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El gigantismo partidista en la historia electoral panameña

Actualizado
  • 21/07/2024 00:00
Creado
  • 19/07/2024 11:36

El PRD está a punto de morir de gigantismo partidista. Ese es un fenómeno político que ha vivido Panamá en su historia republicana.

El primero que murió de gigantismo fue el Partido Conservador, que ganó las elecciones del 1908 y no volvió a ganar ninguna otra elección presidencial y en 1936 solo llevó a la Asamblea Nacional de Diputados al licenciado en Farmacia, César Arrocha Graell.

Le siguió el Partido Liberal, original, desde la era colombiana y que, junto al Partido Conservador, el 3 de noviembre de 1903 abrió los estandartes partidistas y empuñó el pendón de la revolución independentista.

Al dividirse, primeros los liberales en Chiaristas y Porristas, van naciendo, en las siguientes décadas, las facciones doctrinarias, renovadoras, nacional y tres más que mi alzheimer cerebral no me permite recordar, hasta que feneció para los años 80, quedando salo el Movimiento Liberal Republicano Nacionalista.

El Molirena, después de 10 campañas, está a punto de fenecer ahora, en el 2024.

La Coalición Patriótica Nacional, CPN, fundada por el militar José Antonio “Chichi” Remón Cantera, que en 1952, se separa de la comandancia de la Policía Nacional, verdadero “factótum del poder político”, luego de las elecciones de mayo de 1968 y el golpe del 11 de octubre de 1968, no regresa a la política partidista y con el veranillo democrático pactado por Omar Torrijos, prefirieron formar parte, en 1982 del Molirena junto a los partidos nacionalistas Republicano, Acción Nacional y Progresista.

El Partido Nacional Revolucionario de 1932 (para 1940 arnulfista) se dividió en varios partidos, debido a las traiciones sufridas por su líder, el Dr. Arnulfo Arias Madrid y en 50 años, se hicieron llamar auténticos arnulfista, pero con la derrota de 2024 volverá a las manos de Mireya Moscoso, real heredera de su esposo Arnulfo. Depurándolo de “arrimados y arribistas” pseudo arnulfista emigrantes de la Democracia Cristiana. Ahora le toca el turno de reestructurarse y “tomarse un purgante”, antes de volver a ser una nueva y buena oferta electoral.

Para las elecciones 2029 aparecerá el partido torrijista, podría ser inscrito el 13 de febrero de 2025, fecha del natalicio de Omar, por Martín Erasto Torrijos Espino, hijo del general Omar Torrijos Herrera, totalmente diferente al PRD, que sumará facciones “torrijistas” disgustadas por la anquilosada dirigencia PRD, aferrada al subsidio electoral.

Martín aspira inscribir el verdadero partido torrijista, haciendo valer esa doctrina, de la que el PRD ha renunciado hace varios gobiernos, al punto de que el gobiernito le entregó el poder a las élites comercializadoras, olvidando que fue Omar el que promovió la movilidad social, ampliando la base social de la clase media, que es la que ha motivado el crecimiento económico y no las élites agiotistas bancarias, que han devuelto a una gran parte de esa clase media a los niveles de pobreza de donde salieron: regresión social, y que ahora le pasó factura en las elecciones del 5 de mayo de 2024.

Le tocará al médico del gueto, Crispiano Adames Navarro, vicepresidente del PRD, y a quien se le hizo un juego sucio, hace un año, en las elecciones primarias, donde mal contados, le reconocieron que aportó 140,000 votos auténticamente torrijista y no comprados, que en las elecciones 2024, fueron los que, por disciplina partidista, votaron por Gaby. (Vean los resultados electorales en las páginas del tribunal electoral). El Dr. Crispiano Adames Navarro tendrá que hacer un gran esfuerzo junto a Pedro Miguel González Pinzón, que son los dirigentes naturales con los que cuenta el PRD, después de la desastrosa derrota de 2024, y tienen la credibilidad para salvar de fenecer al PRD, inclusive que emigren al futuro partido torrijista de Martín.

Producto de las derrotas electorales de los gigantes políticos semiexistentes (a punto de fenecer); de los partidos Cambio Democráticos (CD), PRD, Partido Popular (PP), Panameñista, el presidente, José Raúl Mulino Quintero, para formar gobierno y cumpliendo con promesas electorales de “no pasar facturas y trabajar por Panamá”, ha invitado a no activistas partidarios opositores a su partido Realizando Metas, pero que sí tienen contactos con los dirigentes perdedores.

Espero que esa táctica le resulte y haya lealtad por el país. Apenas está iniciando y ofreció mucho, sobre todo “chen chen”, y las promesas electorales, tienen que cumplirse, aunque sean a medias. Su máxima es “con paso firme”.

Hay que decirle la verdad al pueblo y la entenderá y aceptará. Lo inaceptable son las mentiras.

El autor es cientista político