De lo virtual a lo presencial: Un cambio en la educación superior
- 20/07/2024 00:00
- 19/07/2024 11:16
Es esencial seguir explorando métodos para mejorar la experiencia educativa en línea, así como fortalecer el apoyo y la capacitación, tanto para estudiantes como para docentes en el uso efectivo de plataformas virtuales La pandemia del Covid-19 ha expuesto numerosas inequidades dentro del sistema de educación superior en Panamá. Además, ha provocado cambios significativos en la metodología de enseñanza, que ha pasado a ser predominantemente virtual. Sin embargo, existe una falta notable de investigaciones que analicen las transformaciones experimentadas por la comunidad universitaria, especialmente en regiones fuera de las principales ciudades del país. Por más de dos años, los estudiantes panameños han experimentado predominantemente la virtualidad, pero actualmente se encuentran en un sistema que pretende reintegrar la presencialidad en un sistema híbrido, importante en la realidad educativa.
Por este motivo se llevó a cabo el proyecto de investigación titulado “De lo virtual a lo presencial: una aproximación a la realidad del alumnado universitario del sistema público en la región central de Panamá”. El objetivo principal fue medir las percepciones sobre la educación virtual en los últimos años, especialmente en relación con el retorno a la enseñanza presencial. Durante los últimos meses de 2023, se realizaron 654 encuestas a estudiantes y 93 entrevistas a docentes y administrativos de los centros regionales de la Universidad de Panamá en Coclé, Veraguas y Azuero. Cabe destacar que esta muestra no fue intencional ni probabilística, aunque se procuró que fuera lo más representativa posible.
En esta reseña se destacan algunos hallazgos preliminares. En primer lugar, se observa un aumento significativo en la matrícula de los centros educativos estudiados. A pesar de existir una directriz inicial de regresar completamente a la enseñanza presencial, esto no ha sido factible debido a la falta de infraestructura. Como resultado, estos centros se han visto obligados a recurrir a la educación en modalidad mixta presencial y virtual para poder satisfacer esta creciente demanda estudiantil.
La virtualidad ha llegado para quedarse, y esto plantea importantes consideraciones sobre cómo los docentes imparten sus clases y cómo los estudiantes las reciben. En su mayoría, los alumnos se conectan desde sus celulares, mientras que los docentes dictan sus clases desde una computadora. Sin embargo, muchos de estos últimos han ingresado al entorno de la enseñanza virtual abruptamente con poca capacitación, lo cual a menudo les ha dificultado adaptar de manera efectiva los procesos de enseñanza-aprendizaje a estos espacios digitales.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de proporcionar una mayor formación y apoyo al cuerpo docente para que pueda aprovechar al máximo las herramientas y recursos disponibles en la educación virtual.
Por otro lado, los estudiantes afirman que destinan en promedio B/. 20.00 mensuales para asegurar una conexión a través de datos móviles, siendo el celular su principal dispositivo de conectividad. Esta situación se ve complicada por los frecuentes cortes de energía que ocurren en la región, lo que dificulta aún más el proceso de aprendizaje virtual.
Además, tanto los estudiantes como el cuerpo docente y administrativo carecen de una evaluación sistemática sobre qué se está aprendiendo y cómo se está llevando a cabo este proceso. Esta falta de evaluación puede limitar la efectividad de las estrategias educativas implementadas, así como la capacidad de adaptación y mejora continua en el contexto virtual.
Añadido a estos desafíos, los estudiantes deben adaptarse a las diferentes plataformas elegidas por cada docente, lo cual genera una experiencia agridulce en los entornos virtuales. Aunque reconocen que ofrecen varios beneficios, como la flexibilidad y la accesibilidad, también perciben que el aprendizaje se facilita mejor en entornos presenciales.
Esta percepción subraya la complejidad de la transición hacia la educación virtual y expone la importancia de encontrar un balance entre las modalidades presenciales y virtuales que satisfaga las necesidades educativas y las preferencias de los estudiantes. Es esencial seguir explorando métodos para mejorar la experiencia educativa en línea, así como fortalecer el apoyo y la capacitación, tanto para estudiantes como para docentes en el uso efectivo de plataformas virtuales.
Tanto estudiantes como docentes reconocen que para lograr un aprendizaje efectivo en la modalidad virtual es fundamental contar con un espacio tranquilo, una buena conexión a internet, habilidades en el manejo de la tecnología y capacidad de concentración. Sin estos elementos, los estudiantes reportan que experimentan niveles elevados de estrés (57%) y una baja confianza en su éxito académico (45%).
