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¿La farsa garza?

Actualizado
  • 08/09/2024 00:00
Creado
  • 07/09/2024 19:58

Desde febrero de 2024, los familiares de mexicanos desaparecidos en México viven con la zozobra y angustia de ver como AMLO gasta medio millón de dólares... en la búsqueda del Soldado de Fortuna Catarino Garza, que un día llego a isla Colón, Bocas del Toro en el Siglo XIX...

Gabo, cuenta que el 26 de octubre de 1949, el director del periódico lo envió al cementerio, porque se hablaba que había una niña enterrada y la iban a exhumar, la cual media veintidós metros y once centímetros. Gabo recordó que su abuela le hablaba de “la leyenda de una marquesita cuya cabellera se arrastraba como cola de novia”. ¿Podría ser cierto que se hubiera descubierto una cabellera tan larga? Todo esto lo relata en el libro de cuentos “Del Amor y Otros Demonios”.

Desde febrero de 2024 los familiares de mexicanos desaparecidos en México viven con la zozobra y angustia de ver, como el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) gasta medio millón de dólares para ser invertidos en la búsqueda del Soldado de Fortuna Catarino Garza, que un día llego a isla Colón, Bocas del Toro en el Siglo XIX protegido por La Logia Masónica de Bocas del Toro, huyéndole a Porfirio Díaz. Garza era periodista, pero a la vez tenía sus inquietudes idealistas.

El primero en hablar de Garza en Panamá dentro de la literatura panameña es Tristán Solarte con la sola mención de su nombre en El Ahogado: “Catarino Garza” y lo repite en otra novela y le dedica un poema. Curioso del nombre de Garza, por no tener relación con el contenido de El Ahogado, aborde a Tristan. “Tío: ¿Quién es Catarino Garza?

“Cuando investigaba en los años cincuenta del siglo XX sobre la Tulivieja para escribir mi novela El Ahogado, las personas de avanzada edad en Bocas hablaban con terror, temor y en voz baja como conspirando de Garza. La figura de Garza les daba sobresalto a pesar de que había sido asesinado en 1895. Solo sé que era periodista y lo que quiero saber es ¿que vino a hacer a Bocas del Toro desde México?”. Recién con el cuento de la búsqueda de Garza en Bocas, me diría una Tía: “Recuerdo que cuando llegue a Bocas en 1950 con 15 años, cuando nos portábamos mal, nuestros padres decían: “si sigues portándote mal, voy a traer a Garza”.

A raíz de que un día apareció el Barco Huasteco en la Bahía de Bocas del Toro - de acuerdo con los medios- con 80 hombres y en un acto en la Casa Cural de isla Colón, había una delegación de mexicanos algunos en ropa de fatiga y en posición militar con unos cuantos invitados y solo dos medios locales, sin invitar a todos los medios de isla Colón. A los días, sale una noticia en medios de México, solamente con fotos de cuatro mexicanos en el cementerio de isla Colón. La Decana en una nota de La Llorona dice que “los periodistas de Bocas del Toro piden que se haga una conferencia de prensa sobre la búsqueda de Garza en el cementerio”, pero al día siguiente una fuente no identificada de cancillería le dice a la Llorona “que todo lo relativo a Garza, los gobiernos acordaron que sería “de manera reservada”. Esto despertó más mi curiosidad.

Comienzo a pedir información por escrito a cancillería y éstos me dicen que es en Mi Cultura; y en Mi Cultura me dicen que es en cancillería. Pido al Municipio de Bocas y dicen es con Mi Cultura. Como solo se veía siempre de 15 a 20 mexicanos en el cementerio de isla Colón, y las constantes llamadas de personas de Bocas que veían mexicanos caminando por toda la provincia, que si el Huasteco está en el Muelle de Almirante, que el miembro de Proteger y Servir no permite entrar al cementerio a ver qué se hace, que se ven en Boca del Drago, reparando la escuela, biblioteca, pido una entrevista a Santiago Mateos y al embajador de México Bachir, y no responden. Llamo y la clásica respuesta: “quien eres, credenciales y mándeme las preguntas”, y mi respuesta: “no doy entrevista a la carta”.

Un video de alguien que envié a filmar a lo escondido, en el que se ve a unos mexicanos tomando cerveza y remozando una tumba, me indicaba que no se estaba cumpliendo lo que trascendió a la prensa: “que se iba a buscar posibles lugares de fosas donde pueda estar Garza, realizar pruebas de ADN y después regresar a exhumar los cuerpos en acompañamiento de las autoridades panameñas” y un día como los chepanos, el Huasteco salió de la Bahía de Bocas del Toro y AMLO a los días dice: “encontramos los restos de Catarino Garza”. El domingo lo reiteró. ¿Profanaron las tumbas? ¿Dónde permanecían los otros mexicanos que no se veían en el cementerio? En la Feria del Libro le pregunto a la ministra Maruja Herrera sobre el affaire Garza y responde: “No tengo conocimiento del tema de Garza y no me han dado información al respecto”. Solo se ha encontrado un hueso que no tiene esqueleto asociado.

José María Sánchez Borbón que inventó el realismo mágico antes que Gabo, no incluyó en el libro “Cuentos de Bocas del Toro”, el cuento de los restos del mero, mero, Catarino Erasmo Garza Rodríguez. ¿A quién buscaba en Bocas AMLO? ¿Revisaron el Huasteco antes de salir de aguas bocatoreñas?