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Darién y los intereses creados

Actualizado
  • 20/08/2024 00:00
Creado
  • 17/08/2024 15:03

La carencia de proyectos de desarrollo sostenible en Darién ha llevado a buena parte de la población a involucrarse en actividades ilegales como la tala furtiva de árboles, el tráfico de migrantes y hasta el narcotráfico

Recientemente en un diario de la localidad se publicó una nota que hacía referencia a supuestos impactos ambientales producidos por drenajes que se realizan en un área cercana al humedal de Matusagaratí, que por referencias históricas que datan de la época de la colonia, está ubicado en el corregimiento de Río Iglesias, distrito de Chepigana; también se habla de extracción ilegal de madera en el área de Aruza que por cierto está muy distante del humedal.

La noticia se basa en un informe de los técnicos de la dirección forestal de MiAmbiente y también hace referencia a la contaminación producida por los desechos de foam y plásticos lanzados a los ríos, actividad que se ha incrementado bruscamente a raíz del aumento en el tránsito de los migrantes por la provincia de Darién.

La carencia de proyectos de desarrollo sostenible en Darién ha llevado a buena parte de la población a involucrarse en actividades ilegales como la tala furtiva de árboles, el tráfico de migrantes y hasta el narcotráfico.

Otra situación que ha causado atraso y especulación en esa provincia es la proliferación de organizaciones no gubernamentales que reciben fondos internacionales para sus actividades y que en su mayoría se dedican a frenar cualquier iniciativa de desarrollo con tal de justificar su financiamiento, son contadas las ONGs que promueven programas de desarrollo sostenible en la provincia fronteriza con Colombia.

En marzo de este año el gobierno del presidente Laurentino Cortizo acusó a la organización no gubernamental; Médicos Sin Fronteras (MSF) de entorpecer la labor de las instituciones del Estado y de no colaborar con el ministerio de Salud y las fiscalías del ministerio público en investigaciones sobre abusos a migrantes que la propia organización había denunciado internacionalmente, a raíz de esta situación las actividades de Médicos Sin Frontera en Darién fueron suspendidas.

Pero no es la primera vez que tanto ONGs como autodenominados “activistas ambientales” llegan a Darién y después de poco tiempo lanzan denuncias temerarias e historias de horror que en muchos casos lo que buscan es llamar la atención mediática nacional e internacional, al parecer estas acciones tienen como objetivo justificar sus pedidos de financiamiento para actividades que en ocasiones están vinculadas a grupos y movimientos locales e internacionales con agendas políticas.

Agricultores y ganaderos de Darién han sido víctimas del ataque y hasta intentos de chantaje por parte de difamadores que cubiertos con el manto ambientalista han intentado coaccionarles y perseguirlos judicialmente, afectando su trabajo honrado y sus inversiones.

La pregunta que se hacen muchos darienitas con los que he conversado es, ¿cuáles son los proyectos de desarrollo sostenible y generación de empleos que impulsan o han impulsado los activistas y las organizaciones no gubernamentales que operan en Darién?

Es hora de que las autoridades panameñas tomen cartas en este tema y pongan orden a las actividades que llevan a cabo algunas organizaciones y activistas políticos disfrazados de ambientalistas.

El autor es comunicador social