Estos resultados deben tenerse en cuenta al momento de plantear políticas públicas en estos centros educativos que manejan un muy bajo presupuesto.
La pandemia del Covid-19 ha expuesto numerosas inequidades dentro del sistema de educación superior en Panamá. Además, ha provocado cambios significativos en la metodología de enseñanza, que ha pasado a ser predominantemente virtual. Sin embargo, existe una falta notable de investigaciones que analicen las transformaciones experimentadas por la comunidad universitaria, especialmente en regiones fuera de las principales ciudades del país. Por más de dos años, los estudiantes panameños han experimentado predominantemente la virtualidad, pero actualmente se encuentran en un sistema que pretende reintegrar la presencialidad en un sistema híbrido, importante en la realidad educativa.
Por este motivo se llevó a cabo el proyecto de investigación titulado “De lo virtual a lo presencial: una aproximación a la realidad del alumnado universitario del sistema público en la región central de Panamá”. El objetivo principal fue medir las percepciones sobre la educación virtual en los últimos años, especialmente en relación con el retorno a la enseñanza presencial. Durante los últimos meses de 2023, se realizaron 654 encuestas a estudiantes y 93 entrevistas a docentes y administrativos de los centros regionales de la Universidad de Panamá en Coclé, Veraguas y Azuero. Cabe destacar que esta muestra no fue intencional ni probabilística, aunque se procuró que fuera lo más representativa posible.
En esta reseña se destacan algunos hallazgos preliminares. En primer lugar, se observa un aumento significativo en la matrícula de los centros educativos estudiados. A pesar de existir una directriz inicial de regresar completamente a la enseñanza presencial, esto no ha sido factible debido a la falta de infraestructura. Como resultado, estos centros se han visto obligados a recurrir a la educación en modalidad mixta presencial y virtual para poder satisfacer esta creciente demanda estudiantil.
La virtualidad ha llegado para quedarse, y esto plantea importantes consideraciones sobre cómo los docentes imparten sus clases y cómo los estudiantes las reciben. En su mayoría, los alumnos se conectan desde sus celulares, mientras que los docentes dictan sus clases desde una computadora. Sin embargo, muchos de estos últimos han ingresado al entorno de la enseñanza virtual abruptamente con poca capacitación, lo cual a menudo les ha dificultado adaptar de manera efectiva los procesos de enseñanza-aprendizaje a estos espacios digitales.
Esta situación pone de manifiesto la necesidad urgente de proporcionar una mayor formación y apoyo al cuerpo docente para que pueda aprovechar al máximo las herramientas y recursos disponibles en la educación virtual.
Por otro lado, los estudiantes afirman que destinan en promedio B/. 20.00 mensuales para asegurar una conexión a través de datos móviles, siendo el celular su principal dispositivo de conectividad. Esta situación se ve complicada por los frecuentes cortes de energía que ocurren en la región, lo que dificulta aún más el proceso de aprendizaje virtual.
Además, tanto los estudiantes como el cuerpo docente y administrativo carecen de una evaluación sistemática sobre qué se está aprendiendo y cómo se está llevando a cabo este proceso. Esta falta de evaluación puede limitar la efectividad de las estrategias educativas implementadas, así como la capacidad de adaptación y mejora continua en el contexto virtual.
Añadido a estos desafíos, los estudiantes deben adaptarse a las diferentes plataformas elegidas por cada docente, lo cual genera una experiencia agridulce en los entornos virtuales. Aunque reconocen que ofrecen varios beneficios, como la flexibilidad y la accesibilidad, también perciben que el aprendizaje se facilita mejor en entornos presenciales.
Esta percepción subraya la complejidad de la transición hacia la educación virtual y expone la importancia de encontrar un balance entre las modalidades presenciales y virtuales que satisfaga las necesidades educativas y las preferencias de los estudiantes. Es esencial seguir explorando métodos para mejorar la experiencia educativa en línea, así como fortalecer el apoyo y la capacitación, tanto para estudiantes como para docentes en el uso efectivo de plataformas virtuales.
Tanto estudiantes como docentes reconocen que para lograr un aprendizaje efectivo en la modalidad virtual es fundamental contar con un espacio tranquilo, una buena conexión a internet, habilidades en el manejo de la tecnología y capacidad de concentración. Sin estos elementos, los estudiantes reportan que experimentan niveles elevados de estrés (57%) y una baja confianza en su éxito académico (45%).
Estos resultados deben tenerse en cuenta al momento de plantear políticas públicas en estos centros educativos que manejan un muy bajo presupuesto.