Educación, balance y perspectivas
- 12/03/2025 00:00
- 11/03/2025 08:42
Antes del año lectivo 2025, la titular del Ministero de Educación hace una denuncia para el inicio de una investigación en el Ministerio Público, una acción que pone en predicamento al cuerpo administrativo de colegios, incidiendo en la pérdida de clases La ministra de Educación ha interpuesto una denuncia ante las autoridades del Ministerio Público para que se investigue, esclarezca y determine quiénes son los culpables y sean sancionados los responsables del despojo y pillaje en varios centros educativos del país. Esta acción se produce a unos días del inicio del año lectivo de 2025 y procura detener un delito que suele afectar tradicionalmente las instalaciones de enseñanza en las diferentes provincias.
La pérdida o robo de importante equipamiento y de elementos como baños, plumas y sobre todo de computadoras y otros accesorios electrónicos, pone a los equipos directivos de cada escuela y colegio ante un predicamento, porque se afecta el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, se abren importantes vacíos porque la reposición de lo desaparecido o hurtado implica iniciar nuevos y engorrosos trámites.
Este fenómeno no es el principal indicador del inicio del año escolar 2025. La educación es una política estatal que recoge un conjunto de programas, estrategias, acciones y objetivos, cuya meta es crear condiciones para la formación de una sociedad a tono en los tiempos que se viven. Tiene dos parámetros básicos: aumentar su gestión hasta en el último sitio poblado del país y mantener un nivel de calidad siempre en ascenso para dar un perfil nacional.
Es lógico que se produzcan síntomas que van a ser importantes para determinar ese perfil: la formación de los educadores, la dotación del personal, el estado de los centros, las condiciones reales en que se produce la adquisición del conocimiento, el seguimiento en términos de afianzamiento y aprovechamiento y la disminución de los fracasos y abandonos.
La Universidad Veracruzana, en un libro sobre los aportes de 20 pensadores hacia la educación, expone la filosofía de Jean Piaget, considerado el padre de la pedagogía. Él creía que el pensamiento de los niños tiene características diferentes al de los adultos. Por eso daba importancia a la etapa de “metamorfosis”, tiempo en que se producían en los infantes cambios sustanciales en sus maneras de aprehender la realidad.
Agregaba Piaget que esa etapa era una fase de “transformación de las modalidades del pensamiento de los niños para alcanzar la de los adultos”. Pareciera algo inmaterial, pero es precisamente en este “tránsito” en donde reposa todo el planteamiento de la política educativa. Este plan debe contar con una filosofía que lo haga racional y, sobre todo, que le dé el carácter que el país necesita para alcanzar sus finalidades nacionales.
Otros autores han hecho aportes que dieron un sustento fortalecido a la educación. Anton Makarenko consideraba importante la creación de la conciencia de grupo y el trabajo productivo. María Montessori basó sus técnicas en las actividades motrices y sensoriales, mientras que Ovide Decroly impulsó la escuela nueva y propuso preparar a los alumnos para vivir la libertad, la creación de un ambiente motivador y el respeto al niño y su personalidad.
Son modelos que han trascendido en el tiempo y eliminan la repetición y memorización. Diversas disciplinas contribuyen a organizar un cuerpo de tareas ineludibles para que la educación sea un campo paralelo del proyecto nacional y ella no se convierta solo en el conjunto de acciones de un individuo que lanza ideas y consignas por doquier.
Hay muchos retos pendientes: la lectura y comprensión profunda para alcanzar la innovación global y el dominio de la inteligencia artificial. ¿Cómo hacemos que dichos conceptos lleguen al último rincón del país?
La gestión educativa requiere coherencia, contar con objetivos y estos con sus respectivos indicadores. Si en el último año hubo una tendencia en el incremento de los niveles de desaprovechamiento y deserción, ¿cómo los vamos a revertir para este período? Si sabemos que en diferentes lugares continúa el vandalismo, ¿qué acciones se van a desarrollar para que desaparezca ese mal?
