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Lo que viene es lucha

Actualizado
  • 29/06/2024 00:00
Creado
  • 27/06/2024 10:59

Quien conducirá el MEF ha señalado que los asegurados tenemos que hacer sacrificios [...]

Durante la campaña electoral Mulino manifestó que “dinero hay” y se comprometió a “más chen chen en tu bolsillo”, siguiendo la vieja retórica de Martinelli.

Pasaron las elecciones y las promesas comienzan a caerse. Una vez más se trataba de falsas promesas, tal como acostumbran los sectores del poder económico y político. Voceros del gobierno entrante han manifestado que no hay plata, por ende, hay que “ajustarse cinturón”. Como se sabe, el ajuste de cinturón siempre es solo para el pueblo humilde y trabajador, el recorte presupuestario será principalmente en las áreas de educación y salud, como es la tónica de los gobiernos neoliberales.

Quien conducirá el MEF ha señalado que los asegurados tenemos que hacer sacrificios, lo que para ellos significa que los trabajadores carguen el costo de los atracos contra la CSS y los efectos de la nefasta medida de cerrar el sistema de beneficio definido (sistema solidario) que impuso el gobierno de Torrijos en el 2005 con la Ley 51. Su referente inmediato, la patronal aboga por cuentas individuales y paramétricas, ambas medidas restringen la posibilidad de alcanzar jubilarse y pauperizan las pensiones, generando mayor incertidumbre, exclusión y pobreza para la juventud.

También han manifestado voceros del gobierno de Mulino, siguiendo las directrices del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la necesidad de “consolidación fiscal” que implica aumentar impuestos para financiar la ejecución presupuestaria. En ello se plantea racionalizar el gasto público, reducir planilla estatal y eliminar o focalizar diversos subsidios que reciben los hogares, pero además incrementar el ITBMS de 7% a 12 o más por ciento. Sin duda, ello contrae aún más el poder adquisitivo de los salarios, ya mermado por el incremento constante de los precios de los alimentos y otros bienes y servicios básicos.

El nuevo gobierno ha sentado su consigna sobre crecimiento económico a través del megaproyecto de construcción de tren Panamá-David, que según el director de la obra tendrá un costo entre 5-8 mil millones de balboas, cifra de la cual admitió no tienen los estudios técnicos (diseño, factibilidad, financiero, ambiental, etc.), ni las posibles fuentes de financiamiento. En medio de esta improvisación, se puede presentar otro escándalo de corrupción como sucedió con la construcción del metro (caso Odebrecht). Según medios de comunicación, el asignado director, integrante también al igual que Mulino del gobierno de Martinelli, se le suspendió en dos ocasiones la idoneidad por negligencia técnica.

Mulino ha señalado que las arcas del Estado están en números rojos, no hay plata. En medio de ello se conoce de los actos de corrupción del gobierno saliente, negociados durante la pandemia, incremento injustificado de la deuda pública, contrataciones de última hora para favorecer empresas allegadas al gobierno, acuerdos mutuos ilegales de miles de dólares en Etesa y otras instituciones para favorecer funcionarios de confianza y libre remoción del gobierno, entre otros casos de corrupción que son un asalto a los recursos del pueblo. La pregunta, ¿Mulino realizará las investigaciones pertinentes en todas las instituciones del Estado a fin de que se condene a los ladrones de cuello blanco y que devuelvan lo robado?, o seguirá la impunidad. La configuración de un gobierno empresarial, donde aparecen viejos personeros avizora más de lo mismo.

Pero si en el Ejecutivo llueve, en la Asamblea no escapa, basta ver como impera los mismos métodos de antaño para establecer los “acuerdos” y “pactos” entre “viejos” y “nuevos” para definir el nombramiento de quienes presidirán la AN.

Como se ve, lo que viene es lucha para que se cumpla el mandato del pueblo para que se cierre definitivamente la mina, contra el aumento de impuestos, contra la corrupción e impunidad, contra los despidos injustificados. La lucha es en defensa del derecho a la seguridad social, al empleo y salario digno, por educación y salud, a favor del ambiente sano, por la vida digna.

Conusi-Frenadeso