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La lucha por la soberanía sigue: enfrentaremos al leviatán de EE.UU.

  • 26/03/2025 00:00

Queda claro que Estados Unidos tiene intenciones de negociar la instalación de bases militares en el istmo, so pretexto de controlar el tráfico de drogas, la inmigración ilegal, su seguridad nacional, cuando es claro que sus verdaderos intereses radican en controlar el Canal de Panamá y tomar a nuestro país como trofeo de guerra

Como panameño que amo mi país, además de ser comunicador social y docente universitario, no puedo guardar silencio ante el irrespeto de la secretaria de Prensa de los Estados Unidos, quien afirma que los panameños no tenemos idea de lo que está ocurriendo en Panamá, tal aseveración despierta dudas, ya que no queda claro si se nos oculta información de lo que verdaderamente ocurre con el gobierno de Trump.

Por otro lado, queda claro que Estados Unidos tiene intenciones de negociar la instalación de bases militares en el istmo, so pretexto de controlar el tráfico de drogas, la inmigración ilegal, su seguridad nacional, cuando es claro que sus verdaderos intereses radican en controlar el Canal de Panamá y tomar a nuestro país como trofeo de guerra.

El panorama es sombrío e incierto, el gobierno envía un mensaje de nacionalismo, independencia, de no ceder ante las pretensiones del Coloso del Norte, irónicamente Panamá dio por terminada su participación dentro de la Ruta de la Seda, además ambos puertos ubicados en los extremos del Canal de Panamá pasaron de ser operados por Hutchison Ports para ser administrados por BlackRock.

Ahora bien, resulta indicioso que Diego Aponte, quien es uno de los encargados de las negociaciones, en la compra de los puertos de Balboa y Cristóbal (CK Hutchison Ports), por parte de la inversora BlackRock en conjunto con Mediterranean Shipping Company (MSC), sostuvo una reunión con el presidente José Raúl Mulino y funcionarios de alto perfil de su gobierno el pasado 23 de enero en Zúrich, Suiza.

Cabe destacar que el grupo inversor BlackRock ocupa el lugar número uno a nivel mundial, posee un porcentaje de acciones importante en las mayores empresas y conglomerados empresariales, su crecimiento desmedido causa preocupación en diferentes latitudes, más aún cuando cuentan con el apoyo del presidente estadounidense Donald Trump, y es de conocimiento que apoyaron la campaña electoral del actual mandatario.

Es importante recordar que el imperialismo norteamericano fue heredado del imperio británico, del cual fueron colonia, se debe tener presente que dicho imperio tomó el control de recursos de territorios ubicados fuera de sus fronteras, de manera ilegal e inhumana, África, y las Antillas Menores son un ejemplo, esa es la matriz de la cual nace el mal llamado “Destino Manifiesto” que se dedica a pisotear naciones.

Podemos adicionar que Estados Unidos ha aplicado la ley del garrote conocida como el “Big Stick” en inglés, invadiendo países para apoderarse de sus recursos naturales, entre ellos, el petróleo, las codiciadas tierras raras, y además ocupar territorios con una importancia geopolítica. El imperio no conoce de amigos, ven al resto de naciones como su “patio trasero”, en el cual pueden hacer lo que les plazca, para ellos somos sus sirvientes y lamentablemente hay gobiernos que lo aceptan.

De cualquier forma, como panameños debemos estar alertas para defender nuestro territorio, ya que como país soberano es nuestro deber, además de no permitir ninguna intromisión extranjera en nuestro mayor patrimonio, que es el Canal de Panamá, que fue recuperado con la sangre de muchos patriotas, termino citando al general Omar Torrijos Herrera con su célebre frase “El Canal de Panamá es la religión que une a todos los países”, pero lamentablemente en esta coyuntura el pueblo panameño tiene que enfrentar a Donald Trump porque se ha convertido en leviatán.

*El autor es periodista, catedrático, escritor, investigador