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Demagogia en salud

Actualizado
  • 25/03/2024 00:00
Creado
  • 23/03/2024 09:32

El buen político construye sus ofertas leyendo el contexto donde - como diría Schumpeter - las demandas se expresan. Ese contexto es lo que se denomina “opinión pública”. Todo político exitoso utiliza la opinión pública como lazarillo. La lástima y la impotencia que nos genera ver familiares de pacientes con cáncer madrugando, que se han movilizado desde los lugares más recónditos del país a un Instituto Oncológico que se ha quedado pequeño para la nación, nos desgarra el alma. Inadmisible que en las actuales estadísticas hospitalarias predominen las cirugías de urgencias en proporción de 3 a 1 de cirugías electivas. No estamos interviniendo la enfermedad a tiempo.

Estamos en plena campaña electoral, donde se prometerán puentes donde no hay ríos, hospitales oncológicos en cada corregimiento panameño, unidades de diálisis en cada chinito de barrio y más hospitales a nivel nacional antes de lo que el pueblo necesita: recoger la basura, mosquiteros en los corregimientos con alta incidencia de dengue, hospitales dotados a tiempo con insumos, con talento humano suficiente y una adecuada planificación de los especialistas que necesita la nación panameña. Necesitamos antes de licitar construcciones, tener equipados nuestros centros de salud y policlínicas, necesitamos agua potable las 24 horas del día en los barrios y no más máquinas de diálisis.

En el 2015 se publicó un artículo en la prestigiosa revista U.S. News& World Report titulado “Altos riesgos en hospitales de bajo volumen”, que esencialmente resaltan el resultado clínico desfavorable y mortalidad, asociado al manejo quirúrgico de patologías que se presentaron con poca frecuencia en esas instituciones y que se pudieron haber evitado hasta 11000 muertes entre el 2010 y 2012, si dichos pacientes hubieran sido tratados en un hospital que operaran dicha patología en mayor volumen. La práctica hace el maestro y al paciente le va bien.

La única calificación hospitalaria centrada exclusivamente en la seguridad hospitalaria es realizada por The Leapfrog group, organización de vigilancia (watchdog organization) sin fines de lucro, que sirve como una voz para los pacientes utilizando su influencia colectiva para fomentar un cambio positivo en la atención médica de Estados Unidos de América y en dicho artículo su directora afirmó: “puede salvar su vida eligiendo el lugar correcto”. Luego de esa publicación, lugares prestigiosos y líderes de salud en el mundo como Johns Hopkins Hospital and Health System y University of Michigan Health System limitaron ciertos procedimientos quirúrgicos a sus cirujanos y sus hospitales, refiriendo los procedimientos de alta complejidad a hospitales que manejaban dichas patologías en altos volúmenes. Los días camas disminuyeron, las morbilidades por el tiempo quirúrgico prolongado disminuyeron y la mortalidad disminuyó. Los costos directos de la transportación de los pacientes y familiares a los hospitales de referencia fueron onerosos, pero el beneficio social de tener a su familiar vivo, con control oncológico del cáncer y en menor tiempo en su casa, no tiene precio.

El tratamiento contra el cáncer necesita un equipo multidisciplinario, legionario y con muchos minutos de juegos para luchar contra esta enfermedad maligna y debemos evitar la dualidad, que la institución solidaria quiere brindar en la nueva ciudad nosocomial para abaratar costos y excluyendo al pueblo de tener el beneficio de un equipo multidisciplinario con alto volumen para librar, tal vez su última batalla.

La clave es fortalecer la atención primaria de salud y optimizar los programas nacionales, alejándose de los políticos con diplomas de médico y realizar una política de Estado - la ruta del cáncer - que sea dirigida por el Instituto Oncológico y donde la seguridad social (tiene el monopolio de formación de especialistas, paso imprescindible para ser subespecialista en oncología) no limite la formación de profesionales contra la lucha del cáncer. ¿De dónde van a sacar los radiooncólogos o medicina nuclear – el talento humano en salud especializado – con la suficiente experiencia en cáncer ?

El autor es cirujano subespecialista