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Esfuerzos escolares

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Actualizado
  • 28/05/2024 23:00
Creado
  • 28/05/2024 11:57

Las cifras del ministerio de Educación son ilustradoras. En el período lectivo de 2023, 20 mil 731 estudiantes repitieron el año [...] Sacar al componente estudiantil de situaciones riesgosas es una respuesta que puede cambiar el perfil de la sociedad panameña

El rostro de los niños se desdibujaba con la bruma temprano en la mañana; el sol apenas se mostraba tras la montaña lejana y la fila avanzaba por la carretera Interamericana. Salían de varios caseríos con sus mochilas y sus uniformes y se veían obligados a emprender la ruta de más de una hora para llegar a las instalaciones escolares. En ocasiones la alineación se perdía cuando un vehículo pasaba a toda velocidad y su fuerza empujaba a los estudiantes al monte.

Es una dinámica que cada uno de los alumnos debe seguir dos veces al día, cuando aún está oscuro y luego en la tarde al salir del horario de enseñanza-aprendizaje con todo el cansancio de la jornada. Siempre por la ruta del camino lleno de todo tipo de transportes que atraviesan Darién.

Pero, ¿qué ocurre en otros sitios donde no hay una carretera de concreto o asfalto? Allí quizás haya que recorrer senderos montañosos o atravesar una quebrada o río caudaloso, como se ha visto en videos que ha reproducido la televisión, donde se muestra a los pequeños transeúntes que llegan mojados o con los zapatos llenos de barro todos los días a la escuela. ¿Habrá entusiasmo o ánimo para escuchar las clases o intervenir en las dinámicas en el aula?

Son circunstancias cotidianas protagonizadas por pequeños uniformados que buscan el conocimiento y la formación. El contexto es la pobreza y el reto es culminar los estudios para superar las condiciones que los llevan a una vida llena de vacíos desde muy pequeños. Si logran salir con los títulos respectivos, se ganan futuros profesionales; si no logran culminar, hay el riesgo de que sean aprovechados por elementos sociales adversos.

Las cifras del ministerio de Educación son ilustradoras. En el período lectivo de 2023, 20 mil 731 estudiantes repitieron el año, 26 mil 349 desaprobaron alguna materia y 36 mil 714 participaron en el Programa de Recuperación Académica Estudiantil. Es necesario establecer un programa que indague con profundidad las causas de estas insuficiencias y conocer cuánto corresponde a los que estudian, cuánto a la mala didáctica y cuánto a otras causas.

¿Saben las autoridades cuál es el nivel de aprovechamiento en la población estudiantil? Además, ¿cómo se distribuye esto en las provincias? Otro indicador tendría que ver con la atención hogareña que reciben niños y niñas y adolescentes que estudian. No se trata de que sus padres hagan las tareas o armen las figuras que deben llevar como deberes. La idea es saber qué clima existe en sus casas para estimular el estudio, la lectura y otras capacidades.

Esto es importante porque la cultura educativa no existe solamente en el claustro de enseñanza. En extramuros se perciben demasiadas tentaciones para un joven desorientado. Otro dato es muy claro. Estadísticas de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá estiman que nueve mil 145 estudiantes abandonaron el sistema educativo en 2023, un 1.3 por ciento de la matrícula total de 706 mil 537 alumnos.

Quizás para algunos sectores son datos que no suponen la mayor peligrosidad para el desarrollo de la educación del país. Pero representa un panorama que podría afectar la alta tasa de alfabetización de Panamá, porque no se trata de gente que no logra ingresar al sistema formativo, sino de su permanencia y de finalizar los ciclos de escolaridad. Llegar a completar el bachillerato y seguir estudios universitarios garantiza tener herramientas para el éxito.

Hay varios factores que condicionan la culminación de los estudios; algunos tienen que ver con aspectos familiares, otros son ocasionados por la gestión en las instalaciones y también están relacionados con las políticas impulsadas en el Estado. ¿Existen planes de unir todos estos componentes en función de cada individuo que ingresa a un salón de clases?

Sacar al componente estudiantil de situaciones riesgosas es una respuesta que puede cambiar el perfil de la sociedad panameña.

El autor es periodista