Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo
- 28/05/2024 23:00
- 28/05/2024 12:04
El diálogo es una palabra profunda que no se debe entender como una simple conversación entre las dos partes como intercambio de ideas sin lograr ningún acuerdo para un fin común [...] Un diálogo de verdad es lograr consensos entre las dos partes Dentro de los planes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está organizar un diálogo mundial y el desarrollo de los países en diferentes temas. Con este fin, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró cada 21 de mayo Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, con el fin de reconocer de que efectivamente en el mundo existen diversidad de culturas, cada una con sus visiones, misiones, y creencias, y que es importante respetarlas. En la medida en que respetemos la existencia de las diferentes culturas, se logrará la paz plena que tanto requiere el mundo.
De igual manera, otro de los elementos que se ha perdido es el diálogo sincero con hermanos de diferentes países para que, a pesar de la diversidad de creencias y religiones, podamos dialogar como seres pensantes en pleno siglo XXI. Es contradictorio que, en pleno desarrollo de la tecnología y los grandes inventos, los líderes del mundo no tengan la capacidad de resolver sus diferencias a través del diálogo.
En cuanto a la cultura, factor determinante en la cosmovisión e identidad de los pueblos, los originarios de deferentes países, los Estados han definido la cultura como: “Conjunto de derechos culturales que deben ser tenidos en cuenta en las políticas públicas, que van desde los derechos sociales y económicos de los artistas, a la libertad artística, pasando por el derecho de las comunidades indígenas a salvaguardar y transmitir sus conocimientos ancestrales, y la protección del patrimonio cultural y natural”.
Esta última afirmación me parece muy importante remarcar, ya que a pesar de que existen textos aprobados por diferentes países que buscan el reconocimiento de los pueblos originarios, en la práctica no se les toma en cuenta o es muy reducido su participación mediante sus líderes. El mundo sería más bello si todas las culturas se respetasen entre ellas, porque no existe ninguna cultura superior a la otra. Lo que sí ha habido es que todas las culturas han contribuido para el desarrollo de los países del mundo.
El diálogo es una palabra profunda que no se debe entender como una simple conversación entre las dos partes como intercambio de ideas sin lograr ningún acuerdo para un fin común. El diálogo es mucho más que eso. Un diálogo de verdad es lograr consensos entre las dos partes, entre los Gobiernos, por ejemplo, que tanto hace falta para que los seres humanos puedan entender la necesidad de encontrar puntos comunes, y que ahora por falta de ello, se han producido guerras muy lamentables como las que estamos presenciando en algunos países en donde mucha gente inocente está falleciendo.
En ese sentido, el discurso pronunciado por Martin Luther King en 1963 en Estados Unidos: Tengo un sueño, sigue teniendo vigencia en el mundo actual que parece no encontrar entre sus líderes puntos de entendimiento. Fueron profundas las palabras en ese momento: “Tengo el sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.
En todo momento, debemos respetar la existencia de la diversidad de culturas que no es más que las expresiones de las diferentes sociedades que existen en el mundo. Estas expresiones culturales han contribuido en el desarrollo de diferentes sociedades que en su conjunto se pueden considerar como el legado indígena. Sobre este tema se han producido diferentes libros por los investigadores.
En nuestro país, recientemente dos periodistas de Telemetro protagonizaron una situación lamentable al burlarse de un nombre kuna de uno de los candidatos a diputado de la comarca Gunayala. Al no pronunciar bien el sustantivo propio en kuna, fue motivo de burla. Esto provocó que el pasado 10 de mayo, el Congreso General Guna emitiera una nota pública repudiando tal hecho que no debería estar ocurriendo en pleno siglo XXI. Una parte de dicha nota expresaba lo siguiente: “Los medios de comunicación social y los comunicadores juegan un papel trascendental para visibilizar y promover el respeto en nuestras sociedades para mantener un ambiente de fraternidad entre todos”. Más adelante señala que “en Panamá viven personas de origen chino, judío, ingleses, árabes, indostanes y muchos más que, llevan nombres en su idioma que tienen sus propias pronunciaciones, pero no es para que un medio de audiencia nacional e internacional se haga mofa de ello que, sin duda, raya al irrespeto”.
Esta celebración mundial que proclama la Unesco tendrá su importancia en la medida en que la gente convierta en realidad sus aseveraciones, y que no solamente existan como textos que cada año debemos recordar. Lo que se requiere es que las culturas y los diálogos entre los líderes del mundo se conviertan en los verdaderos desarrollos de los pueblos. Solo de esta manera veremos los resultados que esperamos de un mundo más diverso, justo, solidario, de equidad y de paz para todos.
