El Seguro y misiones, en sombras
- 27/09/2024 00:00
- 26/09/2024 20:24
Una Caja de Seguro Social, en cualquier punto geográfico y en cualquier momento de la historia, independientemente del nombre de sus programas y departamentos, contiene tres misiones. Ellas son: misión de salud [...] misión de retiro [...] misión de inversión... Las discusiones en torno al tema de la Caja de Seguro Social se asimilan a la controversia en un grupo familiar que ha de subirse a un automóvil y discrepan sobre temas importantes, pero instrumentales, como el llenado del tanque, el sistema de frenado y embrague, y se olvidan de precisar la dirección o ruta que los ha juntado a todos a bordo.
Una Caja de Seguro Social, en cualquier punto geográfico y en cualquier momento de la historia, independientemente del nombre de sus programas y departamentos, contiene tres misiones. Ellas son: misión de salud, obviamente los trabajadores desde la Edad Media tienen una cajita para atender sus quebrantos porque es la salud el recurso que les permite trabajar y vivir, ella es la misión de salud; otra cajita guarda la parte del fruto de su trabajo que tiene como propósito guardar para socorrer al que temporal o permanentemente no pueda trabajar por causas naturales o gajes del oficio, es la misión de retiro; la tercera parte es el dinero que se usa para invertir en expansión técnica e influencia social. Esta última es la misión de inversión.
Con esta aclaración nos permitimos estar plenamente de acuerdo con el reclamo social que gira alrededor de los temas de atención de salud y de las pensiones. Si el lector lo desea, reflotaré esos temas tratados en escritos previos, pero ahora debo apuntar a la gran omisión de no tocar el tema de los fondos o reservas guardados en forma improductiva en el Banco Nacional, pero siempre usados como banca de segundo piso para demandas de diversos actores económicos y financieros que usan esos dineros sin que se incremente la reserva propia del Seguro Social. Son estos fondos los que despiertan la codicia para manejarlos libremente por parte de terceros.
Lo anterior pone sobre el tapete la necesidad de un banco propio de la seguridad social que por ley sea coinversor de toda actividad nacional que requiera financiamiento. En una situación tal, la seguridad social estaría, por suficiencia de ingresos, a la cabeza de todas las actividades económicas del país, incluyendo al Canal de Panamá.
...ahora debo apuntar a la gran omisión de no tocar el tema de los fondos o reservas guardados en forma improductiva en el Banco Nacional... Lo anterior pone sobre el tapete la necesidad de un banco propio de la seguridad social que por ley sea coinversor de toda actividad nacional que requiera financiamiento.
Las discusiones en torno al tema de la Caja de Seguro Social se asimilan a la controversia en un grupo familiar que ha de subirse a un automóvil y discrepan sobre temas importantes, pero instrumentales, como el llenado del tanque, el sistema de frenado y embrague, y se olvidan de precisar la dirección o ruta que los ha juntado a todos a bordo.
Una Caja de Seguro Social, en cualquier punto geográfico y en cualquier momento de la historia, independientemente del nombre de sus programas y departamentos, contiene tres misiones. Ellas son: misión de salud, obviamente los trabajadores desde la Edad Media tienen una cajita para atender sus quebrantos porque es la salud el recurso que les permite trabajar y vivir, ella es la misión de salud; otra cajita guarda la parte del fruto de su trabajo que tiene como propósito guardar para socorrer al que temporal o permanentemente no pueda trabajar por causas naturales o gajes del oficio, es la misión de retiro; la tercera parte es el dinero que se usa para invertir en expansión técnica e influencia social. Esta última es la misión de inversión.
Con esta aclaración nos permitimos estar plenamente de acuerdo con el reclamo social que gira alrededor de los temas de atención de salud y de las pensiones. Si el lector lo desea, reflotaré esos temas tratados en escritos previos, pero ahora debo apuntar a la gran omisión de no tocar el tema de los fondos o reservas guardados en forma improductiva en el Banco Nacional, pero siempre usados como banca de segundo piso para demandas de diversos actores económicos y financieros que usan esos dineros sin que se incremente la reserva propia del Seguro Social. Son estos fondos los que despiertan la codicia para manejarlos libremente por parte de terceros.
Lo anterior pone sobre el tapete la necesidad de un banco propio de la seguridad social que por ley sea coinversor de toda actividad nacional que requiera financiamiento. En una situación tal, la seguridad social estaría, por suficiencia de ingresos, a la cabeza de todas las actividades económicas del país, incluyendo al Canal de Panamá.