Columnistas

Nuevas tareas políticas

Por

Actualizado
  • 07/05/2024 23:00
Creado
  • 07/05/2024 09:30

El domingo crucial ya pasó y en el proceso electoral se han producido resultados que consolidaron una nueva fuerza política que asumirá la administración del Estado desde julio. La población dio su confianza a José Raúl Mulino, propuesto por los colectivos “Realizando Metas” y “Alianza”, para que lleve las riendas del poder en el quinquenio que culmina en 2029.

Estas elecciones han sido aleccionadoras. Hay una constante en cuanto al clima que se vivió durante los meses de la campaña. El gran referente fue la disputa entre quienes representaban el status quo y aquellos que adversaban los criterios de los partidos considerados como tradicionales. Hubo mucha alusión al pasado de quienes concurrieron a buscar el apoyo para el puesto de presidente de la república.

Las agendas de las plataformas partidarias trabajaron para establecer propuestas que resultaran atractivas al electorado, más que ahondar en verdaderos diagnósticos que garantizaran un sesudo o racional examen del país y que fortaleciera un plan para el nuevo gobierno. Se requiere contar con un documento que dé un panorama amplio y con argumentos muy bien afincados en la tierra y no un discurso etéreo a estas alturas.

Los panameños debemos comprender más a fondo que la política es un proceso para gobernar. Y esto implica llevar a una sociedad hacia la prosperidad en un sentido integral; en forma incluyente y sin dejar a nadie atrás, no importa su situación y condiciones individuales. Esto no se logra con dádivas, sino tomar en cuenta a las personas en proyectos para que participen según sus aptitudes.

La realidad del país durante los últimos años está llena de un exacerbado abuso en diferentes instancias de gestión. Esto ha restado capacidad a las instituciones para la solución de problemas, los que se vuelven tradicionales porque siguen con el tiempo y no se atienden con planes concebidos de manera eficiente. Un ejemplo es el manejo eficaz de los desechos no solo en la capital del país, sino en todos los municipios del territorio nacional.

Esta sensación de incapacidad en el desempeño de las tareas que la ley asigna a diferentes entidades gubernamentales ha ocasionado múltiples manifestaciones, paros y protestas por parte de una ciudadanía insatisfecha, frustrada, desconcertada. Esta pérdida de la confianza perturba porque incrementa las diferencias entre la infraestructura del poder y la sociedad civil.

Dicha disconformidad debe ser el punto de partida para echar a andar la maquinaria oficial. La paz social afortunadamente se conserva y las contradicciones no han causado el nivel de intranquilidad y violencia de otros países de la región, lo que, por lo general, pone en alerta a las autoridades responsables de la seguridad.

Ahora, cuando se defina la manera como quedará conformado el nuevo equipo de Gobierno, corresponde formular una agenda que debe dar prioridad a los componentes, según el nivel de gravedad o urgencia. Es imposible que se logren respuestas efectivas sin antes fortalecer las instituciones que van a poner en ejecución lo que se haya programado. Debe tenerse en cuenta que ya existe un presupuesto para ser ejecutado en el inicio del periodo.

Lógico es que hay que conciliar en primera instancia a las diferentes fuerzas que intervienen tanto en el ejecutivo como en el legislativo y la capacidad de negociación que se logre. Precisamente esta es una de las características de la política: la capacidad de acuerdos entre los actores que inician labores tan pronto se levante el telón que abre una época muy especial, porque existen diversos proyectos internacionales a los que Panamá se ha adherido.

Terminado el calendario del sufragio y superadas las divisiones partidarias, urge asumir con una responsabilidad unitaria las tareas que posibiliten una sociedad con una mayor fortaleza para definir su destino. Es necesario resaltar igualmente que el nuevo gobierno debe dirigir a un país para avanzar hacia un Panamá más moderno y equitativo.

El autor es periodista