Las comunidades y la propia sociedad con sus diferentes sectores no pueden ser solo “mirones”, críticos o testigos; requieren involucrarse activa y positivamente en el proceso educativo panameño.
*El autor es periodista
La ministra de Educación ha interpuesto una denuncia ante las autoridades del Ministerio Público para que se investigue, esclarezca y determine quiénes son los culpables y sean sancionados los responsables del despojo y pillaje en varios centros educativos del país. Esta acción se produce a unos días del inicio del año lectivo de 2025 y procura detener un delito que suele afectar tradicionalmente las instalaciones de enseñanza en las diferentes provincias.
La pérdida o robo de importante equipamiento y de elementos como baños, plumas y sobre todo de computadoras y otros accesorios electrónicos, pone a los equipos directivos de cada escuela y colegio ante un predicamento, porque se afecta el proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, se abren importantes vacíos porque la reposición de lo desaparecido o hurtado implica iniciar nuevos y engorrosos trámites.
Este fenómeno no es el principal indicador del inicio del año escolar 2025. La educación es una política estatal que recoge un conjunto de programas, estrategias, acciones y objetivos, cuya meta es crear condiciones para la formación de una sociedad a tono en los tiempos que se viven. Tiene dos parámetros básicos: aumentar su gestión hasta en el último sitio poblado del país y mantener un nivel de calidad siempre en ascenso para dar un perfil nacional.
Es lógico que se produzcan síntomas que van a ser importantes para determinar ese perfil: la formación de los educadores, la dotación del personal, el estado de los centros, las condiciones reales en que se produce la adquisición del conocimiento, el seguimiento en términos de afianzamiento y aprovechamiento y la disminución de los fracasos y abandonos.
La Universidad Veracruzana, en un libro sobre los aportes de 20 pensadores hacia la educación, expone la filosofía de Jean Piaget, considerado el padre de la pedagogía. Él creía que el pensamiento de los niños tiene características diferentes al de los adultos. Por eso daba importancia a la etapa de “metamorfosis”, tiempo en que se producían en los infantes cambios sustanciales en sus maneras de aprehender la realidad.
Agregaba Piaget que esa etapa era una fase de “transformación de las modalidades del pensamiento de los niños para alcanzar la de los adultos”. Pareciera algo inmaterial, pero es precisamente en este “tránsito” en donde reposa todo el planteamiento de la política educativa. Este plan debe contar con una filosofía que lo haga racional y, sobre todo, que le dé el carácter que el país necesita para alcanzar sus finalidades nacionales.
Otros autores han hecho aportes que dieron un sustento fortalecido a la educación. Anton Makarenko consideraba importante la creación de la conciencia de grupo y el trabajo productivo. María Montessori basó sus técnicas en las actividades motrices y sensoriales, mientras que Ovide Decroly impulsó la escuela nueva y propuso preparar a los alumnos para vivir la libertad, la creación de un ambiente motivador y el respeto al niño y su personalidad.
Son modelos que han trascendido en el tiempo y eliminan la repetición y memorización. Diversas disciplinas contribuyen a organizar un cuerpo de tareas ineludibles para que la educación sea un campo paralelo del proyecto nacional y ella no se convierta solo en el conjunto de acciones de un individuo que lanza ideas y consignas por doquier.
Hay muchos retos pendientes: la lectura y comprensión profunda para alcanzar la innovación global y el dominio de la inteligencia artificial. ¿Cómo hacemos que dichos conceptos lleguen al último rincón del país?
La gestión educativa requiere coherencia, contar con objetivos y estos con sus respectivos indicadores. Si en el último año hubo una tendencia en el incremento de los niveles de desaprovechamiento y deserción, ¿cómo los vamos a revertir para este período? Si sabemos que en diferentes lugares continúa el vandalismo, ¿qué acciones se van a desarrollar para que desaparezca ese mal?
Las comunidades y la propia sociedad con sus diferentes sectores no pueden ser solo “mirones”, críticos o testigos; requieren involucrarse activa y positivamente en el proceso educativo panameño.