La sequía vuelve loco al país
- 23/01/2024 00:00
- 22/01/2024 15:41
Para beneficio de los visitantes extranjeros doy esta explicación: estamos en la etapa del año que transcurre entre enero y marzo, meses que los panameños bautizamos como verano, en contraposición a la temporada lluviosa que denominamos invierno que nos humedece entre abril y noviembre, pero de vez en cuando llueve en verano y en medio del invierno abundan días de sol esplendoroso. En otras palabras, el país de Panamá pertenece a la región geográfica de una estación seca y otra húmeda perfectamente marcadas en el calendario anual. A pesar de la presente sequía, nuestro Panamá es un país bendecido por Dios, sin frío ni calor extremo, pero siempre hay un bañista tostado que abusó de la playa o la señora que salió de compras y se bañó porque olvidó el paraguas. Sin embargo, consecuencia del fenómeno de El Niño, este año 2024 pinta diferente, los meteorólogos han vaticinado que por varios meses más habrá sequía que afectará seriamente al país, principalmente los ciclos agrícolas y pecuarios. En consecuencia, vendrán períodos ruinosos para agricultores y ganaderos y los proveedores de comida (tiendas y supermercados) aumentarán el costo de la canasta básica afectando al pueblo consumidor.
El Niño, conocido técnicamente como Oscilación del Sur (ENOS), en Panamá, es causante de los cambios de clima, un fenómeno natural que sin mayor precisión sucede cada 3 a 7 años por calentamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico oriental ecuatorial. La consiguiente reacción al cambio de clima afecta principalmente la costa oeste del continente americano, sus efectos principales pasan por Perú, Colombia, Panamá, Centroamérica y se sienten hasta el norte de California.
En este país El Niño también provoca espasmos de “alharaca”, un estado corporal que provoca contorsiones del cerebelo y de la lengua. Gente normal y sensata, repentinamente se transforma en urracas parlanchinas y difunden toda clase de inventos. Principalmente en las redes sociales agravan el malestar general del pueblo informando la nueva picazón, la fiebre desconocida, la diarrea generalizada, el mal de ojos, el nuevo virus del que nadie se salva, el pasmo, el ñampiao, el estado interesante, la cuarta guerra mundial, etc. Un tema predilecto de los bocones es la falsedad de que el Canal de Panamá se quedó sin agua y sin barcos, las principales flotas mercantes pasan de largo para cruzar por el canal terrestre mexicano o por el río Atrato colombiano. Estos paisanos ignoran que por experiencia y suficiencia el personal canalero sabe cómo enfrentar el Niño que cada cierto tiempo visita este país; por nuestro canal pasan menos barcos, pero el flujo de naves no se detiene. El tren yucateco y el río colombiano no cruzan barcos de uno a otro mar, son cuentos, no pasan naves... No pasan... Nada. Pero expanden el rumor afirmando que son ciertas las noticias maliciosas contra el canal de los panameños.
Los estudiosos de la meteorología consideran que la sequía y los desastres naturales del Niño y la Niña se producen en ciclos que no obedecen a un calendario ni leyes exactas, pero se pronostican con suficiente anticipación para que los pueblos se preparen con medidas de mitigación. Lamento decir que en este pequeño país la principal falla está en que los gobiernos de turno son desmemoriados, incapaces de enfrentar un problema conocido y repetitivo como ese bebito de cuna que presidentes y ministros ponen a dormir apenas pasa la sequía. Poco o nada se resuelve apoyando la construcción de unos cuantos pozos para abastecer a las familias, los cultivos y el ganado porque tales proyectos no responden a programas y estudios sistemáticos. Pero no se detiene la lluvia de propaganda oficial con la supuesta intención de instruir a la población de cómo enfrentar la falta de agua para bañar al perrito. La inversión publicitaria del gobierno dura hasta que el funcionario de turno busca en el mazo de la baraja la que está marcada “no hay plata”.
Cojeando de un pie hemos llegado hasta el río Indio, esa fuente cristalina que hace 20 años todo Panamá conoce como la solución perfecta para abastecer al canal y las áreas urbanas con agua suficiente para más de medio siglo. También hemos visto cómo han transcurrido los últimos tres gobiernos expertos en béisbol, básquetbol, fútbol y teto...