio de su funeral como partido “policlasista”.

Así, desde 1983, las modificaciones al estatuto de dicha organización política para extirpar la presencia de los sectores populares en la dirección de esta, se fraguaron con el “talento empresarial” y liderazgo del “Toro Balladares”, dejando a dichos sectores populares (sindical, gremial, profesional, campesino) con la más insípida y desmochada participación en la toma de decisiones de las políticas públicas a la hora de gobernar.

En la administración gubernamental de 1994, ya quedaba muy poca incidencia real de los sectores populares en este partido, la timidez de las escasas medidas de beneficio popular, acaso, lo revelan, tal como la constitución a medias de la comarca Ngäbe-Buglé. En la administración de Martín Torrijos, se profundizó el diseño neoliberal colonial, lo que agudizó el resentimiento generalizado de la población que ya no tenía opción alguna desde los intereses populares-difícil olvidar la privatización del fondo de pensiones causante principal de la crisis del IVM actual-sentimiento acumulado en extremo hasta llegar a la administración gubernamental actual.

No, no es nada para sorprenderse que figuras del PRD o del panameñismo o de cualquiera de los partidos existentes, sean parte del equipo directriz del próximo gobierno. Algo los une que rebasa la pertenencia partidaria, eso, es su pertenencia al mismo movimiento económico político (neoliberal) expresión de sus afinidades como clase social, poseedoras del capital privado oligopólico o en camino hacia estas; nada que ver con intereses del pueblo. Al fin y al cabo, Dios los crea, el diablo los une.

El autor es sociólogo e investigador social