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La incertidumbre que no se diluye

Actualizado
  • 03/06/2024 00:00
Creado
  • 01/06/2024 13:55

[...] en una economía de mercado las decisiones de producción, empleo e inversión deben ser realizadas en una situación en el que el pasado no se puede modificar y el futuro es desconocido. Cuando ese desconocimiento del futuro resulta complicado de prever [...] aparecen las condiciones de incertidumbre

Quienes pensaron que luego de las elecciones desaparecería la espesa incertidumbre que existe en el país simplemente se equivocaron. Esto debido a dos causas. La primera guarda relación con el hecho que, en un país tan abierto económica y financieramente al exterior, no se puede hacer abstracción de los muy importantes factores de incertidumbre observados en el plan internacional, los que Nouriel Roubini ha calificado de megatendencias. La segunda guarda relación con los resultados de la reciente elección general, las propuestas de políticas del futuro gobierno y de los elementos de arrastre.

Antes de exponer los principales factores activos de incertidumbre, conviene recordar que la misma proviene de una sencilla realidad, destacada por autores como John Maynard Keynes, Joan Robinson y Hyman Minsky: el tiempo solo avanza en una dirección, es decir hacia adelante, hecho que no tiene reversibilidad. En este sentido en una economía de mercado las decisiones de producción, empleo e inversión deben ser realizadas en una situación en el que el pasado no se puede modificar y el futuro es desconocido.

Cuando ese desconocimiento del futuro resulta complicado de prever, ya sea por razones económicas, sociales o políticas, aparecen las condiciones de incertidumbre. En estas la tendencia sería hacia la cautela frente a la expansión a corto plazo de la producción y, sobre todo, una resistencia a realizar nuevas inversiones productivas. Ambos elementos apuntan hacia la reducción de la dinámica económica.

Entre los factores de incertidumbre provenientes del contexto global, se puede partir señalando la presencia de las tensiones geopolíticas, que han dado lugar a lo que algunos llaman “la nueva guerra fría”, la que en realidad es caliente en varias partes del planeta. En este caso, está el conflicto militar entre Rusia y Ucrania, el que puede alcanzar una dimensión global, que puede llegar a involucrar armas nucleares. La idea del presidente Macron de enviar tropas de los países de la OTAN a combatir directamente en Ucrania, muestra la posibilidad de este peligro.

No queda duda que el conflicto Rusa Ucrania ya está perturbando la actividad logística de nuestro país, dado el redireccionamiento del combustible norteamericano hacia Europa y del ruso hacia China, afectando la actividad del Canal. Por otra parte, el conflicto de Gaza, que está a punto de convertirse en un conflicto regional, amenaza con desarticular las condiciones de la oferta petrolera mundial, generando un muy notable incremento en el precio de los combustibles.

Es importante, a fin de mostrar otro factor de incertidumbre que afecta a nuestro país, es el que resulta de la posibilidad de que la Reserva Federal norteamericana siga sosteniendo la actual elevada tasa de interés por un período prolongado. También es importante la incertidumbre que proviene de los efectos del cambio climático, el cual ya está afectando a nuestro país, en actividades tan importantes como son el Canal de Panamá y la producción agropecuaria.

En el plano interno, los resultados de las elecciones generales que muchos pensaron que podría eliminar gran parte de los factores de incertidumbre locales, no tuvieron dicho efecto. Para comenzar, el presidente electo solo logró el 34.2% de los votos emitidos. Si se toma en cuenta que se dio una abstención del 22.3%, se puede señalar que el mismo apenas contó con el apoyo de 26.6% del electorado, lo que no lo legitima para imponer medidas de política económica carentes de una amplia consulta nacional. A esto se debe agregar que los resultados electorales para el caso de la Asamblea de Diputados resultaron en una situación de elevada fragmentación, que apunta hacia dificultades para la ejecución de los proyectos del Ejecutivo.

En este contexto el nuevo ejecutivo ha venido formulando lo que Noami Klein llama una política de choque, que abarca temas como las reformas paramétricas del programa de IVM, la reapertura de la mina de Donoso y la consiguiente restauración del estilo de desarrollo extractivista – minero. Se trata de factores con una alta capacidad de generar una situación social conflictiva, cuya sola probabilidad genera una elevada incertidumbre. El hecho de que en el Gabinete prácticamente solo este representado el sector económicamente dominante hace más factible la situación conflictiva.

Por su parte, la política de compactación fiscal puede llegar a afectar a sectores importantes de la sociedad. A esto se debe agregar que una caída rápida del gasto público puede llevar a generar presiones recesivas y problemas de empleo. La posibilidad de una elevación del ITBMS propuesto por el FMI como parte de la política de choque, complicaría mucho más la situación.

En la medida que el nuevo ejecutivo se mantenga en la idea de que el gobierno es el que manda y que si se equivoca sigue mandando, estaríamos rumbo a tener que sufrir las graves consecuencias de una pesada incertidumbre y nocivos efectos sobre la producción, el empleo y la inversión.

El autor es economista