El autor es docente
Dentro de los planes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) está organizar un diálogo mundial y el desarrollo de los países en diferentes temas. Con este fin, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró cada 21 de mayo Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, con el fin de reconocer de que efectivamente en el mundo existen diversidad de culturas, cada una con sus visiones, misiones, y creencias, y que es importante respetarlas. En la medida en que respetemos la existencia de las diferentes culturas, se logrará la paz plena que tanto requiere el mundo.
De igual manera, otro de los elementos que se ha perdido es el diálogo sincero con hermanos de diferentes países para que, a pesar de la diversidad de creencias y religiones, podamos dialogar como seres pensantes en pleno siglo XXI. Es contradictorio que, en pleno desarrollo de la tecnología y los grandes inventos, los líderes del mundo no tengan la capacidad de resolver sus diferencias a través del diálogo.
En cuanto a la cultura, factor determinante en la cosmovisión e identidad de los pueblos, los originarios de deferentes países, los Estados han definido la cultura como: “Conjunto de derechos culturales que deben ser tenidos en cuenta en las políticas públicas, que van desde los derechos sociales y económicos de los artistas, a la libertad artística, pasando por el derecho de las comunidades indígenas a salvaguardar y transmitir sus conocimientos ancestrales, y la protección del patrimonio cultural y natural”.
Esta última afirmación me parece muy importante remarcar, ya que a pesar de que existen textos aprobados por diferentes países que buscan el reconocimiento de los pueblos originarios, en la práctica no se les toma en cuenta o es muy reducido su participación mediante sus líderes. El mundo sería más bello si todas las culturas se respetasen entre ellas, porque no existe ninguna cultura superior a la otra. Lo que sí ha habido es que todas las culturas han contribuido para el desarrollo de los países del mundo.
El diálogo es una palabra profunda que no se debe entender como una simple conversación entre las dos partes como intercambio de ideas sin lograr ningún acuerdo para un fin común. El diálogo es mucho más que eso. Un diálogo de verdad es lograr consensos entre las dos partes, entre los Gobiernos, por ejemplo, que tanto hace falta para que los seres humanos puedan entender la necesidad de encontrar puntos comunes, y que ahora por falta de ello, se han producido guerras muy lamentables como las que estamos presenciando en algunos países en donde mucha gente inocente está falleciendo.
En ese sentido, el discurso pronunciado por Martin Luther King en 1963 en Estados Unidos: Tengo un sueño, sigue teniendo vigencia en el mundo actual que parece no encontrar entre sus líderes puntos de entendimiento. Fueron profundas las palabras en ese momento: “Tengo el sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano”.
En todo momento, debemos respetar la existencia de la diversidad de culturas que no es más que las expresiones de las diferentes sociedades que existen en el mundo. Estas expresiones culturales han contribuido en el desarrollo de diferentes sociedades que en su conjunto se pueden considerar como el legado indígena. Sobre este tema se han producido diferentes libros por los investigadores.
En nuestro país, recientemente dos periodistas de Telemetro protagonizaron una situación lamentable al burlarse de un nombre kuna de uno de los candidatos a diputado de la comarca Gunayala. Al no pronunciar bien el sustantivo propio en kuna, fue motivo de burla. Esto provocó que el pasado 10 de mayo, el Congreso General Guna emitiera una nota pública repudiando tal hecho que no debería estar ocurriendo en pleno siglo XXI. Una parte de dicha nota expresaba lo siguiente: “Los medios de comunicación social y los comunicadores juegan un papel trascendental para visibilizar y promover el respeto en nuestras sociedades para mantener un ambiente de fraternidad entre todos”. Más adelante señala que “en Panamá viven personas de origen chino, judío, ingleses, árabes, indostanes y muchos más que, llevan nombres en su idioma que tienen sus propias pronunciaciones, pero no es para que un medio de audiencia nacional e internacional se haga mofa de ello que, sin duda, raya al irrespeto”.
Esta celebración mundial que proclama la Unesco tendrá su importancia en la medida en que la gente convierta en realidad sus aseveraciones, y que no solamente existan como textos que cada año debemos recordar. Lo que se requiere es que las culturas y los diálogos entre los líderes del mundo se conviertan en los verdaderos desarrollos de los pueblos. Solo de esta manera veremos los resultados que esperamos de un mundo más diverso, justo, solidario, de equidad y de paz para todos.