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La juventud hizo la diferencia

Actualizado
  • 15/05/2024 23:00
Creado
  • 15/05/2024 10:32

Los retos de cambiar nuestro país son grandes. Proponemos una segunda vuelta electoral cuando no pase la mayoría de 50%, que no existan las curules por cociente, medio cociente y residuo; solo postularte para un puesto de elección [...]

Estas elecciones 2024 dieron el giro más grande de todas las contiendas electorales realizadas a nuestro entender, por los votos de la juventud. Los resultados marcaron sus huellas al cambiar casi una tercera parte de los dinosaurios en la Asamblea de diputados. Pero esto no debe ser una sorpresa, ya que también encabezaron las protestas en contra de las minas y dejaron sus pasos para bien, en la vida de todos nosotros.

La juventud es la esperanza para modificar los malos hábitos que hemos visto en la política por décadas.

Muchos de los puestos de elección popular resultaron jóvenes que buscan rescatar un mejor país y ojalá todos esos jóvenes sigan contagiando con su trabajo y sus nuevas formas de cambiar el futuro. La semilla fue sembrada por el diputado saliente Juan Diego Vásquez en la asamblea cuando interrumpía con sus ideas claras y argumentos, que al final, parecían temerle a sus comentarios, al desnudar la corrupción que trataban de esconder, pero les resulto difícil con su participación en las comisiones y su equipo de trabajo.

Muchos no entendimos por qué se retiró de la Asamblea, cuando podía extender su trabajo, pero él sabrá porqué lo hizo. Esperemos que sus nuevos “pupilos” de la Asamblea, lo hagan igual o mejor, si es posible, para controlar la corrupción rampante que durante muchos periodos lo hemos padecido.

Los resultados de las elecciones deben ser motivos de enseñanzas no solo a los políticos, sino también a los electores.

El Tribunal Electoral no estuvo a la estatura de su imagen de árbitro al estar involucrado a favor de ciertos partidos con sus decisiones y no lo afirmo por molestar. Nunca se han dado situaciones en otras elecciones como en estas últimas, donde ciertos partidos políticos han hecho lo que quieren.

Lamentablemente el “clientelismo” sigue presente y se conoce de la compra de votos en algunos puntos que no fueron denunciados, pero “casi todos” se dieron cuenta, por la forma en particular que se manejaron de forma discreta y la clásica de siempre con las actas que aparecen “repentinamente” y los grupos de seguidores de ciertos candidatos que provocan conflictos con intenciones perturbadoras del orden.

Los retos de cambiar nuestro país son grandes. Proponemos una segunda vuelta electoral cuando no pase la mayoría de 50%, que no existan las curules por cociente, medio cociente y residuo; solo postularte para un puesto de elección y los que salgan elegidos no puedan aspirar más de dos elecciones seguidas, una nueva constitución, la revocatoria de mandato a mitad del periodo a través de consultas electorales o firmas de los ciudadanos, aumentar las penas y multas a los delitos de corrupción y que no expire ninguno de esos delitos, la forma de elegir al Contralor, procurador, magistrados, defensoría del pueblo, entre otras.

Estamos más que seguros, que si existiera la segunda vuelta electoral, otro gallo cantaría, pero definitivamente, no es difícil pronosticar que tendrán sus enemigos gratis porque saben que no lograrían su sueño en la silla, aparte que la segunda vuelta cumpliría con una democracia de verdad y no de una minoría, como ha ocurrido la mayoría de veces.

La corrupción es el mayor comején de la democracia y de nuestro país, junto con el clientelismo debe ser combatida desde los altos niveles y que no tenga patrocinadores, como los ha tenido hasta el momento, tanto en la Asamblea como en otros órganos del Estado.

La nueva Asamblea de Diputados renovada por grupos independientes no es la mayoría, pero hay otros grupos de diputados que pueden colaborar para cualquiera de los dos bandos (oficialismo-oposición), pero esperemos se unan a los independientes por un mejor país.

Lo importante de lo ocurrido, que primero fuero cuatro independientes y ahora se cuadriplicaron y en la próxima, sin ser adivino, cuidado logran la mayoría de la asamblea, dependiendo de sus logros. Ya los mismos de siempre, tendrán sus días contados y el famoso clientelismo puede desaparecer por el buen trabajo de estos muchachos. Hagan la diferencia y dejen sus huellas para las futuras generaciones, sin clientelismo.

El autor es magíster en salud pública