Esclavitud, racismo, grupos negros y Partido Demócrata
- 28/10/2024 00:00
- 27/10/2024 15:44
La Biblia sí habla de una distinción real, y es entre gentiles y judíos, pero las distinciones raciales son cosas que inventamos para dividirnos Según estadísticas oficiales, el 7% de la población de Estados Unidos son negros, sin embargo, son responsables por el 40% de todos los homicidios en ese país, provenientes en gran parte de familias calculadamente desintegradas en esa cultura izquierdista/atea moderna promovida por los demócratas, lo que ha corroído de forma insensata el valor de los hombres, las mujeres y los niños.
Aún así, el voto negro durante décadas ha sido exclusivamente para los demócratas, quienes se han dado cuenta que para conseguir el voto negro solo tienen que sacar a relucir la narrativa racial, de desventajas y discriminación para manipularlos emocionalmente. Han descubierto que los negros son emocionalmente sensibles, responsivos y reactivos a connotaciones de racismo y esclavitud, y al saber qué temen y qué desencadena su ira, odio y violencia, entonces se convierten en personas fáciles de manipular, dividir y controlar.
Los demócratas constantemente alimentan a la población negra con tranquilizantes económicos y sociales, mintiéndoles y ocultándoles su agenda destructiva y las actividades irracionales que patrocinan, mientras los conducen por un camino antiDios y antibiblia, creando en ellos una asociación negligente y laxa con la verdad, la ética y los principios fundacionales de comportamiento, causada precisamente, por esa larga asociación con los demócratas.
En resumen, los demócratas han sido para ellos terroristas sociales, espirituales y políticos que deben ser completamente expuestos y expulsados del poder político.
Los grupos negros deben ser conscientes que el racismo, la esclavitud y las atrocidades humanas han ocurrido en todas las culturas conocidas desde el comienzo de la humanidad, y todo ha quedado en el pasado y prácticamente olvidado. Sin embargo, los demócratas tienen a los grupos negros siempre mirando hacia atrás, por el “espejo retrovisor”, y no mirando hacia adelante, reviviendo constantemente esos episodios negativos de su pasado y pensando siempre que alguien está frenando su progreso, para no asumir la responsabilidad por sus propias acciones o fracasos.
Ahora los demócratas, en cada año electoral les prometen con malevolencia reparación por la esclavitud de sus antepasados. ¿Pero por qué no prometen reparaciones para el pueblo judío? ¿Para los indios? ¿Para los chinos, y para todos los demás grupos que fueron esclavizados desde el comienzo de la humanidad?
Los grupos negros contemporáneos están entrando en el tercer acto de una película de horror, y ellos, como votantes, son los únicos que pueden detener esa película de horror.
Por otro lado, y parafraseando a historiadores y pastores cristianos, el concepto de raza no es un concepto o idea bíblica, es un concepto construido. Ese concepto no se encuentra en la Biblia, a menos que esté en el contexto histórico apropiado donde todos somos la raza de Adán, o sus descendientes. Somos todos una sola raza de personas, una sola sangre. Hay menos de 0,2% de diferencia genética entre cualquiera de nosotros.
Técnicamente, desde una perspectiva genética y bioquímica, todos somos del mismo color. Tenemos diferentes tonos del mismo color. La diferencia de tonos proviene de nuestro nivel de melanina. Nuestras diferencias no son de naturaleza bíblica ni genética, son artificiales, basadas en el cabello de las personas, sus rasgos físicos, color de piel, etc. Lamentablemente nos convencieron que esas diferencias son reales.
La Biblia sí habla de una distinción real, y es entre gentiles y judíos, pero las distinciones raciales son cosas que inventamos para dividirnos. Pero la división entre gentiles y judíos no es genética; durante ese período de tiempo los gentiles estaban separados de Jesucristo y alejados de la comunidad judía y ajenos al pacto y las promesas de Dios; sin esperanza y sin Dios. (Efesios 2-11).
Pero los gentiles fueron luego acercados a Dios por medio de la sangre de Cristo. La sangre de Cristo nos hace a todos un solo hombre, una misma sangre y una sola raza: la raza humana.
Por otro lado, los grupos negros en Estados Unidos, cuando se les pregunta por su raza, dicen que son afroamericanos. Pero, ¿cómo puede ser eso una raza cuando la primera mitad de su “raza” se basa en el continente africano, y la segunda mitad se basa en su nacionalidad? ¿Cómo se obtiene raza a partir del continente y la nacionalidad? ¿Cómo pueden los negros en Estados Unidos ser afroamericanos, pero alguien que viene de Egipto, Argelia, Marruecos, etc., no llega a ser afroamericano? Todo es inventado y no es real ni bíblico. Pero la distinción entre gentiles y judíos sí es real y bíblico, y no inventada por el hombre; Dios lo hizo, pero es una distinción por un pacto, y no es racial.
