El Pacto de Estado por la Justicia
- 21/04/2024 00:00
- 20/04/2024 11:57
El objetivo principal de este pacto era promover reformas integrales en el sistema de justicia panameño para mejorar su eficiencia, transparencia y acceso El Pacto de Estado por la justicia fue una iniciativa impulsada durante el mandato del presidente de Panamá, Martín Torrijos (2004-2009).
El objetivo principal de este pacto era promover reformas integrales en el sistema de justicia panameño para mejorar su eficiencia, transparencia y acceso. Nace como una necesidad frente a conflictos y declaraciones nacidas dentro del Órgano Judicial, las cuales generaron una de las crisis que en ese quinquenio tuvimos que afrontar y solucionar y me incluyo, ya que como presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Constitucionales de la Asamblea Nacional y luego como primer vicepresidente de ese Órgano del Estado, fui parte del el equipo de manejo de crisis, que liderizaba, por instrucciones del entonces presidente Torrijos, su vicepresidente Rubén Arosemena Valdés. Fueron varios los conatos de crisis, como el derivado de la Ley Orgánica de la CSS y otros, pero en este artículo, me referiré al Pacto de Estado por la Justicia.
Durante el período presidencial de Martín Torrijos, se llevaron a cabo diversas consultas y diálogos con diferentes sectores de la sociedad panameña, incluyendo al Colegio Nacional de Abogados, que al final integró institucionalmente el pacto, abogados independientes, magistrados y jueces, académicos y organizaciones civiles, para recoger opiniones y propuestas que contribuyeran al fortalecimiento del sistema judicial.
Entre las principales áreas de enfoque del Pacto de Estado por la Justicia estuvieron la modernización de los procesos judiciales, la capacitación y profesionalización del personal judicial, la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas, la mejora en la infraestructura y tecnología de los tribunales y la autoregulación que el Órgano Ejecutivo se impuso, para el método de selección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
A pesar de los esfuerzos realizados durante el mandato de Torrijos, y de significativos logros, algunas de las reformas propuestas no se materializaron completamente debido a diversos desafíos políticos y obstáculos institucionales. Sin embargo, el Pacto de Estado por la Justicia sentó las bases para futuras discusiones y reformas en el sistema judicial panameño. Esta institución, que sufrió un revés importante por el siguiente Gobierno al violar la autoregulación que se había impuesto el Órgano Ejecutivo, incluso, hasta eliminarla posteriormente, se mantiene vigente por decisión de ulteriores gobiernos y sigue siendo el foro para las discusiones interinstitucionales que afectan la Justicia.
Del pacto, no solo salió el método de selección de magistrados. Con sus virtudes y defectos, se dio inicio a reformas importantes como el Código Penal, el Código Procesal Penal y otros proyectos legislativos que inciden en la administración de justicia.
Estoy seguro de que el próximo Gobierno retomará las raíces del Pacto de Estado por la Justicia, para darle continuidad a su razón de ser y allí estaremos, primero Dios.
El autor es expresidente del Colegio Nacional de Abogados
El Pacto de Estado por la justicia fue una iniciativa impulsada durante el mandato del presidente de Panamá, Martín Torrijos (2004-2009).
El objetivo principal de este pacto era promover reformas integrales en el sistema de justicia panameño para mejorar su eficiencia, transparencia y acceso. Nace como una necesidad frente a conflictos y declaraciones nacidas dentro del Órgano Judicial, las cuales generaron una de las crisis que en ese quinquenio tuvimos que afrontar y solucionar y me incluyo, ya que como presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Constitucionales de la Asamblea Nacional y luego como primer vicepresidente de ese Órgano del Estado, fui parte del el equipo de manejo de crisis, que liderizaba, por instrucciones del entonces presidente Torrijos, su vicepresidente Rubén Arosemena Valdés. Fueron varios los conatos de crisis, como el derivado de la Ley Orgánica de la CSS y otros, pero en este artículo, me referiré al Pacto de Estado por la Justicia.
Durante el período presidencial de Martín Torrijos, se llevaron a cabo diversas consultas y diálogos con diferentes sectores de la sociedad panameña, incluyendo al Colegio Nacional de Abogados, que al final integró institucionalmente el pacto, abogados independientes, magistrados y jueces, académicos y organizaciones civiles, para recoger opiniones y propuestas que contribuyeran al fortalecimiento del sistema judicial.
Entre las principales áreas de enfoque del Pacto de Estado por la Justicia estuvieron la modernización de los procesos judiciales, la capacitación y profesionalización del personal judicial, la promoción de la transparencia y la rendición de cuentas, la mejora en la infraestructura y tecnología de los tribunales y la autoregulación que el Órgano Ejecutivo se impuso, para el método de selección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
A pesar de los esfuerzos realizados durante el mandato de Torrijos, y de significativos logros, algunas de las reformas propuestas no se materializaron completamente debido a diversos desafíos políticos y obstáculos institucionales. Sin embargo, el Pacto de Estado por la Justicia sentó las bases para futuras discusiones y reformas en el sistema judicial panameño. Esta institución, que sufrió un revés importante por el siguiente Gobierno al violar la autoregulación que se había impuesto el Órgano Ejecutivo, incluso, hasta eliminarla posteriormente, se mantiene vigente por decisión de ulteriores gobiernos y sigue siendo el foro para las discusiones interinstitucionales que afectan la Justicia.
Del pacto, no solo salió el método de selección de magistrados. Con sus virtudes y defectos, se dio inicio a reformas importantes como el Código Penal, el Código Procesal Penal y otros proyectos legislativos que inciden en la administración de justicia.
Estoy seguro de que el próximo Gobierno retomará las raíces del Pacto de Estado por la Justicia, para darle continuidad a su razón de ser y allí estaremos, primero Dios.