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España airada

Actualizado
  • 09/11/2024 09:08
Creado
  • 08/11/2024 19:37

La crisis actual, largamente soterrada, emerge con fuerza por el reclamo de las poblaciones damnificadas en la costa mediterránea que se deslindan de la incomprensible tolerancia a una casta hereditaria y política personalista

España, tras la guerra del Rif y la dictadura de Primo de Rivera, llegó al año 1931, en el cual se realizaron unas elecciones municipales generales cuyo resultado demostró el hastío con el régimen monárquico.

Aquellas elecciones provocaron la caída de la monarquía de Alfonso XIII, proclamándose la Segunda República. Es una historia de decepciones reiteradas con las monarquías que demostraban incompetencia para asumir los reclamos de las poblaciones.

Algo parecido a lo que está sucediendo en la actualidad, pues la muerte de Franco, que era un monarca de facto, se subsanó con otros reyes por herencia, una supuesta legitimidad que encubre una manifiesta inutilidad, o sea que hablamos de un grupo social de espaldas a la realidad.

La crisis actual, largamente soterrada, emerge con fuerza por el reclamo de las poblaciones damnificadas en la costa mediterránea que se deslindan de la incomprensible tolerancia a una casta hereditaria y política personalista. Estas son las claves particulares de una crisis que es general.

No obstante, la crisis es general de toda Europa. Lo general determinante es el cambio climático y las regulaciones que se adoptan o faltan, y las actividades particulares deben asumir su correspondencia con las condicionantes generales. Esto se expresa en varias actividades económicas, pero aquí queremos destacar que la industria de la construcción, que es una cara visible de la modernidad a través de todos los tiempos, siempre ha buscado demostrar su potencialidad en la sociedad sin enfatizar en la sostenibilidad de los emprendimientos.

Las equivocaciones atraviesan sin exculpar a varios sistemas sociales: los soviéticos usaron excesivamente las aguas del mar de Aral en aras de la irrigación de los algodonales, pero la extracción acabó extinguiendo el mar; Brasil alberga en sus seno a una clase social destructiva que solo sabe de emprendimientos desforestadores de la Amazonia; en Estados Unidos son Las Vegas y el abuso sobre el caudal del río Colorado para sostener una actividad lúdica; Panamá, que se aboca al represamiento del río Indio para potenciar la navegación del lago Gatún y el Canal. Hablamos de la Panamá que irrespeta al ambiente. ¿Qué sostenibilidad tendrá ese esfuerzo?

¿Qué es lo sostenible? El debate amerita abordar la incursión sobre territorios que pertenecen a la naturaleza. ¿Qué territorios son esos? Justamente son todos los que nos quedan después de que la modernidad avanzara sobre ellos como un corcel sin frenos que pasa de la utilidad a la peligrosidad.

Sobre estos condicionantes generales opera la particularidad del Levante español agobiado por el constructivismo sobre áreas de soporte ambiental, lo que ha implicado una maduración veloz de la subjetividad y la exigencia de hacer pagar las cuentas a los gobernantes.

¿Quién ofendió al rey y a los políticos incapaces? Fue toda la población y no sectores exaltados. Como en la obra de Lope de Vega, los responsables son todos. Fuenteovejuna ha hablado.

*El autor es médico