Lo valioso del ser humano, el sentido real de ayudar
- 20/05/2024 00:00
- 18/05/2024 14:35
María Montessori manifestaba que la alegría, era, sentir la propia valía, ser apreciado y amado por otros, sentirse útil y capaz de producir, son factores de gran valor para el alma humana [...] “Si no sirves para los demás, la vida carece de sentido”, esta frase es considerada un icono para todas las personas que ofrecen voluntariamente su ayuda al prójimo sin esperar nada a cambio, tal como lo hizo toda su vida la Madre María Teresa de Calcuta, autora de esta expresión. Hoy, a 25 años de su partida terrenal, su practica ha sido asumida por muchos profesionales que de manera desprendida ponen por delante el sentido común de la humanización.
María Montessori manifestaba que la alegría, era, sentir la propia valía, ser apreciado y amado por otros, sentirse útil y capaz de producir, son factores de gran valor para el alma humana, acciones positivas que a lo largo de la vida ubica de manera especial a los seres humanos entregados, capaces de dar todo por permitir que la felicidad abarque al que lo necesita. En un enfoque figurado, Descartes dijo que cada cosa tiene solo una verdad. Sí, una sola verdad absoluta. Pero esta es inalcanzable.
Hoy día se hace necesario contar con personas con estas características, con desprendimiento y entrega, donde su proceder se aleje de satisfacciones personales, donde impere el sentido de responsabilidad, honestidad y profesionalismo, puntualizando siempre la práctica del bien común, es decir pensar en el beneficio de los demás por encima de los propios, tal es el caso de la Dra. Migdalia Bustamante Villarreal.
Albert Einstein al referirse a la verdad expresaba que, si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre. La Dra. Migdalia como le dicen de cariño, tiene un recorrido profesional digno de admirar, recientemente junto a familiares, amigos y colegas celebró cincuenta años de vida universitaria, cuya entrega competitiva ha dejado huellas en cada uno de los despachos donde laboralmente se ha desempeñado, desde una oficina como secretaria, asistente en la imprenta universitaria, subsecretaria general y recientemente por los últimos 13 años por elección popular como la máxima autoridad de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Panamá.
John D. Rockefeller expresaba que no hay que tenerle miedo al renunciar a lo bueno para ir por lo grandioso, situación esta que nos invita día a día a romper paradigmas para enfrentar los nuevos retos que nos fortalecen al creer en la práctica de la solidaridad, empatía, cordialidad, acciones estas que nos elevan al nivel más alto de la humanización del individuo, indistintamente de su condición personal y estatus económicos.
Lo cierto es que se hace evidente seguir buenos pasos, buenas acciones, donde el sentido común prevalezca, donde la condición humilde no sea confundida con pobreza, donde la inteligencia del individuo refleje su capacidad de resolver problemas, donde el amor al prójimo no tenga condiciones y muchos menos precios, donde el único canje para lograr una ayuda sea la satisfacción del deber cumplido, con desprendimiento natural, tal como lo hemos observado en el diario vivir de la Dra. Migdalia Bustamante Villarreal.
El autor es docente universitario
“Si no sirves para los demás, la vida carece de sentido”, esta frase es considerada un icono para todas las personas que ofrecen voluntariamente su ayuda al prójimo sin esperar nada a cambio, tal como lo hizo toda su vida la Madre María Teresa de Calcuta, autora de esta expresión. Hoy, a 25 años de su partida terrenal, su practica ha sido asumida por muchos profesionales que de manera desprendida ponen por delante el sentido común de la humanización.
María Montessori manifestaba que la alegría, era, sentir la propia valía, ser apreciado y amado por otros, sentirse útil y capaz de producir, son factores de gran valor para el alma humana, acciones positivas que a lo largo de la vida ubica de manera especial a los seres humanos entregados, capaces de dar todo por permitir que la felicidad abarque al que lo necesita. En un enfoque figurado, Descartes dijo que cada cosa tiene solo una verdad. Sí, una sola verdad absoluta. Pero esta es inalcanzable.
Hoy día se hace necesario contar con personas con estas características, con desprendimiento y entrega, donde su proceder se aleje de satisfacciones personales, donde impere el sentido de responsabilidad, honestidad y profesionalismo, puntualizando siempre la práctica del bien común, es decir pensar en el beneficio de los demás por encima de los propios, tal es el caso de la Dra. Migdalia Bustamante Villarreal.
Albert Einstein al referirse a la verdad expresaba que, si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre. La Dra. Migdalia como le dicen de cariño, tiene un recorrido profesional digno de admirar, recientemente junto a familiares, amigos y colegas celebró cincuenta años de vida universitaria, cuya entrega competitiva ha dejado huellas en cada uno de los despachos donde laboralmente se ha desempeñado, desde una oficina como secretaria, asistente en la imprenta universitaria, subsecretaria general y recientemente por los últimos 13 años por elección popular como la máxima autoridad de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Panamá.
John D. Rockefeller expresaba que no hay que tenerle miedo al renunciar a lo bueno para ir por lo grandioso, situación esta que nos invita día a día a romper paradigmas para enfrentar los nuevos retos que nos fortalecen al creer en la práctica de la solidaridad, empatía, cordialidad, acciones estas que nos elevan al nivel más alto de la humanización del individuo, indistintamente de su condición personal y estatus económicos.
Lo cierto es que se hace evidente seguir buenos pasos, buenas acciones, donde el sentido común prevalezca, donde la condición humilde no sea confundida con pobreza, donde la inteligencia del individuo refleje su capacidad de resolver problemas, donde el amor al prójimo no tenga condiciones y muchos menos precios, donde el único canje para lograr una ayuda sea la satisfacción del deber cumplido, con desprendimiento natural, tal como lo hemos observado en el diario vivir de la Dra. Migdalia Bustamante Villarreal.