Dios en ningún momento le dijo a Adán ni a Abraham: Voy a cambiar tu nivel genético para que tus descendientes sean genéticamente diferentes.
Según estadísticas oficiales, el 7% de la población de Estados Unidos son negros, sin embargo, son responsables por el 40% de todos los homicidios en ese país, provenientes en gran parte de familias calculadamente desintegradas en esa cultura izquierdista/atea moderna promovida por los demócratas, lo que ha corroído de forma insensata el valor de los hombres, las mujeres y los niños.
Aún así, el voto negro durante décadas ha sido exclusivamente para los demócratas, quienes se han dado cuenta que para conseguir el voto negro solo tienen que sacar a relucir la narrativa racial, de desventajas y discriminación para manipularlos emocionalmente. Han descubierto que los negros son emocionalmente sensibles, responsivos y reactivos a connotaciones de racismo y esclavitud, y al saber qué temen y qué desencadena su ira, odio y violencia, entonces se convierten en personas fáciles de manipular, dividir y controlar.
Los demócratas constantemente alimentan a la población negra con tranquilizantes económicos y sociales, mintiéndoles y ocultándoles su agenda destructiva y las actividades irracionales que patrocinan, mientras los conducen por un camino antiDios y antibiblia, creando en ellos una asociación negligente y laxa con la verdad, la ética y los principios fundacionales de comportamiento, causada precisamente, por esa larga asociación con los demócratas.
En resumen, los demócratas han sido para ellos terroristas sociales, espirituales y políticos que deben ser completamente expuestos y expulsados del poder político.
Los grupos negros deben ser conscientes que el racismo, la esclavitud y las atrocidades humanas han ocurrido en todas las culturas conocidas desde el comienzo de la humanidad, y todo ha quedado en el pasado y prácticamente olvidado. Sin embargo, los demócratas tienen a los grupos negros siempre mirando hacia atrás, por el “espejo retrovisor”, y no mirando hacia adelante, reviviendo constantemente esos episodios negativos de su pasado y pensando siempre que alguien está frenando su progreso, para no asumir la responsabilidad por sus propias acciones o fracasos.
Ahora los demócratas, en cada año electoral les prometen con malevolencia reparación por la esclavitud de sus antepasados. ¿Pero por qué no prometen reparaciones para el pueblo judío? ¿Para los indios? ¿Para los chinos, y para todos los demás grupos que fueron esclavizados desde el comienzo de la humanidad?
Los grupos negros contemporáneos están entrando en el tercer acto de una película de horror, y ellos, como votantes, son los únicos que pueden detener esa película de horror.
Por otro lado, y parafraseando a historiadores y pastores cristianos, el concepto de raza no es un concepto o idea bíblica, es un concepto construido. Ese concepto no se encuentra en la Biblia, a menos que esté en el contexto histórico apropiado donde todos somos la raza de Adán, o sus descendientes. Somos todos una sola raza de personas, una sola sangre. Hay menos de 0,2% de diferencia genética entre cualquiera de nosotros.
Técnicamente, desde una perspectiva genética y bioquímica, todos somos del mismo color. Tenemos diferentes tonos del mismo color. La diferencia de tonos proviene de nuestro nivel de melanina. Nuestras diferencias no son de naturaleza bíblica ni genética, son artificiales, basadas en el cabello de las personas, sus rasgos físicos, color de piel, etc. Lamentablemente nos convencieron que esas diferencias son reales.
La Biblia sí habla de una distinción real, y es entre gentiles y judíos, pero las distinciones raciales son cosas que inventamos para dividirnos. Pero la división entre gentiles y judíos no es genética; durante ese período de tiempo los gentiles estaban separados de Jesucristo y alejados de la comunidad judía y ajenos al pacto y las promesas de Dios; sin esperanza y sin Dios. (Efesios 2-11).
Pero los gentiles fueron luego acercados a Dios por medio de la sangre de Cristo. La sangre de Cristo nos hace a todos un solo hombre, una misma sangre y una sola raza: la raza humana.
Por otro lado, los grupos negros en Estados Unidos, cuando se les pregunta por su raza, dicen que son afroamericanos. Pero, ¿cómo puede ser eso una raza cuando la primera mitad de su “raza” se basa en el continente africano, y la segunda mitad se basa en su nacionalidad? ¿Cómo se obtiene raza a partir del continente y la nacionalidad? ¿Cómo pueden los negros en Estados Unidos ser afroamericanos, pero alguien que viene de Egipto, Argelia, Marruecos, etc., no llega a ser afroamericano? Todo es inventado y no es real ni bíblico. Pero la distinción entre gentiles y judíos sí es real y bíblico, y no inventada por el hombre; Dios lo hizo, pero es una distinción por un pacto, y no es racial.
Dios en ningún momento le dijo a Adán ni a Abraham: Voy a cambiar tu nivel genético para que tus descendientes sean genéticamente diferentes.