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No son empresarios son rutinarios

Actualizado
  • 30/06/2024 23:00
Creado
  • 28/06/2024 22:34

En relación a los 19 países de América Latina que hacen parte del Global Innovation Index, 2023, Panamá ocupa el puesto 10 [...] Sin embargo, es importante destacar que observando el índice global, Panamá con su lugar 84, se encuentra muy debajo de los países de la región

Joseph Allois Shumpeter es, sin lugar a duda, uno de los más connotados teóricos de las causas y resultados de las innovaciones. Uno de los principales elementos de su teoría es la diferencia que existe entre el concepto de empresario y el de administrador rutinario.

En su obra Teoría del desenvolvimiento económico, publicada por primera vez en alemán en 1912, realizó la siguiente definición: “llamaremos “empresa” a la realización de nuevas combinaciones y “empresarios” a los individuos encargados de dirigir dicha realización”. En su conocido libro Capitalismo, socialismo y democracia (1949) se refirió a la figura empresarial en los siguientes términos: “la función del empresario consiste en reformar o revolucionar el sistema de producción, explotando un invento, o de una manera más general, una posibilidad técnica no experimentada para producir una mercancía nueva o una más antigua por un método nuevo, para abrir una nueva fuente de provisión de materias primas o una nueva salida de productos, para reorganizar una industria, etc.”.

Teniendo esto en cuenta resulta interesante la siguiente pregunta, ¿son los capitanes de las empresas panameñas verdaderos empresarios o simples administradores rutinarios? Los resultados para nuestro país del Global Innovation Index, 2023 nos ofrecen algunas importantes pistas para dar respuesta a esta interrogante.

Dado que en Panamá existe una economía mixta con predominio de la empresa privada, es posible entender que los resultados del índice citado expresen de alguna forma la capacidad de innovación de los capitanes de empresa en nuestro país. Se puede, en primer lugar, llamar la atención que Panamá apenas alcanza al 84 puesto entre las 122 economías que son objeto del estudio. Más aún, siendo que Panamá, dado su actual nivel económico, es clasificado por el Banco Mundial como parte de los países de alto nivel de ingreso, apenas ocupa el puesto 48 de los 50 países que conforman este grupo.

En relación a los 19 países de América Latina que hacen parte del Global Innovation Index, 2023, Panamá ocupa el puesto 10 en el ranking regional. Sin embargo, es importante destacar que observando el índice global, Panamá con su lugar 84, se encuentra muy debajo de los países de la región con un nivel económico similar: Chile ocupa el lugar 52, Uruguay el 63 y Argentina el 75. Nuestros vecinos también nos superan, Costa Rica con el puesto 74 y Colombia con el 66. Los autores del índice señalan, consecuentemente, que Panamá se encuentra en términos de resultados de innovación significativamente por debajo de lo que le corresponde a su nivel de PIB per cápita.

Lo anterior de por si apunta a la idea de que los capitales de empresa en Panamá aparecen más como administradores rutinarios de la corriente circular, que como verdaderos empresarios. Esto no significa, que no existan otros factores que debilitan la presencia de innovaciones en Panamá, como puede ser el problema de la calificación de la mano de obra, aunque también se tiene que señalar que el hecho de que el sector corporativo sea capaz de generar una evasión fiscal anual equivalente a poco más que el 11.0% del PIB, poco ayuda a la formación de lo que se conoce como capital humano.

Sin embargo, existen dentro del Global Innovation Index algunos indicadores que apuntan directamente al carácter no innovador de las empresas locales. Es así que mientras que Panamá ocupa el puesto 55 en disponibilidad de infraestructura, se coloca en el lugar 124 para el indicador de sofisticación de los negocios y el 103 en el que se refiera a la notificación de los mercados. También se puede agregar que, en el indicador de porcentaje de exportación de bienes creativos, nuestro país ocupa la posición 121, mientras que en el indicador de empleo intensivo en conocimientos se sitúa en el lugar 103.

De lo anterior se desprende no solo el bajo potencial de innovaciones de los capitanes de empresa locales, quienes se parecen más a los administradores rutinarios, que a los verdaderos empresarios innovadores. Resulta ser, entonces, que del nuevo gobierno, directamente dirigido, por los sectores económicamente dominantes, no puede esperarse un ambiente efectivamente innovador tanto en el plano económico como en el plano político – administrativo.

La situación de las innovaciones puede verse aún más afectada en la medida que, siguiendo los lineamientos del neoliberalismo extremo, el gobierno manejado por los sectores económicamente dominantes, limiten el necesario papel del Estado en el progreso tecnológico, el cual recientemente ha sido subrayado por Mariana Mazzucato en su libro El Estado emprendedor, (2022).

El autor es economista