Columnistas

Good bye Ezequiel

Actualizado
  • 19/01/2024 00:00
Creado
  • 18/01/2024 15:56

El pasado martes 16 de enero, en el distrito de La Chorrera se conoció la muerte del maestro Ezequiel Cedeño

“Frente a la muerte, solo morirse cabe y al muerto solo le queda gozar su muerte en paz”, así nos recuerda Tristán Solarte en su poema Aproximación Poética ante la muerte, y hoy en la iglesia San Francisco de Paula de La Chorrera, el amigo Cucaracho, toma el camino del viaja sin retorno, después de haber transitado por este mundo, cuando el pasado martes 16 de enero, en el distrito de La Chorrera se conoció de su repentina muerte, causando la conmoción entre los que lo conocimos, y los que no lo conocieron, lo recuerdan verlo desfilar, encabezando el Benemérito Cuerpo de Bomberos de La Chorrera, donde era un espectáculo verlo marchar con su bastón de mando para dirigir la misma con la Guaripola, donde llego al rango de Capitán. Y qué decir, cuando se vestía del Torito Galán con los Diablos de La Chorrera, o verlo bailar La Cumbia Chorrerana con su Julia, Julia, pela yuca.

Recuerdo verlo, en mis años de estudios en nuestra Alma Mater, la gloriosa Escuela Secundaria de La Chorrera Pedro Pablo Sánchez, pero nuestro acercamiento comienza, cuando mi hijo empieza a asistir a la Escuela Naciones Unidas, y recién había iniciado mi segundo regreso a La Chorrera.

Su nombre comienza a conocerse en los medios televisivos, cuando fue trasladado al Darién, y gana el premio Maestro Estrella, porque convirtió los paisajes del pueblo de Puerto Piña, Darién en su aula de clases. “Maestro Estrella” fue un proyecto original del Meduca, llevado a la pantalla por Telemetro y producido por E.Motion TV AD & Films.

Llego a ser supervisor de Educación en la Regional del Ministerio de Educación de La Chorrera. Fue director en una Escuela de Meteti, Darién. Y también se dedicó a la alfabetización de personas adultas.

De ese viaje al ser trasladado al Darién diría: “yo creía que me habían enviado para sancionarme, pero para mí era un premio porque era una experiencia distinta en un área un poco hostil, difícil donde quería aprender cómo se vive allá y me fui encantado”, lo contaba con su típica sonrisa.

No solamente se dedicó a la educación en Darién, se internó en las montañas de Pire, a enseñar a los indígenas como sembrar café.

Recorrió varios colegios en el distrito de La Chorrera trasmitiendo sus enseñanzas como la Escuela Secundaria Pedro Pablo Sánchez, Moisés Castillo Ocaña, El Trapichito, Naciones Unidas, trabajo con niños especiales, hasta que en el año 2012 emprende el viaje a la provincia de Darién, donde se internó para dar clases. De ese periplo en el Darién, ese año obtuvo el premio “Maestro Estrella”.

Un niño del Darién lo recuerda: “odiaba las matemáticas, pero el maestro Ezequiel me enseñó a amarlas”.

De ese viaje al Darién dijo: “Ese compromiso que he tenido en esta comunidad con mis estudiantes, es un compromiso social ¿por qué es social?, porque es una área verdaderamente marginada, donde ellos necesitan no solamente las cinco horas de clases que nosotros damos en el día sino más, más y más. Lo que he sido por 22 años como educador, quiero seguirlo siendo hasta el final de mi carrera docente, que va ser el día de mi muerte, porque no voy a dejar de enseñar un solo minuto un solo segundo de mi vida”.

Definió el ser maestro como: “Un maestro debe ser un líder que transforme comunidades, que transforme conciencia”.

Cierto día me pidió hablar a solas, y me dice: “Bocatoreño, tu que has estado por años investigando lo del padre Héctor Gallego -Ezequiel estaba vinculado a la Iglesia Católica-, ¿Por qué no te investigas la muerte de mi primo José Martínez, mejor conocido como Josecito, que apareció muerto en la Fiscalía Auxiliar, porque supuestamente se suicidó?, a él le correspondió entrar al Cuartel de Los Pumas de Tocumen como enlace de la Policía Nacional y la Fiscalía Auxiliar, teniendo que bajar cuando se descubrió los entierros clandestinos en el Cuartel, y Josecito me decía que era Gallego”. Con esos datos, inicie esa investigación. Siempre tuvo el recuerdo de la muerte misteriosa de su primo.

Su cuerpo estará en Capilla Ardiente en el Cuartel de Bomberos Mario Lasso de La Chorrera a las 11:45 am sobreviven su esposa, tres hijos.

Con su partida, un paisaje de La Chorrera viaja a la eternidad con del maestro Ezequiel Cedeño, quien nació el 3 de enero de 1968 y tenía 56 años.

PD. Raúl Ossa, terminad de cargarlo, parafraseando a Gonzalito.

El autor es exinvestigador de la Comisión de la Verdad.